El 3 de julio de 2019, la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia (CPDC) del Ministerio de Economía y Finanzas comenzó una investigación de oficio sobre “presuntas prácticas anticompetitivas” de Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) dentro del mercado cervecero uruguayo. El 26 de abril de este año finalizó la investigación y el 18 de octubre se emitió la resolución, a la que accedió la diaria. En ella se constató “la existencia de un abuso de posición dominante por parte de FNC”, que consiste en la celebración de acuerdos de exclusividad con minoristas que tienen como consecuencia “un cierre anticompetitivo del mercado” y “limitan a los consumidores la posibilidad de optar por diversas marcas”.

Para la investigación se analizó información que aportaron las empresas Milotur SA, el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay, Pontyn, la Asociación de Microcervecerías Artesanales del Uruguay, la Cámara de Cervecerías Artesanales del Uruguay, Bizarra, Leopoldo Gross y Lisley. A partir de esos datos, el documento observó que “resulta claro que FNC continúa realizando exclusividades con los minoristas para que únicamente vendan sus cervezas, tratándose de acuerdos en su gran mayoría de tipo verbal, verificándose que no sólo los competidores se ven afectados, sino también los consumidores”.

De acuerdo a la resolución, FNC tiene una participación del mercado superior a 90% y celebró acuerdos de exclusividad con 6.000 comercios, “lo que representa 40% del volumen de ventas”. La empresa denunciada “reconoció” que mantiene más de 6.000 contratos de exclusividad, pero “según otros criterios manejados por la denunciada, podrían ser aproximadamente 12.000 comercios, lo que representa 74% del volumen de ventas”. A raíz de esa situación, la CPDC le aplicó a FNC una multa de 36 millones de unidades indexadas (poco más de 200 millones de pesos, unos cuatro millones de dólares) y ordenó el cese inmediato de este tipo de conductas por considerarlas “ilegales”.

En diálogo con la diaria, Mariano Mazzolla, autor del libro La revolución de la cerveza artesanal en Uruguay y exgerente de desarrollo de negocios de Birra Bizarra, dijo que hace aproximadamente un año, cuando él aún formaba parte de Bizarra, fueron consultados sobre la situación de FNC para la investigación de la CPDC. Apuntó que más allá de la sanción económica, que es la más grande que se ha hecho, el principal problema es la reincidencia: “Es la tercera vez en diez años que le ponen este tipo de multas y le dicen que dejen de hacerlo. Las dos veces pasadas no les dieron bola, esta va a ser la tercera”. Las anteriores sanciones fueron en 2013 y 2017, según informó el diario El País; el costo para FNC fue de 1.360.000 dólares y 1.900.000 dólares respectivamente. La reincidencia de FNC a pesar de las multas fue un factor que consideró la CPDC para elevar la cifra de la sanción que impuso en la actualidad.

Con el objetivo de que FNC no vuelva a hacer caso omiso a las sanciones, Mazzolla comentó que integra un grupo de productores cerveceros que se organizaron para hacerles llegar su descontento a “instituciones y a la sociedad” y que haya una condena para este tipo de acciones. “Queremos que no quede solamente en una sanción económica. Es un montón de plata, pero para una empresa como FNC no es nada; es ridículo, porque si tiene un contrato de exclusividad puede hacerle pagar la multa al consumidor. Si mañana le suben el precio a la cerveza dos pesos, el consumidor la tiene que pagar igual”, explicó. Según Mazzolla, las consecuencias de los acuerdos de exclusividad no están sólo en el aumento de precio: “Cuando vas a un supermercado a comprar una cerveza, las cervezas en frío que tenés son sólo de FNC; la exclusividad también está en ese tipo de cosas”, indicó.

Apuntó que FNC ya no es una empresa uruguaya, es una multinacional que no está “protegiendo el trabajo o el desarrollo nacional” y que eso se refleja en decisiones como la de importar latas de cerveza Pilsen y Norteña desde Argentina porque es más barato que producir en Uruguay. “Una multinacional nos está poniendo una pata encima a los productores cerveceros. Es ilegal, son reincidentes y [se manejan] con una violencia e impunidad que dan miedo”, planteó.

Contó que se contactaron con la Asociación Uruguaya de Agencias de Publicidad para que estén al tanto de las acciones de FNC a la hora de dar los premios Effie Awards (una instancia que premia la eficiencia publicitaria): “Nosotros decimos que esa gente hizo trampa, utilizó métodos ilegales para obtener esos resultados, por eso queremos que se le retiren los premios”. Algo similar hicieron con la Cámara de Industrias del Uruguay, ya que entienden que las acciones de la empresa de capitales multinacionales están “fuera del código de ética” de la cámara y que deberían echarla. “Si no se condena este tipo de actitudes y actividades ilegales, nada impide que vuelvan a hacerlo después”, concluyó.