En el marco de los cuestionamientos por el presupuesto asignado a educación en la Ley de Presupuesto, que significaría un retroceso en relación al PBI, una de las pujas se da en torno al crédito asignado a la Universidad de la República (Udelar). La propuesta del Ejecutivo contempla escaso o nulo incremento en todos los rubros y se aleja de lo solicitado por la institución al gobierno nacional.

Actualmente la Udelar ejecuta un presupuesto que representa el 0,8% del PBI y pretendía alcanzar el 1,09% para 2029. No obstante, con el proyecto de ley actual la Udelar prevé un retroceso gradual hasta reducirse al 0,73% del PBI. Lo mismo ocurre con el presupuesto total para la educación, que pasaría del 4,7% actual al 4,2% en 2029, alejándose del reclamo de 6% presupuestal solicitado para la educación.

En este contexto, figuras y militantes de la oposición se sumaron a los cuestionamientos por el presupuesto asignado. Entre los mensajes que se viralizaron en redes sociales, una publicación señaló un supuesto logro bajo la administración de Luis Lacalle Pou, de haber permitido que la Udelar “llegara al interior del país”. “Hoy el gobierno les recorta el presupuesto. Se los recorta tanto, que es imposible que las carreras que se llevan adelante en el interior y las que se iban a agregar no sean viables”, señala el posteo.

Foto del artículo 'Es falso que la Universidad de la República se extendió al interior durante la administración de Luis Lacalle Pou'

No obstante, la afirmación no es correcta ya que la Udelar comenzó las primeras señales de su proceso de descentralización en la década de 1950, y concretó la creación de los Centros Regionales Universitarios (Cenures) a partir de 2010. Gregory Randall, exprorrector de Investigación de la Udelar, y quien supo estar a cargo de la Comisión Coordinadora de Interior (CCI), relató a la diaria Verifica cómo fue el proceso de descentralización de la Universidad y su expansión al interior del país.

Un poco de historia

Randall recordó las primeras experiencias de la Udelar durante la década del 50 en la ciudad de Salto, cuando se llevaron a cabo los primeros cursos de Derecho, con clases a cargo de docentes que solían trasladarse desde Montevideo. Asimismo, en 1925 se creó la Estación Experimental de Agronomía en las proximidades de Paysandú, donde los estudiantes realizan prácticas anuales.

Después de 1985 se dio un nuevo impulso al desarrollo de la Universidad en el Interior, en carreras como la de Medicina en Paysandú y Salto con el Ciclipa (Ciclo Clínico Patológico), que conforma el núcleo inicial de la carrera. Además en los años 80 y 90 se desarrollaron algunas carreras de Tecnología Médica y la carrera binacional de Obstetricia. “Después la Universidad de a poco fue aumentando su presencia. Se creó la casa de la universidad en Rivera a principios de los 2000, con una carrera de la Facultad de Ciencias en Recursos Naturales. En Paysandú se agregaron distintas carreras de Tecnología Médica entre otras”, explicó Randall.

“Hacia el año 2004 empezó una discusión muy fuerte sobre cómo darle un impulso más grande al desarrollo de la universidad del interior que ya no fuera sólo ir a las clases”, recordó. El debate impulsado en primera instancia por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU) llamaba a realizar un cambio de “paradigma”. “Lo que pasaba en la mayoría de los casos era que las facultades llevaban carreras. Llevar carreras podía significar, muchas veces, docentes viajeros para que dieran unas clases”, explicó.

Después de la elección de Arocena, en el 2006, se profundizó esa discusión y la Universidad resolvió en 2008 una estrategia nueva. Explicó Randall que se basa en tres aspectos fundamentales. El primero de esos pilares consiste en radicar un grupo de docentes de alta dedicación, en lugar de los “docentes viajeros” que conformen grupos radicados que desarrollen todas las funciones universitarias: la investigación, la extensión y la enseñanza. “Esos grupos se llamaban Polos de Desarrollo Universitario, formados por docentes de alta dedicación y alta capacitación. Estamos hablando de doctores que muchas veces venían del extranjero o de Montevideo y se radicaban con 40 horas semanales o en dedicación total. Implicó mucho dinero para que esa gente se radicara, construirle su laboratorio, su equipamiento, y que esa gente impulsara las carreras”, relató.

Asimismo, Randall señaló que lo que se buscó que la enseñanza no fuera un “producto”, sino emanaciones de la construcción universitaria local. “Definir qué carreras se dictarían en cada lugar no era una determinación sólo de la Universidad, sino en diálogo con la sociedad. Para eso se hicieron los Programas Regionales de Enseñanza Terciaria (PRET), discutidos con la sociedad civil en cada una de las regiones, y para identificar necesidades no sólo de la universidad, sino también capacidades locales de las otras instituciones educativas, las intendencias, etc.”.

A partir de los PRET surgieron los ejes prioritarios de desarrollo para cada región. Se definieron las regiones del Litoral Norte, que incluyen Salto, Paysandú, Río Negro y Artigas; Región Este, que comprende a Maldonado, Rocha, Treinta y Tres y Lavalleja; y la Región Noreste, que abarca Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo.

Finalmente, Randall destacó como tercer eje la creación de los Cenures, proceso que inició en 2009 y que implicó otorgar a cada centro regional una “lógica de construcción institucional propia”, con su propio consejo elegido por los estudiantes, docentes y egresados.

“En el 2010, durante el gobierno de Mujica, nosotros elaboramos un presupuesto muy importante para desplegar esa estrategia. Nos dieron todo el dinero que pedimos en ese momento para eso. Fundamentalmente entre el 2010 y el 2014 se ha dado el gran impulso al desarrollo interior”, relató el docente.

“Ahora, en este momento, hay más de 1000 docentes radicados, grupos de investigación muy potentes, equipamientos que no existen en Montevideo”, señaló Randall, y puso como ejemplo el Laboratorio de Bioseguridad Nivel III, radicado en Salto, al que definió como “único en el país”.

Esta expansión implicó que la cantidad de estudiantes que cursaban en el interior del país pasara de oscilar entre 3.000 y 4.000 estudiantes en 2009, a una matrícula de casi 30.000 en la actualidad, lo que representa un 19% del total de estudiantes de toda la Udelar, que alcanzó el año pasado los 160.000 estudiantes, récord que se supera anualmente.

A los tres Cenures iniciales se sumó recientemente la creación de la Región Suroeste, con sedes en Colonia del Sacramento y Mercedes. Este proceso, que se inició con presupuesto otorgado en la pasada administración, fue definido por Randall como “muy embrionario” ya que los recursos otorgados fueron “realmente ínfimos”.

“Las primeras carreras de Colonia y Soriano, que serían parte del cuarto Cenur que construiríamos algún día, se empezaron a dictar este año con recursos que nos fueron votados el año pasado y el anterior, pero son tan pocos que todavía eso está muy lejos de lo que son las realidades de los otros Cenures”. En particular, no hay todavía en esos lugares docentes radicados ni la infraestructura que la Universidad tiene en otras partes”, explicó Randall.

En junio de este año se concretó un acuerdo con la Intendencia de Colonia, que adquirió el predio de la ex fábrica de Sudamtex para ser cedido a la Udelar, lugar donde se concretará la construcción del próximo Centro Universitario, y que demandará obras por un plazo de dos años.

Por otra parte, Randall recordó que en la Ley de Presupuesto de 2010 la Udelar proyectaba alcanzar para el 2015 unos 12.000 estudiantes y 30 carreras universitarias entre los primeros tres Cenures proyectados. “Los recursos que nos dieron después del 2015 para el interior son importantes, pero son realmente muy pocos respecto a la necesidad de crecimiento”, explicó Randall, y alertó por el surgimiento dificultades que hasta el momento se observaban en las sedes universitarias de Montevideo, como la masividad, situación que definió en algunas carreras como “crítica”.

Autonomía universitaria

Otro aspecto a señalar son las características que definen a la Universidad de la República en su Ley Orgánica de 1958, como lo son la autonomía y el cogobierno. Esto significa que es la propia universidad la que define sus lineamientos mediante sus órganos de discusión interna y depende del gobierno central solamente en la asignación de presupuesto.

Respecto al proceso de descentralización, Randall señaló que es “una estrategia que define la Universidad”, aunque definida “no autárticamente”, sino en “diálogo con la gente”. “Es muy importante, por ejemplo, en los programas regionales de enseñanza terciaria. Son procesos de discusión, diálogo y colaboración, donde las intendencias, las organizaciones sociales o productivas de las zonas colaboran”.

El docente recordó que en Tacuarembó la residencia universitaria fue construida por la intendencia, y que se contó con el apoyo de las comunas en la instalación de varias de las sedes en otras partes del país. “Ahora mismo en Paysandú la intendencia nos está apoyando para construir una nueva sede con el apoyo del gobierno nacional pasado. Es decir que se generan sinergias con los actores locales y nacionales, y así debe ser. La estrategia la define la Universidad, pero por supuesto que siendo una universidad pública, los recursos mayormente los tiene que poner el erario público. No hay que sacarle el mérito a nadie”, opinó.