Las trabajadoras y los trabajadores de la Red de Servicios por una Vida Libre de Violencia de Género expresaron ayer su rechazo a las declaraciones de la actual directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Mónica Bottero, quien anunció modificaciones en los servicios de atención en violencia basada en género.

“La señora Bottero explicó que consideran bajar y flexibilizar requerimientos a las y los profesionales con el fin de facilitar a ‘jóvenes técnicos’ el ingreso a los servicios, haciendo referencia particularmente a los servicios del interior del país. Cuestionó el mínimo de horas de formación específica requerida para integrar los equipos aduciendo que no ve diferencia entre quienes la tienen y quienes no”, dice el comunicado. Quienes integran la red aseguran que Bottero desestimó sus reivindicaciones alegando “se deben a que la nueva administración está ‘tocando intereses económicos’” y en otro medio relacionó su accionar a “cuestiones políticas”.

Además, aseguran que la flexibilización propuesta por la jerarca va en contra de las recomendaciones internacionales que dicen que la complejidad de las situaciones de violencia basada en género requieren “formación y experiencia”. “Es preciso señalar que una intervención inadecuada puede tener como resultado un impacto directo en la calidad de vida de las mujeres e incluso puede significar poner en riesgo la misma. Parece también necesario recordar que hablamos de servicios especializados en los que es justamente la formación y experiencia lo que permite hacer un abordaje de calidad”, dice el comunicado.