El jueves, mientras se daba a conocer que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo rechazó el recurso que presentó Redes-Amigos de la Tierra para frenar el proyecto Neptuno-Arazatí, el agua de la zona del Río de la Plata desde donde se pretende abastecer la iniciativa privada estaba verde. Ana Lía Ciganda, licenciada en Biología Humana, magíster en Manejo Costero Integrado por la Universidad de la República y estudiante de doctorado en la Universidad de Wageningen, en Países Bajos, cuenta a la diaria que “se trata de floraciones de cianobacterias intensas y tóxicas que inhabilitan el baño porque pueden causar distintas alteraciones a la salud”. Enseguida comparte fotos de los balnearios Kiyú y Arazatí, ubicados en San José. En el último pretende instalarse la nueva planta potabilizadora que suministrará agua a más de la mitad de la población del país.

La investigadora está evaluando en su tesis los impactos de las floraciones en actividades humanas en el Río de la Plata. Por esta razón, está en contacto con gente que vive en diferentes playas del territorio y con guardavidas. “Las fotos las tomaron guardavidas que trabajan en dichas playas y lo hicieron luego de colocar la bandera sanitaria, que es el signo que se usa para advertir los riesgos para la salud. Este no es un hecho aislado, sino que ocurre con frecuencia en estas y otras playas de las costas de San José y Colonia, principalmente en verano. Las floraciones pueden también llegar más al este en algunos casos, como a Montevideo, Canelones, Maldonado y Rocha”, describe.

captura del Observatorio Ambiental Nacional

captura del Observatorio Ambiental Nacional

Ciganda cuenta que diariamente revisa si hay bandera sanitaria -roja con una cruz verde en el centro- en alguna playa de la costa rioplatense en la aplicación del Ministerio de Ambiente. “El lunes pasado [3 de enero], volviendo de San José a Montevideo, revisé la aplicación web y vi que estaba colocada la bandera sanitaria en Kiyú y Boca del Cufré. Eso me llevó a desviarme del camino y llegar a la playa del Parador Chico de Kiyú”, narra. Más tarde, se contactó con guardavidas y le manifestaron que “habían puesto la bandera sanitaria porque en la mañana había zonas de la playa con floraciones intensas y no solamente ellos, sino también algunos bañistas, advirtieron que no era seguro bañarse”.

Cuando la investigadora llegó a la costa había floraciones dispersas, pero no llegó a ver las más intensas. “De todas formas, tomé una muestra para evaluar si tenía cianotoxinas, compuestos que producen las cianobacterias. Cuando llegué a Montevideo utilicé un test que compré en mi última visita a Países Bajos, donde estoy haciendo el doctorado, con la idea de contar con herramientas rápidas y fáciles de usar por las personas que tienen que tomar decisiones en las playas, como los guardavidas”, manifiesta. Enseguida subraya que el test “no da un valor exacto, pero al menos detecta si hay o no toxinas y también da una idea de su concentración”. Constató que había “algunas” toxinas y, por las dudas, guardó una parte de la muestra para intentar hacer un análisis cuantitativo, que, relata, hay que mandarlo hacer a un laboratorio y es muy caro.

Mientras Ciganda tomaba muestras en Kiyú, Bernardo Zabaleta estaba atento al satélite Sentinel-2, que estaba tomando imágenes del sitio. Él forma parte del grupo de investigadores del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias que reportó que las floraciones de cianobacterias que colmaron las playas de Colonia, San José, Montevideo, Canelones, Maldonado y Rocha en 2019 comenzaron en los embalses de producción hidroeléctrica de Palmar y Salto Grande. En la actualidad, Palmar también se encuentra sufriendo graves floraciones de cianobacterias que suponen un peligro para la salud de la población. Asimismo, también formó parte del grupo de científicos que reportaron que en la zona de Arazatí las floraciones se dieron en todos los meses de 2021. “Para nuestra sorpresa y tristeza encontramos una mancha fluorescente súper intensa en la zona media del Río de la Plata”, expresa Ciganda, y comparte una captura de pantalla de la aplicación del Ministerio de Ambiente para mostrar “la magnitud del problema”.

Resultado del test rápido
Foto: Ana Lía Ciganda.

Resultado del test rápido Foto: Ana Lía Ciganda.

“Bernardo Zabaleta y colaboradores vienen indicando hace años que esa zona es una de las más problemáticas del estuario. Lo que nos interesaba era seguir entendiendo cómo es que se generan y se mueven esas floraciones en ese cuerpo de agua inmenso y complejo que es el Río de la Plata, para poder hacer predicciones. La hipótesis para explicar lo que ocurrió el lunes es que lo que habría llegado a Kiyú y a Boca del Cufré eran ‘pedacitos’ de esa gran masa de floraciones que estaba aguas adentro. Teniendo en cuenta que estábamos en medio de una ola de calor, temblé por lo que podía pasar en los días siguientes”, declara la investigadora.

Explica que para entender el movimiento de las cianobacterias es necesario estudiar los vientos y otros factores como, por tan sólo nombrar un ejemplo, la turbidez. “Al consultar los vientos para el día de ayer, había un componente sur muy marcado, es decir, que el viento soplaba desde el sur hacia el continente. Eso explicaría por qué las floraciones que se veían el jueves estaban pegadas contra la orilla”, señala, y agrega que ahora resta “analizar el agua para medir la concentración de cianotoxinas presente”. “Afortunadamente voluntarios se acercaron al lugar y tomaron muestras en Arazatí, las mismas podrán ser analizadas la semana próxima”, relata.

En este sentido, Ciganda pone sobre la mesa que el Ministerio de Ambiente ha hecho avances “en cuanto a la teledetección de este fenómeno y en la disponibilización de información”. “Lamentablemente, seguimos sin tener datos oficiales del contenido de cianotoxinas de las playas del Río de la Plata -a excepción de Montevideo, que tiene su propio sistema de monitoreo-, y eso limita mucho la posibilidad de generar modelos y predecir futuros eventos y riesgos asociados”, afirma. Insiste en que la cartera cuenta con “la capacidad técnica y analítica para llevar a cabo análisis de cianotoxinas, pero no ha incorporado dicho parámetro en el monitoreo rutinario de playas”.

En este sentido, la Federación de Funcionarios de OSE replicó las imágenes de Arazatí con floraciones en sus redes sociales y añadió: “Esta es el agua de Arazatí, de aquí se extraerá el agua que OSE pretende suministrar. ¡Que OSE explique cómo quitará las cianobacterias del agua! ¿Estas cianobacterias contienen toxinas?”.

Finalmente, Ciganda expresa: “Estos hechos vuelven a prender las alarmas acerca de las condiciones del agua en la zona en donde se pretende instalar una toma de agua para potabilizar. Muchos investigadores hemos advertido que la frecuencia de floraciones en la zona de Arazatí es mucho más alta que lo que plantea el Consorcio [Aguas de Montevideo, compuesto por las compañías Saceem, Berkes, Ciemsa y Fast]. Se trata de una zona del Río de la Plata donde se tienden a acumular grandes masas de floraciones. La OSE y el Ministerio de Ambiente lo saben, pero por alguna razón no lo ven como un problema”. Además, Zabaleta añadió que “la elevada concentración de cianobacterias encarece los procesos de potabilización”. “Cuando empeora la calidad del agua se complejiza el proceso y termina recayendo en la tarifa. Es una problemática que no le preocupa ni al Ministerio de Ambiente, ni a OSE, ni que hablar al Ministerio de Salud Pública, pero, en realidad, va a recaer sanitariamente y económicamente sobre la población en general”.

El viernes 7 se pudo observar en el portal del Observatorio Ambiental Nacional que varios cursos de agua tienen “magnitud alta” de floraciones de cianobacterias. “Cuando las cianobacterias se encuentran en altas concentraciones, el riesgo sanitario es alto. Esto se reconoce por el aspecto del agua, se observan formaciones verdes grumosas o pastosas o aspecto de pintura verde desde la orilla. La recomendación en este caso es evitar el contacto con esas zonas”, dice la cartera ambiental.

Los sitios que tienen magnitud alta son: desde la represa hidroeléctrica Salto Grande hasta Constitución (Salto); desde la represa hidroeléctrica Salto Grande hasta Carmelo (la subzona del Río Uruguay); desde Boca del Cufré hasta Kiyú (San José); Laguna del Sauce (Maldonado); embalse Palmar, embalse Baygorria y embalse Rincón del Bonete (Río Negro).