El Programa Aulas Comunitarias (PAC), que depende del Consejo de Educación Secundaria (CES), se dedica a la atención de adolescentes de entre 13 y 17 años que, habiendo ingresado en la educación media básica, por variados factores, no consiguen terminar el primer año, pero muestran interés en seguir estudiando. Según la web del PAC, trata con estudiantes que requieren una atención especial, creatividad y afecto. “El docente no está solo/a en esta tarea, formará parte de la comunidad educativa del Aula conformada por un equipo socioeducativo perteneciente a una Organización de la Sociedad Civil y docentes provenientes de educación secundaria”.

Este año, docentes e integrantes de la Unidad Coordinadora General del programa están preocupados por la continuidad de esta modalidad de enseñanza, porque aún no han recibido información por parte de Secundaria.

Trabajadores del PAC aseguraron a la diaria que “se supone que el Programa está en evaluación, pero durante todo este año el Consejo no ha recibido a la Unidad Coordinadora”, por lo que no pudo ser defendido.

Además de dejar de contemplar la necesidad de los alumnos que tienen altas probabilidades de desertar o tener un mal desempeño en primer año de liceo, el problema es que una de las modalidades de trabajo implica que algunos adolescentes hagan un preliceal en el Aula y después cursen primer año en esa misma modalidad, por lo que los que en 2020 hicieron el preparatorio no podrían ingresar al liceo en el Aula como estaba previsto.

Pablo Pérez, coordinador del Aula Comunitaria 4 de Paso de la Arena, comentó a la diaria que “de un tiempo a esta parte fueron cerrando. Empezamos con 26 aulas, pasamos a diez y en 2020 hubo cinco”.

“Hay incertidumbre y pesimismo, pero como todavía no nos han dicho que no, hablamos de incertidumbre, más que nada en la comunidad, porque el recurso es muy necesario, hay chiquilines que realmente no tienen a dónde ir y en el Aula encuentran un lugar; además, los objetivos con relación a la continuidad se vienen cumpliendo”. A esto se suma la incertidumbre laboral, ya que son 12 los profesores por aula. Pérez señaló que no han encontrado un interlocutor institucional en el CES: “No sabemos a quién le tenemos que preguntar ni si nos van a avisar si continuamos”.

Florencia Martínez, profesora de Historia del Aula 4, coincidió con Pérez en que se trata de un programa en el que “año a año somos nosotros los que tenemos que preguntar qué va a pasar”.

En cada aula, por generación hay 80 cupos y trabajan con grupos reducidos para que cada alumno aprenda según su ritmo. Los programas que funcionaron en 2020 fueron: Aula 3 (Nuevo París), Aula 4 (Paso de la Arena), Aula 9 (Delta del Tigre) Aula 11 (Las Piedras) y Aula 16 (La Paz).

Con relación a la pandemia por la covid-19, Martínez aclaró que las aulas funcionaron durante todo el año y sólo tuvieron dos deserciones, pero por cambio de domicilio.

Las materias son las mismas que dan en el liceo, pero se suma una que se llama Aprender a Aprender, en la que, entre otras cosas, enseñan a mantener la atención durante los 40 minutos que dura una clase de liceo.