Este lunes a las 18.30, la Confederación Sindical de las Américas (CSA) inaugurará una casa sede en Buenos Aires y Zabala, en la Ciudad Vieja.

Estarán sus principales dirigentes, el brasileño Rafael Freire y el paraguayo Víctor Báez, y enviaron invitaciones a los cuatro precandidatos del Frente Amplio y al ex presidente José Mujica, entre otros dirigentes del oficialismo.

La CSA es la organización sindical más importante del continente: la integran 48 organizaciones nacionales de 21 países, que representan a unos 50 millones de afiliados. Hasta ahora, tenía su principal oficina en San Pablo.

Según informaron fuentes sindicales a la diaria, la decisión de instalar esta sede en Montevideo está relacionada con una “situación política compleja” que viven los dirigentes sociales en Brasil desde que asumió Jair Bolsonaro.

En concreto, la CSA tuvo un episodio vinculado a cuentas bancarias congeladas y también han existido denuncias de “persecución” contra dirigentes venezolanos que trabajaban en la oficina de San Pablo.

“Hay amenazas de muerte y también muertes. No es una situación fácil”, comentó a la diaria un dirigente del PIT-CNT. En las últimas semanas, según estas fuentes consultadas, algunos sindicalistas uruguayos mantuvieron contactos con referentes del Frente Amplio “previendo la posibilidad de que este año haya que asilar gente proveniente de Brasil en Uruguay”.

La central obrera uruguaya tiene “relaciones fraternales” con la CSA pero no está afiliada; en los últimos años se instalaron en Montevideo otras dos oficinas de organizaciones sindicales de alcance continental: Industriall y UniGlobal.