Este martes la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC) hizo un paro general en Montevideo de 9.30 a 12.30 y se movilizó frente a la planta 1 de la empresa, ubicada en Magallanes y Asunción.

La medida se adoptó en rechazo al despido de una trabajadora, concretado el 27 de junio, considerado como “abusivo” por el sindicato, que ya hizo un paro de 24 horas por esta razón el viernes 1° de julio.

Se trata de una operaria “con 15 años de trabajo”, que fue despedida “sin ningún tipo de sanción, no respetando el procedimiento disciplinario vigente, negando la oportunidad de defensa alguna”, había informado el sindicato en un comunicado emitido la semana pasada.

El secretario general de AOEC, Luis Goichea, dijo a la diaria que luego del despido y durante varios días hubo contactos con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y el PIT-CNT. “El 30 de junio hubo una reunión en el PIT-CNT a la que asistió el presidente de Conaprole, Gabriel Fernández, para intentar ver si era posible revertir este despido”, contó.

“Es un despido arbitrario, que no respeta los acuerdos y convenios que tenemos de procedimiento disciplinario ante cualquier tipo de situación y falta. Hay un procedimiento que implica notificar al trabajador, este tiene que declarar, puede presentar pruebas, testigos, ser asesorado. Todo ese procedimiento que está acordado desde 2011 Conaprole no lo aplicó en este caso. Le dijo a la trabajadora un día que no iba a contar más con su servicios, que tenía problemas de relacionamiento y que la despedía por razones de mejora del servicio”, explicó Goichea.

Paralelamente, y junto con la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), AOEC está en conflicto desde el 3 de junio por no compartir una cláusula de paz que la Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU) quiere incorporar al convenio colectivo, que se viene negociando en el Consejo de Salarios del sector.

“La parte salarial está acordada. El tema es que se pretende colocar una cláusula de paz abusiva, leonina, pretendiendo limitar todo tipo de acción de los sindicatos en torno a cualquier punto. Nosotros estamos de acuerdo en firmar una cláusula de paz, como lo hemos hecho históricamente, siempre que tenga que ver con los temas acordados en los convenios, pero hay temas puntuales que son de cada empresa que no se discuten en el Consejo de Salarios”, sostuvo el dirigente.

“Entonces, un ámbito que no discute sobre determinados temas no puede limitar que los sindicatos tomen medidas sobre estos temas, teniendo en cuenta que la herramienta que tenemos los trabajadores, cuando una cosa se complica, son las acciones que podemos llevar a cabo”, continuó.

Goichea dijo que además tienen un procedimiento de prevención de conflictos que implica que “antes de tomar cualquier tipo de medidas hay que recorrer todo un camino de distintas instancias tripartitas, bipartitas y hasta llegar al Consejo de Salarios, y mientras eso ocurre nadie puede tomar medidas”.

Tanto en el conflicto por la cláusula de paz como en el generado por el despido de la trabajadora no ha habido ningún avance. Por eso, este jueves la FTIL adhiere al paro general parcial del PIT-CNT con un paro a nivel nacional, y con la venida de trabajadores desde todo el país para realizar una concentración entre 8.30 y 9.30 frente a la planta 1 de Conaprole, para luego marchar hasta la plaza Independencia y sumarse a la concentración general de la central de trabajadores.

Además, el 14 y 15 de junio se realizará una Asamblea Nacional de la FTIL y, “si se llega a esa instancia sin alguna propuesta en torno a ambos temas para que se puedan resolver, va a haber medidas mucho más duras para los próximos días”, advirtió Goichea.

El dirigente remarcó que, durante los paros y otras medidas, los trabajadores siguen recibiendo la leche remitida por los productores, la procesan y aseguran el abastecimiento de leche fresca a la población.

Por su parte, Fernández dijo que la producción y el abastecimiento se están viendo afectados por las medidas sindicales, y opinó que hay “una predisposición negativa a que la producción camine”.

En declaraciones a Subrayado, el presidente de Conaprole aseguró que el conflicto “lleva más de seis meses” y que “la empresa tiene que seguir operando, produciendo, contratando personal”. “Se han hecho ascensos, modificaciones salariales, la empresa está viva y tiene que seguir trabajando y va tomando decisiones que son independientes al conflicto”, agregó en referencia al despido de una trabajadora.

La distribuidora de helados y congelados

“Cemesa se vendió. ¿Usted productor recibió algún peso?”, decía una pancarta colocada este martes por el Sindicato Único de Empleados de Cemesa (Sudec), que también paró y se unió a la movilización de AOEC. Cemesa, luego Fritran SA, que pertenecía 100% a Conaprole, fue transferida en mayo de 2018 al grupo Transamérica. Esta empresa distribuye los helados Conaprole y otros productos congelados con esa marca (pizzas, alfajores, etcétera) y otros productos importados con otras marcas (papas fritas). El sindicato se encuentra en conflicto ante una reestructura anunciada por la empresa.