En la sesión de este martes, la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Salud Mental, además de recibir a integrantes del decanato de la Facultad de Enfermería de la Universidad de la República, definió convocar a los jerarcas del Ministerio del Interior, de Salud Pública y de Defensa para conocer en qué líneas están trabajando sus equipos especializados en salud mental.
Los legisladores fundamentaron la decisión en que el país atraviesa una emergencia nacional vinculada a las patologías de salud mental y en hechos puntuales como el caso de la funcionaria policial de 28 años que se quitó la vida hace algunos días al tirarse al vacío desde un balcón en un edificio en Pocitos con su hija de dos meses en brazos.
Por esto último y por las dificultades vinculadas a la atención que los funcionarios policiales encuentran, según el senador colorado e integrante de la comisión Andrés Ojeda, es que se pidió especialmente que la comisión también reciba “con prioridad”, según dijo, al Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU).
Tras el encuentro, en diálogo con la prensa, se expresaron varios legisladores sobre la importancia de la convocatoria de los jerarcas ministeriales. La senadora del Frente Amplio y presidenta de la comisión, Patricia Kramer, informó que en la comisión instalada este período trabajan “las cuestiones urgentes, con la responsabilidad de trabajar a largo plazo los factores que hacen a un sistema en el que vivimos todo el tiempo tensionados por nuestro bienestar”.
Agregó que la atención primaria es en lo que está trabajando el Ministerio de Salud Pública a través de su plan nacional de salud mental que presentó en mayo, en Río Negro. “Esto abarca una buena parte de la atención primaria, pero la política de salud mental atraviesa toda la política pública: vivienda, economía; es difícil pensar en salud mental ante determinadas carencias”, señaló.
Consultada sobre el cierre de centros de atención monovalentes, agregó: “Estamos evaluando si viene en el presupuesto o si presentamos desde acá un proyecto que lo contemple. No estamos en condiciones de cumplir con la fecha que estableció la Ley de Salud Mental [que pauta los cierres para este año], pero estamos en conversaciones con las autoridades que tienen que generar las condiciones. Espero que sea posible en este período de gobierno”.
Para Kramer, el cierre de estos centros es algo que “hay que ir haciendo de a poco y medir el impacto de las distintas alternativas”, algunas ya en funcionamiento, como las casas de medio camino y el modelo de atención de salud mental que implementó el Hospital de Clínicas, ambos “caminos que hay que ir probando”. Si bien no está pautada la fecha de cierre, aseguró que han reducido los ingresos, por lo que la prioridad es definir la salida de quienes ya están en estos lugares, por ejemplo, el hospital Vilardebó.
De todas maneras, para la senadora hace falta un cambio más amplio que abarca a distintos actores, entre ellos los especialistas y también su formación. Existen “otros acompañamientos que no se reducen a la psiquiatría como tal; se puede ir por otros caminos que no sean la medicación, pero esto implica otra mirada de los profesionales, esto abarca cambiar también la formación y las metodologías”, dijo.
Sobre esto agregó que los especialistas dentro del sistema de salud “no faltan” en cantidad, pero sí es compleja su distribución en el país y dentro de los lugares de atención. “Se está buscando las maneras para que nadie quede sin atención y para que los tiempos de consulta no sean tan acotados. La demanda crece, las situaciones son cada vez más complejas, la tasa de intentos de autoeliminación y de suicidios son altísimas”, evaluó la senadora.
Por su parte, el senador nacionalista Javier García dijo que la comisión busca abordar un tema con “una trama muy profunda”, que se agudizó con las tragedias de los últimos días, pero que comenzó mucho antes. En tanto, en el marco de que el presupuesto será remitido a la Cámara de Diputados el domingo 31 de agosto, García recordó que el gobierno pasado realizó una “inversión histórica” de 20 millones de dólares en salud mental y adicciones. “Sería deseable que se continúe y que haya coincidencia; esperemos que el impulso no se corte”, concluyó.