En una cena de gala prevista para mañana en la ciudad de Dallas, en el estado de Texas, el presidente brasileño Jair Bolsonaro recibirá el Premio a la Personalidad del Año 2019 que otorga anualmente la Cámara de Comercio Brasil-Estados Unidos. El gobernante llegó ayer a Estados Unidos y, pese a que la agenda de su visita de dos días no fue difundida, se preveía que en la noche mantuviera un encuentro con el ex presidente George W Bush y que se entrevistara con empresarios locales.
La visita de Bolsonaro a Estados Unidos estuvo precedida de polémica, y la ceremonia de entrega del premio, que estaba prevista en Nueva York, debió buscar otra sede. Hubo varias manifestaciones de rechazo a la presencia del ultraderechista en esa ciudad, empezando por la del alcalde, el demócrata Bill de Blasio, que calificó al ex capitán del Ejército brasileño de “un ser humano muy peligroso”.
El presidente también fue criticado por el senador demócrata Brad Hoylman –un conocido activista por los derechos de la población LGBTI–. Al saber que Bolsonaro no viajaría a Nueva York, Hoylman manifestó su satisfacción: “Denunciamos al presidente homofóbico de Brasil, Jair Bolsonaro, y vencimos”.
Cada año la Cámara de Comercio Brasil-Estados Unidos elige a dos personalidades, una brasileña y otra estadounidense, y las homenajea en una cena a la que suelen asistir cerca de 1.000 personas. Para esta ocasión, había alquilado un espacio en el Museo Americano de Historia Natural, pero ante las presiones, entre ellas el rechazo de la comunidad científica, trasladó la ceremonia a Texas, un reducto republicano y conservador.
Ayer, poco después de llegar a Texas junto a su comitiva, el presidente de Brasil dijo ante medios de prensa que había sido “muy bien recibido”, y agregó: “Vamos a alcanzar el objetivo de nuestro viaje: profundizar cada vez más los lazos de amistad y de cooperación comercial con este país al que siempre amé, desde mi infancia”.
Según informó BBC, activistas brasileños y estadounidenses organizaron protestas contra Bolsonaro también en Dallas, pero la dimensión que tuvieron fue menor. De hecho, el alcalde de la ciudad, Mike Rawlings –que pertenece al Partido Demócrata, al igual que el neoyorquino De Blasio– dijo a Folha de São Paulo que pese a “tener fuertes discrepancias con algunas de las posiciones de Bolsonaro” no impediría que el jerarca visitara su estado.
Por su parte, el ex rival electoral de Bolsonaro por el Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad, que participó en una de las manifestaciones que se desarrollaron en Brasil contra el gobierno, manifestó: “Tenemos hoy más de un millón de personas en las calles por la educación en el país, y el presidente Bolsonaro está en Texas, la patria a la que eligió servir”.