La Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social del Senado recibió el jueves a una delegación de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), en el marco de los múltiples conflictos que atraviesa el sector.
Al término de la reunión, Enrique Méndez, dirigente de la FTIL, dijo en una rueda de prensa que, en primer lugar, se planteó ante la comisión la situación de los 32 despidos en la empresa Claldy, la mayoría de ellos en Young, Río Negro. “Eran todos afiliados sindicales; toda la dirección sindical actual y dirigentes de la gestión anterior”, señaló.
El dirigente de la FTIL recordó que Claldy “es una empresa que recibió los beneficios del Estado” por intermedio del Fondo de Reconversión de la Industria Láctea, pese a lo cual “tiene mucha celeridad para despedir trabajadores”. Apuntó además que, al mismo tiempo que dispuso el despido de los trabajadores, la empresa contrató personal de seguridad para custodiar el acceso a la planta industrial en Young.
Otro tema que se expuso ante la comisión fue la situación de Lactalis, que, según indicó Méndez, también fue beneficiada mediante el Fondo de Reconversión de la Industria Láctea. El dirigente de la FTIL señaló que la empresa, ubicada en Cardona, Soriano, “compró Granja Pocha, le otorgaron el crédito, [pero] esta misma se vendió antes de que empiecen a pagarlo y, como si fuese poco, estamos financiando a esta empresa con esos fondos que se aprobaron el 5 de febrero de 2023”.
Méndez sostuvo que Lactalis se había comprometido a “reabrir la planta en Cardona”; no obstante, “incumple el acuerdo y quedan 50 familias que estaban por recuperar sus puestos de trabajo”.
También se abordó en la comisión la situación de Coleme, ubicada en Melo, Cerro Largo, donde, según Méndez, “continúa la represión sindical”. Afirmó que la empresa “no cumplió con los proyectos presentados” y despidió a 16 trabajadores, “todos sindicalizados”.
Por último, la FTIL reiteró ante los legisladores de la comisión su preocupación por el inminente cierre de la planta industrial 14 de Conaprole, ubicada en Rivera, previsto para fines de octubre. Méndez aseguró que “la planta es rentable” y “merece inversión por parte de la empresa”. Sostuvo que, en realidad, “lo que está en discusión es qué queremos para el interior profundo del país”.