La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió un comunicado de prensa en el que da cuenta de una alerta epidemiológica e insta a los países miembro a “reforzar sus medidas de vigilancia, diagnóstico temprano y atención médica, luego de constatar un incremento en el riesgo de brotes de enfermedad por el virus del dengue en el continente, ante crecientes de circulación del serotipo DENV-3 de la enfermedad.

De acuerdo con un informe del organismo, en 2024 hubo “un incremento histórico” en los casos notificados, que superaron los 13 millones, cifra que está muy por encima del promedio de los casos registrados en el quinquenio que le antecede y se reparte mayoritariamente entre los países limítrofes de Brasil (10.232.872) y Argentina (581.559). De ellos, 22.684 los casos registrados fueron catalogados como graves (0,17%) y 8.186 terminaron con la muerte de la persona afectada (0,063%).

El informe recoge que se registraron 238.659 casos de dengue durante el primer mes de 2025, lista que lidera Brasil (87%), muy por delante de Colombia (5,6%), Nicaragua (2,5%), Perú (2,5%) y México (2,5%). Del total, 263 (0,11%) fueron catalogados como graves, mientras que 23 (0,01%) fueron fatales.

Según los datos de la OPS, los cuatro serotipos del virus fueron detectados en lo que va del año en la región, pero su presencia simultánea sólo fue reportada por Brasil, Costa Rica, El Salvador, México y Panamá. El informe recuerda que la interacción entre los diferentes serotipos y la población puede tener “implicaciones significativas en la aparición y la magnitud” de los brotes del virus del dengue, que “suelen estar asociados con la introducción o el aumento en la circulación de un serotipo al que predominaba anteriormente en la región debido a la susceptibilidad de la población”.

En esta línea, la OPS subraya que el hecho de que el serotipo “no circulaba en la última década”, junto al “aumento de población susceptible”, resulta no sólo en un incremento en la probabilidad de que sucedan casos graves de dengue, sino que “podría ocasionar epidemias que sobrecarguen los servicios de salud” que excedan sus capacidades de respuesta.

En particular, el informe subraya que el riesgo de circulación del DENV-3 es alto, dada “la amplia distribución de los mosquitos vectores, la movilidad humana y la inmunidad parcial (y en muchas áreas ausente) en la población”, razón por la que la OPS insta en su comunicado a “reforzar sus medidas de vigilancia, diagnóstico temprano y atención médica para enfrentar posibles aumentos en los casos de dengue” por parte de los países miembro.

“La OPS sigue de cerca la evolución de la circulación del DENV-3 y el resto de los serotipos, y continuará brindando apoyo a los países para implementar medidas eficaces de control y respuesta ante posibles brotes”, concluye el comunicado, que resalta el hecho fundamental de que “los sistemas de salud estén preparados para manejar el incremento de casos y reducir el riesgo de complicaciones graves asociadas con esta enfermedad”.