La agricultura familiar, además de constituirse como un modelo histórico que recupera conocimientos y saberes acumulados, es la forma predominante de producción en el mundo: más de 90% de las explotaciones agropecuarias del mundo –más de 500 millones– tienen una gestión familiar, de las cuales 84% comprenden menos de dos hectáreas. A su vez, por este modelo se producen 80% de los alimentos que se consumen a nivel global.

En Uruguay existen 22.187 unidades de producción familiar, que involucran a 38.092 productores; de las 56.000 personas que integran las familias en las unidades productivas, 26.440 (47%) son mujeres y 8.231 (17%), jóvenes. Según el Registro de la Producción Familiar Agropecuaria del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), las producciones se dedican en su mayoría (51%), a diferencia de en otros países de la región, a la ganadería de carne, mientras que la horticultura representa 18% de la producción, la lechería 9% y la agricultura, 4,5%.

En términos de superficie, la ganadería de carne implica el desarrollo en 101 hectáreas, la ganadería de lana en 88, la lechería (leche fluida) en 77, la lechería (quesería artesanal) en 60, la agricultura de cereales oleaginosos en 47, el forraje para ventas en 17, la cría de cerdos en 16, la viticultura en 15, las aves en 15, la horticultura en 12, la fruticultura y la horticultura en 12 y otros en 11.

De año a decenio

Las Naciones Unidas declararon que 2014 fue el Año Internacional de la Agricultura Familiar, con el objetivo de sensibilizar a las sociedades y culturas sobre el papel que desempeña este tipo de producción en la soberanía y la seguridad alimentaria, la nutrición, el cuidado de los territorios y el desarrollo rural. A partir de esto, y con el fin de profundizar en los efectos, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el período 2019-2028 como el Decenio de la Agricultura Familiar.

La declaración del decenio pretende dar relevancia y generar acciones que promuevan la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres en el medio rural, la inclusión de jóvenes y personas con discapacidad, el asociativismo, las innovaciones organizacionales y productivas y la resiliencia –especialmente frente al cambio climático–, entre otras.

Con este impulso, el MGAP tomó la apuesta que concretó junto con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola el pasado miércoles. Si bien el desarrollo de la estrategia está aún en proceso, se realizó un primer llamado a la sociedad civil, las instituciones del Estado y las poblaciones rurales y urbanas a ser parte del compromiso, mediante la conformación a demanda de un grupo de trabajo que articulará y coordinará las acciones hacia este sector.

El director de Desarrollo Rural de la cartera, José Olascuaga, consideró que así como 2014 fue “un año clave para reflexionar, revisar y proyectar” el tema, también restan “muchas cosas por hacer”. Mencionó que Uruguay se ha posicionado como referencia a nivel regional y mundial en políticas públicas diferenciadas para la producción familiar y el desarrollo rural, y señaló que esta es una “oportunidad propicia para profundizar y sensibilizar sobre el tema, y para la toma de conciencia de la importancia del sector”.

Por su parte, el ministro Enzo Benech expresó su deseo de que esta conmemoración se vuelva una oportunidad para poner el tema arriba de la mesa y comprometerse más con “acciones concretas” y “no tanto desde el discurso”. “Son muchos los que emigran del campo a la ciudad y se van porque no hay oportunidades, no hay calidad, de ahí la oportunidad que tenemos en cuanto a formación”, sostuvo, y afirmó la necesidad de “revisar el enfoque” de las políticas diferenciadas para la producción familiar, así como de generar condiciones para que la gente “viva dignamente” en el campo. En este sentido, consideró que herramientas como la capacitación, la transferencia de tecnología y el asociativismo son “clave”.

El representante de la FAO en Uruguay, Vicente Plata, adelantó que se está elaborando un marco global de acción que va a dar lineamiento en siete aspectos principales, pero que aún se encuentra en etapa de discusión. En tanto, la representante del IICA en Uruguay, Alejandra Sarquis, dijo que nuestro país tiene mucho camino recorrido y destacó el trabajo realizado en cuanto al tema género y juventud, así como el esfuerzo asumido por concretar la independencia económica de las mujeres rurales. Apostó a que en este marco se pueda llegar a “un plan de trabajo sólido y ambicioso que logre transformar la realidad”.