La multinacional Fleischmann anunció ayer el cierre de su única planta de producción en Uruguay y el despido de 30 trabajadores, que se enteraron de la decisión el jueves a la noche cuando se encontraron con camiones que se llevaban material y maquinaria del lugar. “Los trabajadores fueron a trabajar y se encontraron con una planta vaciada. Lo que hicieron es salvaje, profundamente antidemocrático”, dijo a la diaria el secretario general del PIT- CNT, Marcelo Abdala. Ayer a las 18.00, los trabajadores decidieron ocupar la planta ante la falta de comunicación de la empresa.

El dirigente de la Organización Nacional de Obreros del Dulce y Ramas Afines (ONODRA), Luis Ferraz, contó a la diaria que al ver los camiones vaciando la planta, los trabajadores preguntaron qué estaba sucediendo, a lo cual les respondieron que la producción no se iba a hacer más allí. “Eso fue todo hasta las cinco de la mañana del viernes, cuando apareció un gerente con una lista diciendo que 30 personas estaban despedidas, todos los que trabajaban en producción”, explicó. Tras el anuncio, la empresa propuso una reunión para tratar el tema “en algún boliche”, según Ferraz. “Minimizaron la situación y obviaron los mecanismos que tenemos los trabajadores desde 2005 para sentarnos a discutir”, opinó.

El sindicato asegura que el cierre de la planta y despido de los funcionarios fue una decisión inesperada que no se había manejado como una posibilidad anteriormente. “Esto es peor que el cierre de Colgate-Palmolive, porque allá se veía venir y se venía conversando la situación. Acá sólo estábamos conversando con la empresa respecto de las categorías, nada más”, sostuvo Ferraz. Para Abdala, las empresas “tienen que cambiar el método” utilizado a la hora de tomar y anunciar una decisión que afecta negativamente a los trabajadores. “Cuando el PIT-CNT planteó la importancia de los mecanismos de negociación previa para tratar de evitar conflictos extremos, las cámaras empresariales lo rechazaron”, recordó, y agregó que la Central se puso a la disposición de los trabajadores desde que se conoció la resolución de la empresa.

Para el secretario de Onodra, el de Fleischmann no es un caso aislado, sino que forma parte de una “embestida patronal bastante embromada” que pretende “desestabilizar y generar violencia”, y menciona los casos de la chocolatería Haas, donde se produjeron 30 despidos indirectos por el traslado hacia Empalme Olmos, el cierre de la planta de Colgate-Palmolive y los despidos en Megal. “Dejar a 30 familias en la calle que no saben de dónde van a comer es violencia”, manifestó.

Onodra acordó una reunión tripartita con el director de Trabajo, Jorge Mesa, para el lunes.