El lunes de noche la app de PedidosYa dejó de funcionar por varias horas en muchos países de América Latina. Según pudo constatar la diaria, además de en Uruguay, el servicio estuvo inactivo en Panamá, El Salvador, Argentina, Chile, Venezuela y Perú.

Andrés Palermo, dirigente del Sindicato Único de Repartidores (Sinurep), dijo a la diaria que “desde la empresa no se han comunicado con los repartidores. Ni siquiera han dicho por qué pasó esto, no se han dignado a decir qué pasó ni cómo lo van a solucionar”. Indicó también que si bien el servicio se retomó hoy, los repartidores detectaron que todavía presenta algunos problemas.

En Argentina tampoco hubo una explicación formal. El secretario gremial de la Asociación de Empleados del Comercio de Rosario (AEC), Juan Gómez, dijo a la diaria que la comunicación con PedidosYa “está en la nada” y que “no hubo ninguna comunicación formal” con los repartidores. “Esto pasa también por el hecho de que la empresa busca no dejar asentado en ningún lugar que tiene esta relación, y nosotros estamos permanentemente planteando que es una relación de dependencia”.

El sindicalista argentino explicó que en ese país hay trabajadores en relación de dependencia y monotributistas. “En este caso, como es un problema de la empresa y ajeno a los trabajadores”, el trabajador dependiente “no va a perder dinero por no haber podido cumplir su tarea diaria, porque es un problema ajeno al trabajador”. Sin embargo, “en el caso del trabajador que no está en relación de dependencia es muy importante la pérdida de dinero”.

PedidosYa se ha disculpado con algunos usuarios en su cuenta de Twitter, sin dar detalles sobre lo que sucedió. la diaria se contactó con la empresa por correo electrónico, sin éxito. Una empresa que realiza el servicio de comunicación para PedidosYa en el país indicó que más adelante podría haber algún tipo de comunicación oficial.

La postura de la empresa es que los repartidores de PedidosYa no son empleados, sino trabajadores independientes, y que además representan entre 20% y 30% del total de repartidores de todo tipo que existen en Uruguay. De todos modos, esta situación se está estudiando en diferentes países. La Justicia de España determinó, en el caso de Deliveroo, que los repartidores son trabajadores dependientes.

Según Repartos Latam, una investigación publicada por la Red Latam de Jóvenes Periodistas el 23 de octubre, PedidosYa contaba con más de 35.000 repartidores en todo el continente hasta mayo de este año. Si bien la mayoría logra superar el salario mínimo de sus países y en algunos casos duplicarlo, cerca de la mitad lo hace trabajando más de ocho horas diarias y teniendo que cumplir entre 240 y 420 entregas mensuales, sin ser reconocidos como empleados y, por lo tanto, no teniendo acceso a seguridad social, cobertura médica, aportes jubilatorios y otros beneficios de la legislación laboral, que deben gestionar, si pueden, por medio de empresas unipersonales.

A esto se le suma que las aplicaciones funcionan con un algoritmo que les da más pedidos de acuerdo a la calificación que reciben, sumado a los tiempos de entrega o la eficiencia. A su vez, rechazar un pedido también es contraproducente para la evaluación del algoritmo. Es decir que para recibir más pedidos hay que aceptar más y entregar más rápido, lo que muchas veces lleva a los trabajadores a saltearse normas de tránsito y sufrir accidentes por los que las empresas no responden.

A su vez, tener muchos pedidos puede resultar contraproducente. Un informe de la Organización Internacional del Trabajo publicado este año reveló que la tarifa para los repartidores se determina utilizando algoritmos basados en factores como la demanda y la distancia, y recién cuando se acepta el pedido el repartidor puede saber lo que cobrará. Cuantos más repartidores hay en la calle, menos pedidos por trabajador y, por lo tanto, menos ingresos.

PedidosYa, que fue fundada en Uruguay en 2009 y en 2014 fue adquirida por la alemana Delivery Hero, que también tiene acciones en Rappi, está valuada en 2.500 millones de dólares.