“Hoy algunos miraban el tiempo y soñaban que capaz la lluvia nos iba a correr. ¿Qué saben ellos? Si el peludo de la construcción se levanta a la cinco de la mañana, con o sin lluvia, para ir a laburar”, exclamó el presidente del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), Daniel Diverio, ante miles y miles de obreros concentrados frente al Palacio Legislativo. Este jueves, la movilización “en defensa de las conquistas” recibió una caída impresionante de agua, pero no importó mucho.

Bajo una bandera gigante de Uruguay, los trabajadores de la construcción marcharon en reclamo de inversión pública y en contra de la reforma de la seguridad social, entre otras varias reivindicaciones. La medida incluyó un paro general a lo largo y ancho del país. A Montevideo llegaron del interior del país más de 120 ómnibus.

“La industria de la construcción hoy está en un nivel de ocupación muy por encima del promedio histórico”, reconoció Diverio al comienzo de su discurso. “Está claro que no estamos en una situación de desocupación”, recalcó. “Pero también tenemos claro que las obras empiezan y terminan, y que a principios de 2023, cuando terminen las obras importantes, podemos perder entre 10.000 y 12.000 puestos de trabajo. Por eso seguimos reclamando”.

El Sunca montó un escenario en la Avenida de las Leyes. La gente ocupó ambas sendas de la calle y sus alrededores, desde el Palacio Legislativo al edificio anexo. Los más humildes estimaban no menos de 10.000 personas; otros, más eufóricos, calculaban unas 30.000. En cualquier caso, la cantidad de trabajadores que se movilizaron este jueves coincide con la cantidad de puestos de trabajo que, según el sindicato, corren riesgo el próximo año.

Ante este panorama, el Sunca pidió más inversión pública. “Le estamos reclamando a la ministra de Vivienda [Irene Moreira], la señora esposa del general, que empiece a acelerar las obras que tiene asignadas, porque está frenado”, expresó Diverio. Afirmó que por “lo único” que actualmente “se cortan cintas” es por el programa de vivienda sindical. Cuestionó además la “promesa” del gobierno de “generar un fideicomiso de 1.000 millones de dólares” para obras de saneamiento en el interior del país, “cuando hoy lo que van a invertir no llega a 250 millones de dólares”.

“La vamos a dar contra el piso”

Frente al Parlamento hubo críticas a dos proyectos de ley. Primero fue rechazado el que introduce modificaciones a la ley de negociación colectiva, recientemente aprobado por la Cámara de Representantes. “Lo intentó hacer el gobierno anterior y lo trancamos. Este proyecto tiene como objetivo dinamitar la unidad del movimiento sindical, pero que les quede claro que no hay ninguna ley que pueda romper la unidad de los trabajadores”, manifestó Diverio.

El segundo proyecto rechazado fue el de la reforma de la seguridad social, que ingresará el viernes al Parlamento. El presidente del Sunca dijo que “duele” cuando “nos encontramos compañeros con sesenta y pico de años recorriendo obra por obra para juntar los añitos que les faltan para jubilarse”. Apuntó que con el régimen actual cuatro de cada diez trabajadores “no logran jubilarse”, “se jubilan por edad avanzada”.

“Y a estos salvajes la única idea que se les cae es aumentar los años para jubilarse”, cuestionó Diverio. Al igual que el PIT-CNT, afirmó que el Sunca está en contra de la reforma jubilatoria del gobierno y aseguró que junto al campo popular “la vamos a dar contra el piso”. Y también envió un mensaje a determinados sectores: “Algunos pechos fríos están vacilando. No vacilen más. Es ahora. Hay que decir que no”.

Asimismo, Diverio propuso la creación de una fiscalía especializada en accidentes de trabajo. En ese sentido, mencionó un reciente informe del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) que muestra una disminución de la siniestralidad laboral en los últimos dos años. “Cuando le preguntan al ministro [Pablo Mieres] cuáles fueron los motivos, argumenta que los empresarios tienen más conciencia, los trabajadores se cuidan más y el cuerpo inspectivo del MTSS controla más”.

“Mi amigo Pablo, algunas cosas te olvidaste. El sindicato de la construcción y el pueblo uruguayo se movilizó y logró una ley de responsabilidad penal empresarial en 2014. Eso fue lo que hizo bajar los siniestros laborales”, afirmó; y añadió que, en aquel entonces, cuando se votaba la ley “teníamos acá una pantalla gigante para ver quiénes votaban a favor y en contra” y “este ministro, sentado en el Senado, votó en contra de la ley de los trabajadores”. “Tenemos memoria, no nos olvidamos”.

Unidos y adelante

El punto de encuentro de la movilización del Sunca fue la explanada de la Universidad de la República (Udelar). La intención fue transmitir apoyo a los sindicatos y los gremios de la educación en su reclamo por mayor presupuesto y su rechazo a la transformación educativa. De hecho, aparte de Diverio, la única oradora en el acto fue Camila Menchaca, integrante de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria.

“Ustedes dicen que el Sunca es una gran familia. Lo que está haciendo el gobierno es atacar a su familia, a sus hijos, y la posibilidad de estudiar de cientos de miles de jóvenes en todo el país”, manifestó Menchaca. Cuestionó que mientras 43% de los estudiantes de secundaria tienen “inseguridad alimentaria”, “la preocupación del gobierno es mejorar los números”. “Nosotros pedimos más presupuesto para atender las verdaderas necesidades de la educación pública y que no haya ningún botija en una clase desmayándose de hambre”.

En diálogo con la diaria, bajo lluvia en la explanada de la Udelar, Richard Ferreira, dirigente del Sunca, comentó que el vínculo “tiene una larguísima historia”, desde “aquella vieja consigna, obreros y estudiantes, unidos y adelante”. “No nos da lo mismo la pelea que está dando la Udelar y toda la educación”, afirmó.

Presente en la movilización, Sergio Sommaruga, dirigente del PIT-CNT y del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza Privada, dijo a la diaria que el movimiento sindical uruguayo tiene como “característica identitaria” la “batalla por los derechos colectivos”. En ese marco, sostuvo, “la defensa de la educación pública, a la que asisten los hijos y las hijas de las familias trabajadoras, forma parte del rico patrimonio del movimiento sindical”.

Las cámaras empresariales

La plataforma de reivindicaciones del Sunca estuvo dirigida casi en su totalidad a las políticas del gobierno. Consultado sobre el posicionamiento ante el sector empresarial, Ferreira indicó que “las cámaras empresariales vienen impulsando muchas de las reformas del gobierno”. A modo de ejemplo, señaló que ningún empresario se expresó en contra de los cambios votados a la ley de negociación colectiva.

“Esta movilización tiene que ver con las políticas del gobierno que están generando mayor desigualdad, pero también tiene que ver con un rechazo al impulso de esas políticas por las cámaras empresariales”, resaltó el dirigente del Sunca.

Días atrás, en entrevista con la diaria, el presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay, Diego O'Neill, opinó que la movilización de este jueves tenía “un contenido más ideológico o político que de reivindicación laboral”. “Obviamente no estamos de acuerdo”, remarcó, aunque valoró la “cultura de negociación” y el “espacio de trabajo conjunto” que existe con el Sunca.