Este martes el PIT-CNT presentó ante la Comisión de Expertos en Seguridad Social, creada a partir de la ley de urgente consideración, un documento con insumos para la discusión de una reforma previsional. El texto incluye contribuciones del Equipo de Representación de los Trabajadores del Banco de Previsión Social (BPS).

En el resumen ejecutivo la central sindical asegura que el actual sistema tiene “déficits importantes, como la atención a la primera infancia y la niñez (donde se concentra la pobreza), discapacidad, cuidados”. Si bien los trabajadores comparten que existe la necesidad de “recomponer el equilibrio financiero a mediano y largo plazo”, discrepan con que “se pretenda hacerlo a costa de recortar los derechos de los sectores más vulnerables con escasa capacidad contributiva, como ocurrió en los años 90”. Para el PIT-CNT debe haber “un piso de bienestar universal y suficiente para los sectores de escasa capacidad contributiva, que inevitablemente deberá financiarse progresivamente por impuestos generales enfocados en los sectores de mayor capacidad contributiva”.

El texto remarca, en varias oportunidades, que la reforma que introdujo el ahorro individual a través del régimen AFAP fracasó: “La prometida privatización que promovería competencia en beneficio de los afiliados nunca funcionó. Tal como el PIT-CNT lo anunció y denunció durante años, los costos administrativos fueron escandalosamente altos, con un lucro privado abusivo en detrimento del ahorro de los trabajadores. Para colmo, al momento de pagar las jubilaciones, las aseguradoras privadas abandonaron el mercado, dejando una cartera altamente deficitaria en manos del BSE [Banco de Seguros], es decir, del Estado”.

La premisa del PIT-CNT es que “las personas aporten de acuerdo a sus posibilidades y reciban de acuerdo a sus necesidades”.

El diagnóstico

El documento “Insumos del PIT-CNT ante el proceso de discusión de la reforma de la seguridad social” hace un diagnóstico de la situación actual del sistema; sobre el BPS señala que “requiere una asistencia financiera anual levemente superior al 1% del PIB [producto interno bruto] (llegó a ser de más de 4% del PIB a comienzos de siglo y a representar 6% en años anteriores)”. De acuerdo con las proyecciones, esa asistencia debería incrementarse con el correr de las décadas, pero esto se complica porque las tendencias demográficas que atraviesan Uruguay y buena parte del mundo hacen que crezca la expectativa de vida y que bajen los nacimientos. De todas formas, la central sindical asegura que “el BPS no está quebrado ni hay una situación financiera dramática que requiera cambios urgentes y radicales”, por lo que apuesta a una reforma gradual.

“Hoy en día, el gasto en jubilaciones y pensiones de todos los subsistemas representa un 12,5% del PIB, una cifra que ha venido creciendo en los últimos años (representaba menos del 10% del PIB en 2010). Esta cifra requiere analizarse teniendo en cuenta el nivel de envejecimiento: la proporción de mayores de 60 años en Uruguay es de las más altas de la región, pero se encuentra entre los niveles más bajos si la comparamos con los países más desarrollados [...] Cerca de un 97% de las personas mayores de 65 años recibe alguna prestación del sistema de seguridad social”, dice el documento.

La reforma

El PIT-CNT asegura que es poco claro el esquema de financiamiento de los distintos subsistemas, que “además de las cotizaciones (15% del aporte personal en su mayoría, con multiplicidad de tasas y otros mecanismos de aporte patronal) incluye diversos impuestos afectados y asistencia financiera de rentas generales en varios casos”. Esto genera subsidios cruzados, “que en muchos casos pueden estar plenamente justificados por razones de equidad y en otros pueden contener un componente regresivo más difícil de justificar”. “Entendemos oportuno simplificar el sistema de financiamiento actual y transparentar los subsidios que existen, de forma tal de conocer y cuantificar el efecto de cada uno de ellos y su conveniencia”, proponen. Como mencionamos, la central de trabajadores espera que existan prestaciones universales que no dependan de la contributividad y que cubran a los sectores más vulnerables.

Sobre el sistema de las AFAP agregan: “Es bueno que luego de 24 años se esté reconociendo que las trabajadoras y trabajadores teníamos razón cuando denunciábamos un lucro obsceno por parte de estas empresas encargadas de administrar nuestros ahorros”, ya que estas compañías tienen su ganancia prácticamente asegurada, pero al momento de pagar las prestaciones el riesgo se traslada a las aseguradoras, que se retiraron del mercado hace más de 15 años. “Este cuestionamiento al régimen de ahorro individual privado instrumentado en los años 90 no significa rechazar la existencia de un pilar de ahorro o fondo de capitalización complementario al régimen de solidaridad intergeneracional. Con las tendencias demográficas vigentes, dicho componente de capitalización es necesario para distribuir la carga del sistema de forma más equitativa entre las generaciones”, asegura el documento, y agrega: “Desde nuestro punto de vista, las razones centradas en la equidad intergeneracional son perfectamente compatibles con la conformación de un fondo de ahorro colectivo diversificado y administrado profesionalmente por una entidad pública especializada sin fines de lucro”. El PIT-CNT deja abierta la posibilidad de que el ahorro individual manejado por empresas privadas se mantenga pero sea de carácter voluntario “para aquellos sectores de altos y muy altos ingresos que pretendan mitigar una caída en su nivel de vida demasiado pronunciada durante la vejez”.

La primera exposición

Después de entregar el documento, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, dijo a la prensa que el texto incluye sus principales puntos de vista, pero eso no significa que la discusión quede zanjada con la presentación de ese texto, “Hoy fue el primer encuentro, el primer intercambio, la primera exposición del PIT-CNT”. Dijo que se priorizaron varios asuntos: la necesidad de una reforma atendiendo la sostenibilidad financiera y social, “esto es la protección de los jubilados actuales y los que han generado los derechos para jubilarse”, dijo. “Las reformas tienen que dar tranquilidad y certezas, no puede ser que todo el mundo esté preocupado hoy por el debate que se dé en la comisión, pensando en si eso le va a alterar la jubilación”, sostuvo.

Pereira aseguró que el PIT-CNT hubiera preferido un diálogo social que abarcara a todos los actores (trabajadores, empleadores y el Estado) para que luego decidiera el Parlamento. A pesar de que eso no sucedió dijo que participarán “activamente cada vez que nos llame la Comisión de Expertos”. El presidente de la central sindical dijo que están dispuestos a escuchar todo tipo de propuestas porque no se creen los dueños de la verdad, “sí creemos que tenemos un papel en la sociedad que es defender los intereses de los trabajadores y luego de los trabajadores que dejaron de trabajar, es decir, de los jubilados. En ese papel nos vamos a ubicar”.

Pereira aseguró que no sería “sostenible, y nadie comprendería que se analizara una reforma del BPS sin analizar la reforma de la Caja Militar, a la que se le hizo un toque [pero sigue siendo] enormemente deficitaria”.

“El PIT-CNT viene proponiendo desde hace 15 años una reforma de la seguridad social. Entre otras cosas, pide analizar el lucro que tienen las AFAP”, y aunque dijo que eso no resuelve todos los problemas, es un aspecto a analizar. Otro aspecto que dijo que se debe revisar son las exoneraciones a las empresas, ya que “son más de 200 millones de dólares lo que el BPS pierde”. “No decimos que haya que sacarlas: hay que analizarlas todas, [porque] una buena parte del déficit se explica por estas dificultades”, sostuvo.