La preocupación por la pérdida de empleo es una de las mayores del movimiento sindical frente al impacto que generó la epidemia de covid-19 en la economía. En diálogo con la diaria, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, destacó algunas acciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). “Que los seguros de paro se prorrogaran por un año significó que algunos puestos de trabajo que estaban muy endebles, pero que van a volver, puedan mantenerse”, señaló. El dirigente advirtió que “eso requiere controles fuertes porque puede haber empresarios que hagan trabajar igual pero paguen sólo 75% del salario, y esa no es la idea, la idea es que trabajen media jornada”, pero dijo que “aun con estas dificultades que pudiera surgir, el camino fue el adecuado para la preservación de algunos miles de puestos de trabajos formales”. Además, Pereira comentó que el ministro Pablo Mieres ha expresado en varias oportunidades la voluntad del Poder Ejecutivo de ir en la dirección de la recuperación salarial a partir del 1° de enero de 2022, y “esto, en cierta medida, fue lo que había quedado aprobado en el acta” de la tripartita.

Pero el dirigente señaló que la necesidad de generación de puestos de trabajo es un problema pendiente. “Eso no es algo que dependa sólo del MTSS, Uruguay perdió en 2020 60.000 puestos de trabajo. Es una cantidad enorme, y más aun considerando que UPM está funcionando a buen ritmo”, dijo. Para recuperar esos empleos el sindicalista planteó la necesidad de inversión pública, porque la privada “está limitada por el problema de la pandemia de covid-19 a nivel planetario”.

“Es ahí donde no entendemos por qué el Estado uruguayo no se juega a una fuerte política de inyección de dinero en inversión pública, en especial en vivienda, para familias que tienen capacidad de pago pero no de ahorro. El Poder Ejecutivo [PE] tiene que tomar decisiones rápidas. Por un lado, políticas sociales compensatorias: el salario básico de emergencia, la canasta de servicios públicos, evitar lanzamientos y desalojos. Por otro lado, incentivar el mercado laboral con políticas contracíclicas. El gobierno tiene que tomar una decisión: o se endeuda, pero es una deuda que la va a asumir esta generación y la próxima, o se endeuda socialmente, es decir lo paga con decenas de miles de pobres”, dijo. Sobre la renta básica que el PIT-CNT propone aclaró que no es para evitar la movilidad de las personas sino para que coman, y porque es una manera de mantener en movimiento el mercado interno.

Para Pereira la recuperación económica va a ser lenta ya que “la bajada fue muy fuerte y la subida está siendo leve. No estamos ni empezando a subir, estamos en una situación muy diferente a la que había planteado el PE. Ojalá el producto nacional crezca este año, pero en el primer semestre lo veo difícil, porque [si bien llegaron] todavía no se dieron las vacunas, que parecen la medida más rápida de salida”.

El presidente de la central sindical opinó que en el gobierno hay “una obsesión” por evitar que aumente el déficit fiscal y recordó que se recortaron 380 millones de dólares en el presupuesto. “Los ministros en voz baja dicen que el recorte del presupuesto afecta su actividad, la más explícita ha sido Irene Moreira [ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial], pero todos están teniendo dificultades para ejecutar sus planes”.

Pereira opinó que el gobierno tiene que salir de la posición ortodoxa, “como ha pasado en el mundo. Más ortodoxa que Angela Merkel debe haber pocas en el mundo; sin embargo, en una circunstancia de este estilo tomó medidas heterodoxas en materia económica y generó condiciones para que el entramado productivo alemán no cayera”, dijo, y agregó que a pesar de que no se puede comparar a Alemania con Uruguay, “la receta más o menos es la misma: generar con recursos nuevos, de manera de que el aparato productivo no se paralice y la sociedad no caiga en la pobreza”.

Para el dirigente, no hay inversión privada porque “los capitales son cobardes” y hay poca “gente buscando en qué invertir”. Agregó que “si la inversión privada es escasa y la pública no aparece en cantidades importantes lo que va a seguir cayendo es el empleo”, y en ese caso, “nos estamos pegando un tiro en el pie”.

Teletrabajo y sindicatos

Pereira hizo hincapié en la relación de pertenencia al trabajo, pero señaló que en algunos rubros con la incorporación del teletrabajo las relaciones laborales cambiaron. Al respecto, aseguró que “este cambio se tiene que analizar de manera crítica”, y dijo que hay que dedicarle horas de estudio con un intercambio con la academia. “El trabajador en su casa tiene que tener todas las comodidades para poder hacer su tarea. Aunque ya lo era, el teletrabajo se convirtió en una maquinaria que hay que administrar”, afirmó. “Parto de la base de que ningún ser humano construye amplios abanicos sociales cuando trabaja, duerme y come en el mismo lugar. Salir de la casa tiene cosas que son muy sanas, así como tener un grupo de compañeros con los que intercambiar”, dijo.

“El trabajo es mucho más que un ingreso económico, es la posibilidad de interactuar, de tener sindicatos, de tener relación con los compañeros”, remarcó Pereira. “En todo caso hay que pensar en regímenes mixtos” y tratarlo de forma multidimensional, evaluando el impacto social, psicológico y la relación entre capital y trabajo, afirmó.

Una de las desventajas que el dirigente encuentra en el teletrabajo es la imposibilidad de que los integrantes de un sindicato tomen medidas al mismo tiempo y que “se construya el escenario para que no nos arrasen”, porque cuando “no hay sindicatos no hay derechos”.

Conflictividad

Con relación a la conflictividad estimó que este año puede aumentar si todas las propuestas del sindicato son ignoradas. “La conflictividad no es la decisión que un sindicato tome porque sí, es por las consecuencias sociales y económicas que sufre el pueblo uruguayo y que pagan los trabajadores y los jubilados. Caen los salarios, las jubilaciones y aumentan las tarifas, eso se llama ajuste fiscal”, agregó. Con este panorama las personas empiezan a hacer recortes, por ejemplo, deja de ir al cine, al teatro o a espectáculos musicales, afirmó, y se preguntó de qué va a vivir la gente de la cultura. “No puedo concebir una ciudad en la que los shoppings están abiertos y los teatros cerrados”, dijo. Insistió en que es urgente que el gobierno tome medidas compensatorias porque la caída del consumo arrastra a varios rubros, como ejemplo puso la suspensión del carnaval, que no sólo afectó a los grupos sino también a los comerciantes gastronómicos que durante más de un mes se dedican a vender en los distintos escenarios.

“Si el gobierno no toma medidas políticas sociales complementarias no es que vamos a pasar un poco peor, se va a establecer un problema en el tejido social y habrá decenas de miles de uruguayos descartados”, subrayó.