Este lunes tuvo lugar una reunión tripartita en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social entre los trabajadores de la panadería y confitería La Vienesa, el empresario Alejandro Aguerre y el Poder Ejecutivo, para avanzar en la determinación del futuro de la empresa, que afronta problemas financieros y que, finalmente, este lunes, su dueño informó que cerraría cinco de las ocho sucursales.
Sin embargo, el presidente de la Mesa Coordinadora del Pan y Afines, Luis Echeverría, dijo a la diaria que Aguerre “no presentó” soluciones en esta tripartita, “como no lo ha venido haciendo en esas últimas dos o tres” reuniones anteriores. “Lo único que tenía era un plan en lo teórico, pero en lo práctico nunca se pudo aterrizar porque, primero, no tenía sustento económico y, segundo, no había organización del trabajo y de la producción, por lo que los trabajadores y trabajadoras de La Vienesa lo rechazaron”, reconstruyó.
Según explicó Echeverría, en un principio, cuando la Mesa alertó de la situación financiera de la empresa, Aguerre dijo que “no estaba quebrado y que podía sostener las ocho sucursales abiertas”, aunque desde el sindicato entendían que no era así, ya que la contadora de la empresa, con la que se reunieron, “dijo que estaba complicada la situación financiera”.
Señaló que hace aproximadamente un mes se les transmitió la posibilidad de una reestructura que consistía en que cerraran cinco sucursales y quedaran tres abiertas, “en el entendido de que había una deuda que en principio eran 200.000 dólares”. Sin embargo, más tarde tomaron conocimiento de que la deuda ascendía a 400.000 y, finalmente, subió a casi un millón de dólares.
En ese punto, explicó, “el panorama cambió completamente y no podía ser sostenible ni siquiera teniendo tres sucursales abiertas, porque no tenía [dinero] para pagar deudas con acreedores, para comprar la materia prima ni tampoco para afrontar los adeudos salariales”.
Ante esta realidad, se le advirtió al empresario la necesidad de que diera una solución concreta, algo que, según Echeverría, “no hizo hasta el día de hoy”. “Hoy lo que sí afirma, porque hasta el momento no lo había hecho, es que a partir de mañana cierra cinco sucursales y deja tres abiertas, con todo lo que conlleva: prácticamente el 70% de la gente se va a quedar sin trabajo”, subrayó.
Consultado sobre si Aguerre informó cómo iba a pagar los adeudos salariales, Echeverría dijo que la propuesta de este lunes “fue peor que la de la última reunión”, cuando había dicho que para la fecha se iba a pagar el 20% del salario de mayo. La última solución fue que pagaría la primera cuota a partir del 24 de junio.
En ese sentido, se refirió a que los trabajadores “prácticamente” piden “voluntariamente” el seguro de paro, ya que “por lo menos eso les da la certeza de cobrar algo, si bien es cierto que mengua bastante su salario, pero por lo menos saben que es fijo”.
De esa forma, explicó que hay entre 15 y 18 trabajadores que no llegan a los tres meses de trabajo, por lo que esos serían desvinculados; en total, quedan entre 40 y 45 en funciones, de los cuales alrededor de 20 quedarían trabajando y los restantes irían a seguro de paro rotativo”.
Sin embargo, planteó que “es falso que tiene 40 trabajadores”, porque “cuando se termine el seguro rotativo la mitad de esa gente va a ser desvinculada, porque tú no podés soportar entre 40 y 45 trabajadores con tres sucursales”.
“Nosotros no le podemos crear falsas expectativas a la gente diciendo que están en un seguro rotativo y que el día de mañana van a volver a abrir sucursales, cuando él está entregando los locales, porque no son de él, y además va a ir vendiendo la maquinaria para afrontar las deudas”, remarcó, y agregó que no se ajusta a la realidad “decirles a los trabajadores que el día de mañana van a abrir otra” sucursal y, mientras están en el seguro de paro, alimentarles “la esperanza de que van a volver”. “Eso hace que la gente se gaste el seguro, y cuando sea despedida, ¿qué le va a quedar? ¿Dos meses para encontrar trabajo?”, cuestionó.
Asimismo, dijo que el subdirector nacional de Trabajo, Álvaro Inchauspe, “fue claro” y le transmitió a Aguerre que “si no había una financiación, si no había dinero fresco para inyectar a esta reestructura, era casi imposible que saliera adelante”.
La Mesa va a analizar la situación junto con los trabajadores y trabajadoras del sindicato de base. No descartan tomar medidas sindicales ni “buscar alternativas para que el hombre [Aguerre] sea más claro y más concreto, porque al día de hoy se salió con las manos vacías nuevamente”.