El calendario gregoriano, bajo cuya dictadura vivimos, marca que el 31 de diciembre y los días subsiguientes son época de balances. Hagamos uno.

La tarea pionera de defender a los lectores que inicié este año en la diaria representó un desafío interesante para mí, para ustedes y para la publicación. Fui aprendiendo junto a ustedes un trabajo para el que no existen universidad ni cursos. El diario también debió adaptarse a una presencia a la que no estaba acostumbrado.

Ensayando y equivocándonos, fuimos construyendo una comunicación bastante fluida y ayudando a que esta publicación mejore.

La dinámica de mis participaciones en estas páginas supuso la elección de temas específicos para analizar y dar un punto de vista. Esta estrategia generó, lo reconozco, algo de frustración en algunos de ustedes, al ver que sus comentarios no tenían siempre eco en esta columna.

Por ello, en honor a ese trabajo anónimo y dedicado que fueron haciendo desde el comienzo de la existencia de este ombudsman, marcando errores, planteando opiniones y señalando inquietudes, intentaré exponer brevemente -el espacio es tirano- algunos de esos mensajes: Errores -En agosto fueron varios los lectores que se percataron de una garrafal falta de ortografía en un título, cuando apareció la palabra “tragedia” escrita con jota.

-Carla Margenat criticó un pie de foto que rezaba “Facultad de Ciencias de la Comunicación”, y recordó que “este centro de estudios no es ‘facultad’ sino ‘licenciatura’”.

-Gustavo Armagno marcó un error en la edición del 27 de agosto: “Reagan era el homólogo de Thatcher, no su homónimo”.

-Natalia Schiavone marcó otras equivocaciones al día siguiente: “página 4: en el epígrafe de la foto dice que el presidente suizo se llama François y en el texto dice que se llama Pascal” (efectivamente, el artículo se refería al presidente de la Confederación Suiza, Pascal Couchepin). En la página 8 se dice que “la pobreza se redujo de 1.900.000 a 1.400.000”, cuando lamentablemente a esa cifra le faltan tres ceros.

-Gustavo Olmos notó que en la edición del 2 de setiembre una nota decía “Gobierno incorpora más de 20 familias a sistema de compras subsidiadas” y comentó: “Leyendo el artículo supongo que son 20.000 (llegará a 80.000 y hay 60.000 con el beneficio por el Plan de Emergencia)”.

-Hugo Arturaola recordó la diferencia entre los barrios Sur y Palermo, y afirmó que la diaria suele equivocarse porque “el límite de estos dos barrios estaría situado hoy en la calle Yí”.

Ideas -Verónica D’Auria propuso investigar algunos temas que le parecen importantes, como la discriminación laboral y las “aún pésimas condiciones laborales” de los docentes, así como realizar una “crítica permanente y alerta a los canales de televisión abierta”.

Comentarios generales y sugerencias -Isabel envió un largo mensaje en el que criticó la cobertura de la diaria y de la prensa en general sobre la ley de adopción.

-Emilio Irigoyen dedicó varias líneas a cuestionar el uso habitual en muchos medios -no común en la diariade la palabra América y americano para designar a Estados Unidos y los estadounidenses.

-Ernesto Alves criticó lo que considera una práctica “poco clara al nombrar a fuentes en los artículos”. Sugirió que, al retomar la cita a una persona, se recuerde de quién se trata (su cargo o función), para evitar que el lector tenga que retroceder en la lectura.

-Jorge Notaro envió varias sugerencias. Por ejemplo, “desarrollar más los procedimientos informáticos de comunicación con los lectores, como por ejemplo una página web, un blog o el envío de información por correo electrónico”.

Preguntas -Enrique Aramburu preguntó qué había pasado con una foto aparecida en la edición del 9 de setiembre, en la que le pareció “notorio un recorte-retoque”. El editor gráfico de la diaria explicó que se había tratado de un error técnico involuntario.

Críticas -Alejandro Baroni criticó el nuevo diseño aplicado en 2008, “tan rígido y estructurado, que no va con el talante de la publicación”, y denunció la “falta de entrega con reiteración, tres o cuatro veces al mes”, en Piedras Blancas, donde él vive.

-Luis Ferreiro se quejó de que en la sección Deporte haya asiduamente “comentarios sobre [Jorge] da Silveira, [Julio] Ríos, [Alberto] Sonsol, etcétera”. “Por más que los comparto, justamente me gusta leerlos a ustedes porque no están en esa línea; entonces no me interesa que los citen, por lo menos tan frecuentemente, en sus páginas”, alegó.

-Miguel Peirano elogió la cobertura de la diaria sobre el básquetbol uruguayo, pero acusó a uno de los periodistas de dejar traslucir su preferencia por Tabaré, y pidió a este defensor “que le recomiende menos entusiasmo por el club de sus amores, porque habemos otros”.

-También respecto a la sección deportiva, varios lectores se quejaron de ausencia o inexactitud de información sobre la hora del comienzo de los partidos.