
Cultura
Para tipos que no duermen por la noche
"La Alemana", en última instancia, es una historia vertiginosa, llena de sexo, violencia, corrupción y desesperanza. Una vez que se comienza es imposible dejarla de lado: hay que leerla hasta el final, como quien apura un trago amargo. O, mejor, como quien apura un tónico o un antídoto de sabor desagradable pero que nos salvará el cuerpo. Gustavo Escanlar murió hace casi cinco años, pero sus libros siguen curándonos de la mediocridad gris de tanta literatura uruguaya.