Ante la imposibilidad de un chequeo riguroso que permita, con cifras justas u oficiales cotejar datos, pero con la certeza de que tres cuartas partes, mínimo, de los concurrentes al estadio Metlife de Nueva Jersey eran uruguayos, seguramente estamos ante el espectáculo que fuera de Uruguay fue visto in situ por más uruguayos al mismo tiempo. Según las cifras oficiales brindadas por la organización, hubo en el partido entre uruguayos y bolivianos 48.033 espectadores en el Metlife. Las estimaciones más reiteradas hablan de entre 35.000 y 40.000 aficionados de Uruguay, pero hay una coincidencia plena de que mínimo había 30.000 celestes.

Ningún otro acontecimiento que no sea un partido de fútbol había hasta el jueves convocado a tantos orientales en un mismo lugar, y los antecedentes que se acercan a esta cifra inusual de por lo menos 30.000 celestes –que podrían haber sido 40.000 pero no hay forma de demostrarlo– nos conducen siempre a Argentina y las tres finales que Uruguay jugó en la provincia de Buenos Aires en los últimos 37 años –la edad de Luis Suárez, uno de los convocantes al partido récord–: la final de la Copa América de 1987 ante Chile en el Monumental con triunfo 1-0 y vuelta olímpica, la final de la Copa América 2011 con el rotundo 3-0 ante Paraguay y la final del Mundial sub 20 en 2023 en el estadio Único Diego Maradona de La Plata, con triunfo y título para los celestes.

De todas partes vienen

En 1987 asistieron a la final de la Copa unas 35.000 personas con una cantidad de uruguayos que no llegó a los 10.000. Eran épocas en que las entradas se compraban en el estadio a lo sumo desde dos días antes, o sea un día después de que en su primer partido Uruguay hubiese eliminado a los campeones mundiales del 86 con el mejor Maradona, por lo que era improbable conseguir y planear un viaje. Igual viajaron unos miles, pero no había facilidades.

Distinto por mayor capacidad de traslado inmediato –porque se podía acceder a las entradas on line y porque Uruguay venía demostrando que estaba para campeón– fue la final de 2011 ante Paraguay y el maravilloso triunfo 3-0, cuando aproximadamente 20.000 uruguayos pudieron acceder a entradas para ver el triunfo del equipo de Tabárez. Esa vez la demanda fue muy intensa, pero miles de entradas habían sido negociadas con muchísima anticipación y estaban en manos de argentinos, y también de muchos brasileños que pensaban que llegarían a la definición, por lo que para los uruguayos hubo menos de 10.000 entradas negociadas directamente.

Algo parecido sucedió con la final del Mundial sub 20, en 2023, en la que Uruguay ganó ante Italia por 1-0 con gol de Luciano Rodríguez cuando la celeste por primera vez consiguió un mundial en juveniles. Para ese partido final, las entradas ya estaban agotadas antes de que se empezara a jugar el torneo, y la fuerte expectativa argentina hizo que no quedaran entradas para un campeonato en el que la albiceleste no pudo avanzar. De las 44.000 entradas que se vendieron para la final en La Plata, seguramente, deben haber llegado a ver la vuelta olímpica entre 25.000 y 30.000 argentinos, por más que ese fin de semana viajaron a Buenos Aires más de 45.000 personas por aire, mar y tierra.

Difícil repetir

Ya en Miami había habido una muy linda entrada de uruguayos cuando la celeste de Bielsa derrotó a Panamá por 3-1 en el partido inaugural de los nuestros, pero se sabía que la más grande colonia de uruguayos está ubicada en Nueva Jersey, por lo que se esperaba una gran concurrencia y un mejor ambiente: único, uruguayo, con mucha emoción, con mate asado y camisetas celestes.

El lunes Uruguay enfrentará a Estados Unidos en Kansas en el Arrowhead Stadium, un estadio con espacio para 76.416 personas, en el centro del país, lejos de Nueva York, a 2.300 kilómetros de auto, o tres horas de avión, por lo que es esperable que no puedan llegar tantos uruguayos, que incluso capaz se reservan para viajar a su casi seguro partido de cuartos de final, que será el sábado 8 y que podría ser en Las Vegas, en el Allegiant Stadium de Paradise, si es primero, o en Phoenix, en el State Farm Stadium de Glendale, si es segundo.