La Asociación de Trabajadores de la Enseñanza Secundaria (ATES) denunció que el personal no docente que no está en una institución educativa no está siendo agendado para la vacuna contra la covid-19, a pesar de “formar parte del grupo de riesgo”.

“La web uruguaysevacuna.gub.uy no nos autoriza a los funcionarios de Gestión y Servicios a realizar el trámite correspondiente para acceder a la agenda de vacunación contra la covid-19”, dice el comunicado difundido este domingo por ATES.

Los integrantes del sindicato denuncian también que las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) incurren en un incumplimiento, porque se habían comprometido a “incluir a los trabajadores no docentes en el grupo de mayor riesgo para proceder a la agenda y posterior vacunación”.

Pablo de León, presidente de ATES, dijo a la diaria que en febrero mantuvieron reuniones tanto con las autoridades de la ANEP como con el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y en esos encuentros les confirmaron que “las 84.000 relaciones laborales [de Secundaria] iban a ser pasadas a una agenda de vacunación”, Sin embargo, después de que se empezó a vacunar a los docentes, sostuvo, “nos llegó la versión de que sólo iban a ser ingresados en la agenda los funcionarios que trabajan en centros educativos, con lo que quedó fuera una cantidad de gente”: personas que trabaja en otras áreas, como oficinas centrales, otras dependencias e incluso la Oficina Reguladora, que “en ese momento estaba trabajando con público”, porque se estaban anotando los estudiantes para los cursos de 2021.

“Sin ninguna explicación, la ANEP violentó el acuerdo que alcanzamos. Esto va en contra de las disposiciones sanitarias que se habían determinado por intermedio del Ministerio de Salud Pública [MSP], y en ninguna de las gestiones que hicimos tuvimos una respuesta clara”, declaró De León.

Además, el presidente de ATES dijo que el personal no docente que ya recibió la primera dosis está teniendo problemas para agendarse para la segunda. “Esto no es un problema administrativo, es una discriminación absoluta, porque va en contra de los propios planes del gobierno de combate a la pandemia. Nos parece una arbitrariedad y un atropello lo que está sucediendo”. De León dijo que tampoco están teniendo ámbitos de negociación bipartita porque la directora general de Secundaria, Jenifer Cherro, no los recibe desde diciembre: “Tuvimos que salir a hacer la denuncia pública”, comentó.

De León contó que en Gestión y Servicios hay unos 2.400 funcionarios, repartidos en: administrativos, auxiliarles de servicio, y técnicos, e “incluso hay profesionales, porque los psicólogos también son de nuestro sindicato”. Aseguró que la situación se agrava en las oficinas centrales de Secundaria porque “hay una aglomeración importante [de funcionarios], razón por la cual el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en mayo de 2020, conminó al entonces Consejo de Educación Secundaria a cerrar determinados espacios”.

ATES reclama también que hubo un recorte de funcionarios del Escalafón F (Auxiliares de Servicio). Al respecto, De León especificó que hay liceos, como el 22 Juan Díaz de Solís, donde los auxiliares son insuficientes. “Tiene dos funcionarios y es un edificio de tres plantas”, uno es de Secundaria y el otro de una empresa tercerizada. Es imposible que puedan garantizar el protocolo sanitario”, dijo. Agregó que al problema de la falta de personal se agrega la sobrecarga de tareas, ya que antes hacían sólo la limpieza y ahora tienen que hacer la desinfección y sanitización. De León dijo que hay carencia de este tipo de personal en casi todos los centros, pero se suplen con la contratación de empresas o cooperativas.

“En Secundaria tenemos un universo de 1.700 cargos vacantes desfinanciados. Por lo menos desde hace un par de años ocurre que cuando una persona se jubila o cesa un cargo no lo reponen con otro funcionario de Secundaria, sino que ponen a una empresa y el cargo queda a disposición. Nunca hubo una explicación seria de adónde se va ese dinero”, comentó.

Por esta situación es que en los liceos faltan auxiliares de servicio, incluso también administrativos, porque se necesitan en la época en que se anotan los estudiantes. “Lo que hacen es poner horas extras, pero ahora de manera unilateral lo que hicieron fue suspenderlas. Si uno piensa que vamos a hacer guardias y trabajar menos, las horas extras no estarían justificadas, pero para muchos compañeros son un complemento importantísimo del salario. Lo que queremos plantear es que hay un lucro cesante de compañeros a los que hay que ver cómo ayudar, porque son los que tienen salarios más bajos”, concluyó.