En su síntesis, Mañana reivindicó el papel que jugó el sindicalista y legislador del Partido Comunista (PC) en la unificación del movimiento obrero, y relató episodios que grafican la dimensión de su figura (y su tiempo).

Pastorino falleció en enero de 1995 con 77 años y fue sepultado sin grandes homenajes en el Cementerio del Norte (“después de mí, el silencio”, les pidió a sus familiares antes de morir, lo que tal vez explique su escaso reconocimiento público). A escasos metros, funcionarios de inteligencia policial tomaban apuntes para agregarlos a su prontuario. “Diez años después de recuperada la democracia, aquel fumador empedernido continuó siendo objeto de la vigilancia”, compartió el biógrafo, a modo de ejemplo. La ficha policial de Pastorino -elaborada por la Dirección de Investigaciones e Inteligencia de la Jefatura, y anexada en el libro- tenía una particular carátula (“Asunto: comunista”), e incluye detalles hasta de su despedida de soltero.

Su tarea militante trascendió fronteras. En 1978, Pastorino llegó a ser secretario general de la Federación Sindical Mundial (FSM, de extracción comunista y con 190 millones de afiliados), con oficinas en Praga, capital de Checoslovaquia. Los burócratas nunca comprendieron por qué aquel ex diputado uruguayo no usaba los vehículos de la organización y optaba por el tranvía, según relató Mañana.

Había renunciado a su banca por Montevideo a finales de la década de 1960, luego de tres períodos consecutivos, pero nunca renegó de la militancia política de los sindicalistas. “Si a la política se les cierran las puertas, igualmente entra por la ventana”, respondía Pastorino por aquellos años.

El libro incluye valiosos testimonios de personalidades de la vida política que ilustran la etapa predictadura. “Uruguay la Suiza de América las pelotas. La clase dominante te metía la pesada en todas las circunstancias, desde los milicos hasta los rompehuelgas”, decía el fallecido Hugo Cores, entrevistado para este trabajo, que llevó varios años de elaboración. Otras figuras que jugaron un papel clave en la formación de la CNT fueron homenajeadas anoche, entre ellos José D´Elía, el propio Turiasnky, Gerardo Cuesta, León Duarte, Luis Iguini, Antonio Iglesias y Héctor Rodríguez, entre otros. Pastorino decía que la CNT representaba “a la clase obrera en el seno de la vida nacional”, con su “programa y táctica de lucha”, que fueron plasmados en el Congreso del Pueblo.

“En los últimos años, politólogos, sociólogos y todólogos nos inundaron con artículos, folletos y libros más preocupados por el calibre de una bala que por el análisis de los fenómenos sociales y por la multitud que hace la historia”, argumentó Mañana. Y terminó con una cita de un autor armenio: “En un bosque se puede encontrar un roble gigante, pero su grandeza no depende de sí mismo, sino del terreno en el que creció”.