Los testimonios y las declaraciones son tan disímiles que cuesta reconstruir lo que pasó en la tarde-noche del sábado en Santa Clara, Treinta y Tres (donde se realizó un tradicional raid), cuando un grupo de personas se manifestó al grito de “¡Qué se vayan!” frente a una estación de servicio de ANCAP, que no estaba vendiendo combustible y donde había varios dirigentes sindicales.
El intendente de Cerro Largo, Sergio Botana (Partido Nacional, PN), tuiteó que “los vecinos de Santa Clara estuvieron bien” y que “el Estado no debe permitir que los sindicatos ocupen los lugares de trabajo y no dejen trabajar a los demás... la gente de Santa Clara tuvo que hacer lo que debieron hacer las autoridades”. En la cuenta de Twitter del Frente Amplio de Treinta y Tres, por el contrario, se escribió: “Atropello a los compañeros del PIT-CNT en Santa Clara de Olimar, quienes se manifestaron ante el despido abusivo e indebido de un funcionario de la estación de servicio La Coruña. Rotura de carteles sindicales y patoterismo. Claro ejemplo de conducta antidemocrática”. La noticia fue dada por el periódico Salto al Día, cuya versión no condice en nada con la de la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines (UNTMRA), e incluso simplifica bastante lo que narran los propios manifestantes. Según ese medio, que no menciona ninguna fuente, ante el despido de un empleado “por notoria mala conducta de una estación de servicio”, el PIT-CNT la ocupó e impidió que los trabajadores realizaran las “tareas habituales”, lo cual motivó el rechazo de los vecinos del pueblo, que entendieron que era un “claro ejemplo de patoterismo sindical”.
Ana Silva, dirigente nacional de la UNTMRA e integrante de la rama de estaciones de servicio, dijo a la diaria que el viernes se realizó una reunión en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), tras el despido, el 1º de junio, de un trabajador de la empresa que era “el secretario general del comité de base y el vocero de las reivindicaciones más inmediatas, como el acceso al agua potable para los funcionarios”. Como el MTSS aconsejó retomar al despedido, el sindicato decidió hacer una asamblea con los trabajadores de la estación, pero, mientras esta se desarrollaba, el dueño llegó con una escribana, labró un acta y dispuso el cierre de la estación y de los surtidores, relató.
Luego, sobre las 18.00, cuando el raid de Santa Clara ya había terminado, los autos comenzaron a acumularse en la estación, “nos rodearon y empezaron a tocar bocina. Creíamos que no iba a pasar de eso, pero empezaron a bajar de los autos y a dedicarnos cánticos agresivos, y arrancaron las banderas del sindicato”, dijo Silva. Agregó que los manifestantes se identificaban como integrantes del movimiento de autoconvocados Un Solo Uruguay (USU) y del PN. Afirmó que decían: “Fuera, comunistas, acá somos todos blancos”, que cargaron combustible y se fueron, y que luego los trabajadores se retiraron. “Se violentaron nuestros derechos como dirigentes sindicales. Fue una actitud muy fascista. Esta situación va a ser elevada y tratada a nivel de la UNTMRA y veremos cómo sigue”, expresó.
Fue otro el relato a la diaria de Jairo Brea, vecino de la zona e integrante de USU, quien se jacta de haber convocado a la protesta frente a la estación (aunque no participó en ella porque le habían operado un pie hacía unos días). Dice que le pidió a su hijo que fuera a cargar nafta al mediodía, y que volvió con la noticia de que no iba a haber combustible en todo el día y de que “había una gente que no era de acá con unos carteles”. Brea señaló que Santa Clara tiene sólo dos fiestas al año y que una de ellas es el raid. “Había un mundo de gente en el pueblo que precisaba nafta, porque es la única estación en mucho territorio. Entonces, cuando pasa esto empiezo a llamar gente al mediodía, que se empieza a sumar. Quedamos de encontrarnos a las 18.00 frente a la estación, y el pueblo empezó a ir”, contó.
Según Brea, hubo un “patoterismo” de dirigentes sindicales ajenos a Santa Clara, que “dejó de rehén a un pueblo entero”. Dijo que por eso fueron a buscar al dueño de la estación a su casa junto con la Policía y que, “cuando se le dijo que estaba la Policía, se animó a ir a la estación, prendió todo y, con la Policía allí, la gente pudo cargar nafta”. Admitió que hubo quienes arrancaron carteles del sindicato: “Hubo mucha presión de la gente, el pueblo entero se manifestó”, aseguró.
Brea alegó que el hecho de que él integre USU no significa que ese grupo haya organizado la protesta. “Soy hincha de Nacional, y tampoco se puede decir que Nacional organizó todo esto. El que diga que USU tuvo algo que ver miente; nos felicitó y se solidarizó, como lo hicieron Edgardo Novick, los blancos, los colorados, el Partido Independiente, la Federación Rural y la Asociación Rural”.
El dirigente de USU Marcelo Nougué también aseguró que no fue una acción de ese grupo: “Fue el pueblo de Santa Clara que salió a quejarse porque habían ocupado la estación”, dijo.