Uno de cada cinco trabajadores de nivel socioeconómico bajo dice haber perdido su empleo como consecuencia de la emergencia sanitaria, y 35% de ellos afirmaron que redujeron la cantidad de horas trabajadas como consecuencia de la pandemia, según una encuesta realizada en abril por Equipos Consultores. Del total de encuestados, menos de 10% considera que su situación económica personal no se verá afectada por la pandemia y más de 80% de los trabajadores de nivel socioeconómico bajo se vieron afectados de algún modo.

Los trabajadores que están siendo más afectados por la pandemia son los de nivel socioeconómico bajo y los que residen en el interior, aunque de menor forma. El documento destaca que en el nivel socioeconómico alto la pérdida de trabajo es menor, “aunque no despreciable”, y se ubica en torno a 2%. A nivel país esta cifra es de 8%. Por otra parte, 67% de los encuestados esperan reducciones en sus ingresos, en algunos casos leves y en otros, significativas. “Estos resultados son más desfavorables aún entre aquellos encuestados de nivel socioeconómico bajo y entre las mujeres”, afirma la consultora.

Las reacciones esperadas para esta coyuntura son la reducción de gastos, la utilización de ahorros, la solicitud de créditos, o combinaciones de las anteriores. Asimismo, se advierte que “en el cortísimo plazo (últimas dos semanas) un porcentaje no menor de familias están en una situación de stress de sus flujos financieros (en torno de 40%), con ingresos cayendo y gastos similares o incluso creciendo”. Estas familias esperan que sus gastos se acomoden a la baja, reflejando la caída esperada de los ingresos en las próximas semanas, señala el informe, que sin embargo apunta que “la reducción de gastos no ha sido tan rápida como se esperaba”.

“Vestimenta y calzado” fue el ítem más mencionado ante la consulta de en qué bienes se piensa reducir el gasto (86%), seguido por “Turismo” (78%), “Electrodomésticos” (78%) e “Informática” (78%). Por el contrario, “Limpieza”, “Alimentos”, “Servicios básicos del hogar (UTE, OSE, ANTEL)” e “Higiene personal” fueron los menos mencionados entre los consumidores.

Los encuestados esperaban en la primera quincena de abril que los efectos negativos se mantengan entre siete y 12 meses, aunque el horizonte es más largo en el caso de las personas de nivel socioeconómico bajo. Las expectativas de afectación de los ingresos tiene una duración media esperada de nueve meses para quienes tienen trabajo o están en seguro de paro y de 9,4 para el total, y sube a 10,4 meses en el nivel socioeconómico bajo. Un porcentaje menor a 10% dice que su situación económica personal no se verá afectada. La duración media estimada pasó a ser de 9,8 meses en la segunda quincena de abril, es decir, aumentó un mes más el horizonte de afectación de ingresos. Equipos señala que estos resultados “son relevantes porque probablemente el consumo también se vea afectado en ese horizonte, es decir, durante todo 2020”.

Finalmente, el informe indica que más de 50% de los encuestados estiman tener dificultades para pagar los créditos en fecha. Esto equivale al máximo de la serie, lo que es visto como un “resultado relevante porque esta variable es una de las que entra como explicativa en nuestros modelos econométricos de morosidad de los créditos al consumo”. Las dificultades para pagar en fecha son mayores en créditos al consumo con respecto a las tarjetas de crédito.