El 16 de febrero dos trabajadores murieron en la ruta 3, kilómetro 518 (Salto); se trataba de un transportista que llevaba ganado y de un trabajador de la construcción. Ese día el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) emitió un comunicado en el que, además de convocar a un paro para el viernes siguiente, puntualizaba: “El compañero fallecido se encontraba haciendo tareas de bacheo, trabajando para la empresa Gofinal SA”. Al paro también se sumó el Sindicato Único del Transporte de Carga y Ramas Afines (Sutcra). Los transportistas aseguraron que el hombre que manejaba el camión llevaba alrededor de 24 horas trabajando, denunciaron falta de controles por parte de los organismos estatales y jornadas de trabajo que superan las 15 horas.

El 3 de marzo el Sunca informó sobre otro fallecimiento en una obra en ruta; en este caso se trató de un trabajador oriundo de Paysandú, que murió cuando chocaron de manera frontal una camioneta y un camión que trabajaban para la misma obra, en el kilómetro 26.100 de la ruta 59.

Héctor Abad, secretario de Seguridad e Higiene del Sunca, dijo a la diaria que en la actualidad hay pocos accidentes en la construcción: “Antes de 2014 había una cantidad importante, pero después bajaron radicalmente por un conjunto de medidas y acciones que tienen que ver con normativas, capacitación y los ámbitos bipartitos y tripartitos. Construimos una protección y una cultura. Hoy no es tan normal que un trabajador se caiga en altura, es más fácil que se dé un accidente en una ruta”.

Abad hace referencia a 2014 porque ese año se promulgó la Ley 19.196 de Responsabilidad Penal Empresarial, una de las normativas que a criterio del integrante del Sunca ayudó a reducir los siniestros.

Sobre los dos accidentes en los primeros días del año dijo que se vinculan a una misma empresa (Gofinal SA). “Nosotros tenemos registro que dice que desde 2014 a la fecha esta empresa está involucrada en seis accidentes fatales, cinco de ellos en ruta y uno en un depósito”, dijo, y aclaró que en los últimos tres años (2019, 2020 y 2021) hubo en total en la construcción 12 accidentes con fallecimiento de trabajadores; de estos, seis fueron en ruta.

Con relación a las condiciones de trabajo aseguró que, a pesar de que no son las causas de las muertes, hay una medida de seguridad importante que no se está cumpliendo. “Cuando una persona entra tiene que tener una charla de instrucción del técnico prevencionista en las obras, algo que está dentro de la normativa”. En esa charla, de por lo menos dos horas, el profesional le tiene que indicar al trabajador los peligros a los que se va a enfrentar en esa etapa de la obra, “esto en general no pasa en las rutas”, comentó. “Cambian de lugar de trabajo, van a otro tramo de la ruta, y deberían tener una charla, tal vez no de dos horas, pero le tienen que advertir sobre el peligro en ese lugar, y esa charla no se da. El técnico prevencionista en algunos casos llega, cumple una forma y se retira”, aseguró Abad. La responsabilidad de que el prevencionista dé la información en tiempo y forma depende de la empresa.

“Otro de los problemas que tenemos en este tipo de obra es que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, que tiene la mayoría de las obras bajo su órbita, no controla, y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social [MTSS], si no presionamos para que vayan cuando hay accidentes leves, tampoco va”, comentó Abad.

“Los delegados de seguridad tenemos cinco horas para recorrer y contamos con un procedimiento de detención de tareas. Cuando el delegado encuentra una situación en la que hay un riesgo inminente para la salud del trabajador tiene la potestad de detener la tarea y retirar al trabajador a un lugar seguro, designarle otra tarea, pero si no la hay deberá resguardarse mientras se soluciona el problema. Si funcionara bien ese engranaje habría menos accidentes, pero falta la pata del Estado que no funciona”, dijo.

Sin embargo, desde el MTSS, Tomás Teijeiro, inspector general del Trabajo y de la Seguridad Social, informó a la diaria que en los últimos tres años aumentó la cantidad de inspecciones en la construcción. En 2019 hubo 1.336 inspecciones, en 2020 1.353, mientras que en 2021 se llegó a 1.975, con una variación porcentual ascendente de 48%. En cuanto a las actas realizadas, en 2019 fueron 542 ; 512 en 2020 y 687 en 2021; en este caso la variación fue de 27%. Los trabajadores abarcados en 2019 fueron 19.112; en 2020, 20.507, y en 2021, 29.012; 52% más. Teijeiro declaró que las inspecciones aumentaron en el sector “y se realizan en todas las obras”.