Cultura
Las cartas están ahí, detrás de unas vidrieras. Querido viejo (Vargas Llosa), Caro Ángel (Italo Calvino), Querido Ángel (JM Arguedas), Querido Angelito (Onetti), Querido amigo (Ernesto Cardenal, JE Pacheco, Manuel Puig), Estimado Rama (Rodolfo Walsh), Idolatrado Clodomiro Ezequiel (María Elena Walsh), Angelito (Darcy Ribeiro), Querido Angelote (Real de Azúa), Estimado amigo (JJ Saer), Señor Ángel Rama (Neruda), Ángel querido (García Márquez) o simplemente Querido Ángel (Cortázar, Carpentier, Octavio Paz, Antonio Candido, Roberto Fernández Retamar, Rafael Alberti, Antonio Cisneros, Carlos Monsiváis): así comienzan estas muestras de la apabullante red -material y no virtual- que Ángel Rama logró tender a lo largo y ancho de Latinoamérica, y un poco más allá también, unas cuantas décadas antes de la popularización de internet.