Hoy se reúnen autoridades del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) con el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena, para dialogar sobre el futuro del Hospital de Clínicas. Como telón de fondo, los galenos están preocupados por las medidas gremiales de los funcionarios que podrían perjudicar a los pacientes y limitar el ejercicio profesional.
Enrique Soto, secretario médico del Comité Ejecutivo del SMU, dijo a la diaria que sería conveniente mirar la conflictividad en ámbitos de la salud con cierta racionalidad, ya que no es lo mismo un conflicto en el transporte que en la salud. “Los derechos tienen un límite y es cuando se puede ver afectada la salud de un paciente. No se puede poner en riesgo la salud de nadie por medidas gremiales”, dijo, y aseguró que el comité ejecutivo no tomó la resolución de recurrir a medidas legales, ya que hay muchos pasos anteriores a eso.
Por su parte, el dirigente de la Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas, Alfredo Alemán, consideró preocupante el tenor de las denuncias de los médicos que, en lugar de seguir los canales habituales (la vía administrativa, etcétera), se constituyó en “show mediático de tinte netamente político”. Alemán no discutió que toda medida gremial perjudica directa e indirectamente al paciente.
“Pero en la situación actual el paciente está más afectado que con las medidas”, sentenció. Es precisamente sobre la situación actual del Clínicas y su posible -y ansiada- integración al Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), un paso fundamental para la vida del hospital, que los médicos van a dialogar con Arocena, con la esperanza de que se tomen medidas urgentes y de que el tema se haga operativo lo antes posible.