Este martes en la sala Enrique Erro del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), la presidenta de la República en ejercicio, Carolina Cosse; el titular de la cartera, Juan Castillo; el inspector general del Trabajo, Luis Puig, y la subinspectora general, Andrea Bouret, presentaron el informe anual sobre accidentalidad en el trabajo que elabora la Inspección General del Trabajo y de la Seguridad Social (IGTSS). En 2025 se registraron 41 accidentes laborales fatales, 13 de los cuales ocurrieron en el primer trimestre, 11 en el segundo, 12 en el tercero y cinco en el último, lo que consignó una “reducción sustancial” y configuró una baja del 58%, si se compara el último trimestre con el tercero, y de 66% si se compara entre los últimos dos cuatrimestres.

Castillo señaló que este tema es una preocupación central de su administración y dijo que “no había tiempo para lamentos” ni para “distraernos en pasar facturas hacia atrás”, sino que era preciso “trabajar y hacer una gran campaña que denominamos ‘Por la vida, por la salud y por la seguridad en el trabajo’”.

“De 2014 a 2019 logramos una reducción importante en los accidentes laborales, producto de la discusión de determinada normativa que permitió poner arriba de la mesa la importancia de la prevención. Una segunda etapa tuvo lugar en la pandemia, cuando se produjo una reducción producto de la baja en la actividad, y de alguna manera hubo un rebote desde 2021 en adelante, que nos llevó a que a principios de 2025 estuviéramos al mismo nivel de 2014, con una altísima accidentalidad. Perdimos diez años como sociedad”, subrayó Puig al analizar la trayectoria del guarismo.

En ese sentido, exhortó a “redoblar esfuerzos” para que la reducción “significativa” que se registró se pueda “reafirmar y mantener en el tiempo”, a los efectos de lograr “asociar el trabajo con la vida y no con el accidente, con la discapacidad o con la muerte”. En una rueda de prensa señaló que la reducción demuestra “que es posible bajar la accidentalidad laboral” y que las cifras representan una “tendencia a seguir profundizando”. No obstante, celebró el logro porque “el último trimestre históricamente ha tenido la mayor cantidad de accidentes, y octubre y noviembre son meses en los que la siniestralidad laboral se ha demostrado alta en los últimos años”.

Sobre las metodologías de medición, desde el MTSS visualizaron que no se contabilizaba a aquellos empleados que “tenían un accidente de tránsito en ocasión del trabajo” y decidieron incorporarlos, lo que arrojó que durante “una parte importante del año se llegó a tener un accidente laboral mortal por semana”. Anunció, por otro lado, que la cartera trabaja en conjunto con el Banco de Seguros del Estado (BSE) en la creación de “un observatorio con gobernanza compartida que va a permitir analizar y poder dar respuestas al tema de la accidentalidad en tiempo real” al “promover políticas de prevención”, y también mantienen intercambios con la Fiscalía General de la Nación (FGN)para contar con “mecanismos ágiles” a la hora de estudiar “en qué casos se violó la normativa”.

Por su parte, Cosse destacó la “bajada drástica en accidentes mortales del último trimestre” y apuntó a que, si bien “todavía no puede ser explicada por los datos”, “hay que seguir haciendo lo que se viene haciendo desde abril”. A su vez, reparó en que “parece razonable pensar que los rubros que se llevan la mayor cantidad de accidentes también están afectados por su natural estacionalidad” y, en suma, reiteró un elemento que “deberíamos tener siempre presente, pero a veces es bueno recordar: no hay nada más importante que la vida”.

“Nuestro objetivo es cambiarle la vida a la gente. Está en la tapa del libro que en una sociedad del cuidado lo primero es la vida de los trabajadores. En un momento del mundo muy complicado, del trabajo muy desafiante, después de muchas lecturas y discusiones, se arriba usualmente a que la mejor forma de proteger el trabajo del futuro es proteger a los trabajadores”, cerró.

Metodología del MTSS

Bouret explicó que el MTSS recaba la información de los accidentes laborales a través del BSE, el Ministerio del Interior (MI), la FGN, la prensa, los sindicatos o las propias empresas. “Hemos integrado al 100% del conjunto de las ramas de actividad y cuando sufren un accidente grave o mortal la IGTSS concurre a investigarlo”, detalló. Esto deriva en la realización de pericias para determinar las causas que llevaron al accidente y en una intimación a la empresa para que tome medidas de prevención en un plazo determinado.

Informó que el 100% de las víctimas de accidentes mortales fueron hombres y que más de la mitad ocurrieron en la capital. Durante el primer, segundo y tercer trimestre el 100% de los analizados tuvo como causa principal la “caída a diferente altura”, mientras que durante el cuarto trimestre el 33% fue a raíz de contacto eléctrico. Concretamente, durante el segundo trimestre la rama de actividad con más accidentes mortales fue el trabajo rural, que acumuló el 44%, y durante el tercero el 75% ocurrió en la construcción, que según dijo Puig en la rueda de prensa durante este año tuvo 13 fallecimientos.

“Este cambio se va a lograr si trabajamos transversalmente. Estamos invitando a todos a ser parte –las intendencias, la Unasev, organismos, empleadores y trabajadores– a ser parte del trabajo colectivo, porque nada se logra en solitario. Nuestro objetivo es adecuar a las empresas en cuanto a la normativa vigente, tener puestos de trabajo seguros y sanos, en los que podemos reafirmar que la seguridad laboral es, por lo tanto, un derecho humano fundamental”, cerró Bouret.

En materia de recursos, Puig dijo que si bien el cuerpo inspectivo está “diezmado” y cuenta con 86 funcionarios, se está desarrollando un concurso interno de ascenso “para ocho cargos”, a los que se suman ocho más que adjudica la ley presupuestal “para 2026, a partir de un concurso público”, adelantó.