Para el próximo domingo, 2.761.513 uruguayos fueron llamados a las urnas para elegir los candidatos únicos que disputarán la presidencia el último domingo de octubre. Sin embargo, nuestras elecciones internas, el equivalente a las “primarias” en otros países, implican la elección de más autoridades, así como permitir la carrera de nuevas agrupaciones que se hayan inscrito ante la Corte Electoral.

Además de los candidatos, se eligen las autoridades del Órgano Deliberativo Nacional (ODN), cuyas listas estarán compuestas por hasta un total de 500 ciudadanos propuestos para integrarlo y que, en teoría, son responsables de elegir al candidato a vicepresidente que acompañará la fórmula presidencial del partido. En teoría, porque la fórmula suele ser dirimida entre los contendientes de la interna y, muchas veces, llega definida antes del día de la elección. Ha ocurrido, aunque no es obligatorio, que el segundo precandidato más votado acompañe al primero.

Legalmente los miembros del ODN también son quienes definen el candidato a presidente en el caso de que ninguno de los precandidatos alcanzara un mínimo de 40% de los votos de su interna partidaria, o que tuviera más de 40%, pero menos de 50% y sin una diferencia de diez puntos respecto del segundo. Este escenario, sin embargo, no ha ocurrido desde la implementación de las internas en 1999.

Mientras que la interna del Frente Amplio se presenta como la más competitiva y reñida, como los dos precandidatos primordiales se han mostrado dispuestos a acompañar al otro en la fórmula para octubre en caso de que resultara elegido, la interna que más dudas suscita en cuanto a la fórmula final es la del Partido Colorado. El tradicional y disminuido sector tiene, según marcan todas las encuestas, la interna más incierta: hay muchos precandidatos que cuentan con posibilidades de salir victoriosos. Aunque las últimas encuestas dan ventaja a Andrés Ojeda por encima del 40%, las muestras cuentan con altos márgenes de error, lo que imposibilita un pronóstico certero.

En caso de que ninguno de los precandidatos alcance el mínimo, entran en juego todas las agrupaciones donde cualquier resto, por mínimo que sea, podría ser decisivo a la hora de proclamar la fórmula. Además de Ojeda, entre los que compiten están Robert Silva, Tabaré Viera y Gabriel Gurméndez. Bastante relegada aparece Carolina Ache, mientras que Zaida González no marca en las encuestas.

Junto al ODN, se elegirán las autoridades del Órgano Deliberativo Departamental (ODD), quienes por su parte proclamarán las candidaturas a intendente y ediles para las próximas elecciones departamentales a desarrollarse el segundo domingo de mayo de 2025.

Estos órganos toman especial relevancia en los partidos Nacional, Colorado y Cabildo Abierto, los cuales eligen sus autoridades partidarias en base al desempeño en esta elección, por lo que repercutirá en la integración del Honorable Directorio, del Comité Ejecutivo Nacional y la Junta Nacional, respectivamente. El Frente Amplio, por su parte, define sus autoridades en una elección interna cerrada a sus afiliados.

En el caso de los nuevos partidos o partidos de menor tamaño, el desafío radica en lograr al menos 500 votos en la elección interna, ya que es el filtro dispuesto por la ley para participar en la elección nacional. En esta ocasión se presentaron 18 lemas, de los cuales diez son nuevas inscripciones. El gran ausente del listado es el Partido de la Gente, que, a pesar de contar con un diputado en el Parlamento, no presentó lista propia en estos comicios.

Esta barrera, que puede aparentar fácil de lograr, implica que la mayoría de las nuevas agrupaciones queden al margen, como ya sucedió con sectores de larga data. Así le pasó al Partido de los Trabajadores, fundado en 1984, que participó en todos los comicios pero en 2009 no superó el mínimo requerido, por lo que quedó afuera de la contienda.

Aún más extraño fue el caso del efímero Partido de la Concertación, una alianza electoral concretada por los partidos tradicionales para competir juntos en las elecciones departamentales de Montevideo, pero que, por un fallo de “logística”, el lema obtuvo apenas 486 votos, menos que los integrantes de la lista. Esto derivó en que la candidatura única de Laura Raffo debiera presentarse bajo el lema “Partido Independiente”, quien aportó la marca en la contienda municipal.

Ese intento será reeditado esta vez con el lema Coalición Republicana, que presentó como precandidato a la Presidencia al periodista Juan Carlos Otormín. Esta postulación es simbólica, ya que lo que se busca es contar con un lema común que será el paraguas bajo el que competirán los partidos de la coalición de gobierno por algunas intendencias en las elecciones departamentales de mayo del próximo año.

¿Cómo se vota?

Estos comicios son los únicos de todo el calendario electoral que no son obligatorios. Es todo un desafío para los partidos políticos convocar a los votantes, cuya asistencia suele ser baja. En la primera elección interna de 1999 la participación fue de 53%. Dos décadas después, sin embargo, esa cifra se redujo apenas al 39%.

En caso de asistir, el elector debería insertar dos listas, la del ODN y la del ODD, pero puede optar por votar en una sola categoría. La boleta para el ODN es de mayor tamaño que la del ODD y cuenta con distinto número. La hoja de votación correspondiente al ODN es la que determina el voto por un precandidato a la Presidencia. Es importante saber que la lista del ODD debe corresponder al departamento de sufragio del ciudadano, el cual está detallado en la propia lista.

Si se insertan dos listas de distinto partido político se anulará la totalidad del voto sin importar a qué categoría correspondan las boletas. Asimismo, también se anularán votos cuyas boletas cuenten con tachaduras o anotaciones o estén acompañadas de elementos extraños, así como todos aquellos que cuentan con tres o más boletas iguales. Sin embargo, se aceptarán como votos válidos aquellas boletas que cuenten con errores de impresión. Por otra parte, se contará como “voto en blanco” siempre que el sobre esté vacío o contenga un objeto extraño sin estar acompañado de hojas de votación.

Procedimiento

Los circuitos estarán habilitados entre las 8.00 y las 19.30, horario que podrá extenderse hasta una hora en caso de que haya votantes en la fila del local electoral. Cada elector deberá sufragar en el circuito previamente asignado por la Corte Electoral, el cual puede ser consultado en su página web.

Se permitirá el voto observado solamente a los funcionarios afectados al trabajo en los circuitos electorales y personas con discapacidad motriz demostrada a las que se les haya asignado un circuito “no accesible”. En el caso de los circuitos rurales, podrán votar en otro circuito ajeno al asignado siempre que la serie del elector corresponda a otra circunscripción rural del mismo departamento.

En caso de que el votante pertenezca al circuito, no es indispensable presentar la credencial cívica y sólo basta con mencionar nombre, apellido y serie y número de credencial. El integrante de la Comisión Receptora de Votos corroborará la identidad del elector con la fotografía correspondiente a la hoja del cuaderno electoral. En caso de que el votante no se encuentre en el registro electoral del circuito, deberá presentarse con su credencial cívica, su voto que será observado y se le retendrá el documento.

El votante tomará por sí mismo un sobre membretado con una tirilla extraíble, la cual cuenta con un número de identificación, que será registrado por un integrante de la Comisión. Previo a emitir el sufragio, la tirilla debe ser separada del sobre en presencia de la Comisión Receptora. El sobre no cuenta con identificación alguna, asegurando la imposibilidad de asociación del voto a una persona. En caso de que alguno de estos pasos no se cumpla, se anulará el sobre y se deberá realizar nuevamente el procedimiento.