Otra vez, mismo arranque, con gol de madrugada. Danubio salió otra vez desde el vestuario ganando el partido. En el primer centro que llegó al área de Martín Silva la franja consiguió convertir. La zona izquierda del ataque danubiano fue intensa, llegó muchísimas veces hasta la línea final y con piques de Recoba y cruzadas de Grossmüller empezó a complicar por ahí. El Zorro Suárez no pudo contener y cuando el Chino mandó el primer centro por el segundo palo llegó con el pie y esforzándose el cordobés Matías Porcari para darle la ventaja a la visita. La llovizna a esa altura ya molestaba y a los violetas más les incomodaba empezar tan temprano perdiendo.

Giordano volvió a poner la misma disposición táctica con la que había entrado a jugar en la primera fecha, es que desde la mitad de la cancha en adelante las cosas habían salido bien. El Chino jugando entre una media punta y enganche se tiró más hacia la izquierda, pero cuando tuvo que cruzarse lo hizo bien para habilitar a Ifrán, que es el único delantero neto, pero sus compañeros llegan arriba para acompañarlo constantemente.

Defensor empezó a tener la pelota, la manejaba y con De Souza como titiritero del equipo se tiraba hacia la izquierda. Ariosa era su aliado por esa franja y tiraron un montón de centros para los grandes Risso y Taborda, que no pudieron conectar francamente ninguno.

Danubio encontraba espacios y el Chino metió flor de regate por la izquierda similar al del gol, pero Porcari esta vez no llegó a conectarla. Minutos después, cuando ya se iba el primer tiempo, el centro fue por arriba y Diego Ifrán cabeceó bajo y con pique de por medio para que se luciera Martín Silva con una muy buena tapada.

No pudo ni con Tabaré

El segundo tiempo empezó a ser un juego lleno de estrategias. Cambios por un lado para sumar gente arriba -entró muy bien el Taba Viudez- y del otro para manejar la pelota y contener las embestidas locales. De arranque nomás Porcari volvió a tener la chance de anotar. Diego Ifrán lo dejó de macho al gol, mano a mano con el golero, pero esta vez el rubio no pudo definir de buena manera y despacito se fue afuera.

Defensor se inquietó, porque los minutos corrían y el gol no llegaba. Viudez se cansó de llegar por la derecha y mandarla al área. Lo hizo muy bien y desequilibró, pero nunca hubo toque final. Una buena llegó por medio de un tiro libre bien ejecutado por De Souza que Goicoechea salvó muy bien abajo. La otra, que la mitad de la hinchada violeta festejó, fue un cabezazo en el segundo palo de Taborda, que pegó en el palo lentamente en una de las últimas jugadas del partido.

El clásico, que viene manijeado desde que son chicos, se lo quedó Danubio y salió mucho mejor parado que su rival, que ayer salió a los gritos pelados contra quien sea para buscar una explicación, a lo que es solamente un mal arranque de torneo.