Miradas
“El primer párrafo de La invención de la soledad hablaba de una llamada inoportuna, una llamada que anunciaba una muerte. La muerte del padre de Paul Auster. Es decir, aquel era mi libro. Resultó que el padre de Paul Auster tenía tantas similitudes con el mío que me pareció ridículo. Leí de un tirón la mitad del libro. No comí, no dormí, necesitaba saber cómo hacer para salir del duelo. Para dejar de extrañar”