Usuarios de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) denuncian el mal funcionamiento de Aidex, el dispositivo de monitoreo continuo de glucosa en sangre que el prestador público proveé a los pacientes menores de 21 años. La prestación se incluyó en el Plan Integral de Atención a la Salud (PIAS) en 2023.

Se trata de un dispositivo que, según detalla la página web del producto, realiza lecturas del nivel de glucosa cada 25 minutos las 24 horas del día y requiere un teléfono celular al que envía notificaciones de niveles bajos o altos a quien utiliza el sensor o a otras personas, por ejemplo, un familiar o el médico tratante.

Una vez establecida la prestación, según documentos de compra a los que accedió la diaria, ASSE inició una licitación que prorrogó reiteradas veces hasta que la anuló y finalmente adquirió los dispositivos por compra directa.

En diálogo con la diaria, varios familiares de niños beneficiarios de la prestación manifestaron que dejaron de utilizar el producto y que, a pesar de tener la posibilidad de adquirir el dispositivo a través de ASSE, optaron por comprar otras marcas disponibles en el mercado, entre ellas, Freestyle, porque entienden que Aidex no es un medio confiable para controlar a sus hijos.

“Una vez que le colocamos el dispositivo los niveles sólo bajaban, por eso decidimos medir con el método del pinchazo en el dedo y nos dimos cuenta que si bien Aidex marcaba 87 [miligramos de azúcar por decilitro] su valor en ese momento estaba en 800”, contó Alejandro Amerio, el padre de una niña con diabetes de siete años.

Ante el primer error consultó con la empresa que provee el dispositivo y le recomendaron calibrarlo. Si bien lo hizo, a los cuatro días el aparato marcó “error de sensor”. La hija de Amerio utilizó el dispositivo entre dos y tres meses en total (con interrupciones) y durante ese tiempo también utilizó el método del pinchazo para medir la glucosa porque “no confiaba en el aparato”.

Gentileza de usuario

Gentileza de usuario

Amerio dijo que reiteró el reclamo en la empresa y le enviaron un nuevo dispositivo, pero tampoco funcionó. Luego, realizó el reclamo en ASSE y le dijeron que buscarían una solución al reclamo pero, por el momento, no tuvo respuestas. Además, el mes pasado, envió un correo electrónico al Ministerio de Salud Pública (MSP), específicamente al área de tecnovigilancia, donde le pidieron fotos del dispositivo con los valores que le marcaba.

“Nadie se hace cargo ni lo chequea”, por eso Amerio decidió comprarle a su hija Vivacheck, uno de los dispositivos disponibles en el mercado.

Ivana Varela tiene una hija de 12 años con diabetes, usó el dispositivo que le brindó ASSE sólo 12 días porque también detectó mal funcionamiento. “Desde el principio le medía con un pinchazo en el dedo porque no confiaba con lo que marcaba”, detalló.

Para Varela, lo más grave y lo que la llevó a dejar de usar Aidex, fue cuando su hija fue a un cumpleaños, el sensor le enviaba mensajes de que sus valores eran muy bajos y, a pesar de que su hija le decía que había ingerido alimentos para subir los valores, las notificaciones con valores bajos continuaban. Cuando la fue a buscar le midió la glucosa a través del pinchazo y descubrió que tenía 334 aunque el sensor marcaba que el valor era de 0,68. La situación requirió que la niña recibiera varias dosis de insulina y estabilizarla llevó toda la noche, según cuenta su madre.

Varela también reclamó al laboratorio el mal funcionamiento del dispositivo y le dijeron que “si no funciona hay que comprar otro” y que no recibían quejas si no que sólo daban instrucciones de cómo usar el dispositivo. También realizó la denuncia en tecnovigilancia del MSP, a través del hospital en el que su hija se atiende y con el respaldo de su médica.

Desde octubre del año pasado está comprando el dispositivo Freestyle pero quiere que ASSE le brinde “un aparato que funcione” independientemente de la marca. Cada uno de estos dispositivos (los que se colocan en el brazo) cuestan alrededor de 60 dólares y duran 14 días, es decir que, por mes, el costo total es de unos 120 dólares. A Varela le preocupa que el aparato que actualmente compra se va a discontinuar porque se comenzó a comercializar el Freestyle dos, que cuesta diez dólares más.

Diego de León es el padre de otra paciente con diabetes, que tiene 11 años, y ante las fallas del dispositivo que brinda ASSE, decidió comprar Freestyle. “Se lo dieron en noviembre [del 2024], luego de 15 días de uso llamé a la farmacéutica y le expresé que no servía porque trazaba valores con unas diferencias tremendas”, expresó De León.

Si bien en ASSE le recepcionaron el reclamo, no hubo respuestas. A la familia también le preocupa el costo que conlleva adquirir un medidor en la farmacia y no poder hacer uso de la prestación.

En la espera

En diálogo con la diaria Gisele Mosegui, presidenta de la Fundación Diabetes Uruguay, manifestó que desde que el MSP anunció la nueva prestación y se supo cuáles eran los dispositivos que se iban a entregar, “las familias no estaban muy conformes” porque estaban acostumbrados al Freestyle porque fue el primer medidor de glucosa que llegó al mercado y ya estaban familiarizados con su uso.

Además, luego de recibirlos, las familias comenzaron a denunciar distintas dificultades, más allá de las mediciones erróneas “lo que puede generar cuadros graves”, el hecho de que el dispositivo requiere que los pacientes tengan un celular y muchos de ellos —sobre todo los niños— no tenían.

Mosegui sostuvo que le consta que aunque desde la fundación impulsaron a las familias a realizar los reclamos tanto en ASSE como en el MSP “porque es más efectivo”, aún no recibieron respuestas concretas.

Consultados por el tema, fuentes de ASSE indicaron a la diaria que si bien recibieron reclamos “sobre todo de mediciones menores”, todos se elevaron al centro de salud del que depende el usuario y se le autoriza a comprar otro aparato. Además, mientras se da el cambio de sensor, se exhorta a medir la glucosa en sangre a través del pinchazo. Según el prestador, hasta el momento no recibió más de cinco quejas.

Por su parte, desde el Ministerio informaron que “los problemas que llegaron al MSP se resolvieron hace tiempo”.

Según supo la diaria, ASSE tiene previsto abrir una nueva licitación el 28 de febrero, para adquirir hasta 6.400 sensores de monitoreo continuo de glucosa para usuarios de entre cuatro y 21 años, también hasta 5.800 sensores de monitoreo continuo de glucosa para usuarios de entre 18 y 21 años.