Ante la falta de condiciones para sellar un convenio colectivo entre la Asociación de Comerciantes de Granos y la Federación Uruguaya de Trabajadores de Empresas Cerealeras (Futec), representada por la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys), el gobierno presentó los lineamientos para el sector y determinó la votación para cerrar las negociaciones en los Consejos de Salarios. En dicha instancia, el Poder Ejecutivo y los empresarios votaron a favor y los trabajadores en contra.

Héctor Castellano, integrante del Consejo Directivo Nacional de Fuecys y delegado en los Consejos de Salarios por la Futec, explicó a la diaria que “nos presentamos en la ronda de Consejos de Salarios con dos iniciativas, en una de ellas acordando con los lineamientos del Poder Ejecutivo. Eso nos permitía recuperar las pérdidas que tuvimos en los dos años de pandemia, y los lineamientos nos aseguraban mantener ese poder adquisitivo, asegurando la inflación prevista por los dos años. Nosotros estábamos totalmente de acuerdo, porque recuperamos un dinero que nos debía el sector empresarial, y con el IPC [índice de precios del consumo] previsto lo manteníamos, pero hasta ahí no veníamos hablando de un aumento real del salario, solamente de recuperar y mantener”.

Agregó que se le propuso al sector, a diferencia de otras veces, buscar un indicador económico que estableciera que si el sector cerealero llegaba a crecer en estos dos años, “compartir algo de ese crecimiento” con aumentos salariales, pero si el sector demostraba que no había tenido crecimiento, los trabajadores “empataban” el salario. “A esa propuesta, que a nuestro juicio es muy sensata y responsable, nos dijeron que no. Entonces, acordar algo que ya teníamos mediante los lineamientos del Poder Ejecutivo no justificaba mucho, porque si voy a una negociación y no me dan nada, simplemente reafirman... No nos entendimos”, explicó.

El representante del sector detalló que “los lineamientos sólo dicen que se recupera lo perdido entre 2020 y 2022 con aquellos convenios puentes que se hicieron, que como eran con inflaciones previstas, la inflación fue más de lo que realmente se había acordado. Eso generó una deuda a favor de los trabajadores. Los lineamientos aseguran que esa deuda, que está entre 2,4% y 2,5%, en el transcurso de este convenio la recuperaremos. Estas pautas establecen, a partir del 1° de julio pasado, la inflación prevista en los 12 meses siguientes con correctivos anuales. Quiere decir que si la inflación llega a ser más de lo previsto, en julio de 2024 tendríamos ese correctivo. Suena lindo, pero no es un aumento del sueldo”.

Castellano resaltó que, pese a haberse cerrado las negociaciones por votación, “la mayoría de las cooperativas del sector están dispuestas a dar algo más, pero acá el problema tiene nombre y apellido: la cooperativa Copagran, que fue la que llevó adelante las negociaciones y cuyo representante entendió que no correspondía darles nada a los trabajadores”. “Hay cooperativas cerealeras que se están comunicando con la Futec para intentar mejorar en algo los lineamientos del Poder Ejecutivo”, informó, y agradeció la intervención y el esfuerzo del director nacional de Trabajo, Federico Daverede, “quien entendió que nuestro planteo en el tema era sensato”.

Consultado sobre si la ley permitía alcanzar acuerdos entre la Futec y las empresas cerealeras, por sobre la votación y los lineamientos del gobierno, respondió que “la propia ley permite poder encontrar acuerdos por encima de lo que se logró en el sector, de común acuerdo con la empresa. Lo que nosotros queremos hacer, como sindicato único de las cerealeras, es demostrar que era posible haber acordado algo si Copagran no hubiera estado tan a la negativa. Lo que se va a conseguir, sin duda, tiene alcance exclusivo para la empresa donde se acuerde, no va a ser para todo el sector, pero nos va a permitir un antecedente, y en una próxima negociación colectiva demostrar que si hay buena voluntad de ambas partes es posible acordar”.

El dirigente sindical comentó también que se intentará cerrar los posibles acuerdos con las empresas interesadas en el transcurso de este mes. “Por ejemplo, uno de los mecanismos que pueden ser útiles para conseguirle algo más para el trabajador es la idea de un aguinaldo entero a fin de año, o un premio a fin de año por la productividad que tuvo esa empresa, o sea, buscar elementos que permitan mejorar en algo los salarios de los trabajadores”, dijo.

Lineamientos del Ejecutivo

El acuerdo se aplica desde el 1° de julio de 2023 y va hasta el 30 de junio de 2025. Dentro de ese período habrá cuatro ajustes semestrales: el 1° de julio de 2023, el 1° de enero de 2024, el 1° de julio de 2024 y el 1° de enero de 2025, según el acta a la que tuvo acceso la diaria.

En el ajuste de julio pasado se aplica un 2,7% por concepto de IPC proyectado para el semestre. Para el próximo 1° de enero, es un 5,2% que está compuesto por un 4,4% de inflación proyectada para el semestre y un 0,8% por recuperación (primer tercio de recuperación salarial). Para el 1° de julio de 2024 el ajuste es de un 2,1%, compuesto por un 1,3% de IPC proyectado para el semestre y un 0,8% de recuperación (segundo tercio de recuperación salarial). Para el 1° de enero de 2025 hay un ajuste del 5%, compuesto por un 4,2% de IPC proyectado para el semestre y otro 0,8% por concepto de recuperación salarial.

Los salarios que se ajustan son mínimos nominales y por 44 horas semanales de labor. En referencia a los correctivos, y según expresa el acta, “a los 12 meses de vigencia del acuerdo, se aplicará un ajuste salarial por la diferencia real acumulada durante el período 1° de julio 2023 y 30 de junio de 2024, y la acumulación de la inflación proyectada otorgada en el mismo período”. Lo mismo sucederá a los 24 meses del acuerdo, abarcando las fechas 1° de julio del 2024 y el 30 de junio del 2025.