Peñarol y Cerro comenzaron su enfrentamiento en el agobio climático del sábado de tarde con las mismas formaciones con que habían debutado una semana antes. El intento de sus técnicos apunta a lograr estabilidad en los rendimientos, dando confianza a los primeros once que eligieron como titulares en escuadras que están en proceso de formación. Buena intención.
La primera mitad del PT tuvo leve predominio cerrense. Varias llegadas a la zona del área rival con posibilidades, pautaron el desarrollo inicial. Sin embargo, el primer gol fue aurinegro aunque el empate llegó pronto.
Con igualdad clavada llegaron a un final donde Lombardi, aprovechando gran pase de Sebastián Suárez, quedó en muy buena situación entrando libre ante Sosa, a quien le regaló la pelota. Intentó picarla por arriba del golero y falló. Después de eso, Repetto le dio 15 minutos más en la cancha y lo relevó. Bien hecho.
Aguirre había tenido menos paciencia con Ruben Olivera -en fase de Pollito- a quien sustituyó en el entretiempo.
En los primeros 20 minutos del ST hubo tiempo para el aburrimiento pero algo se movió de ahí en más: los dos equipos fueron por el segundo gol. Repetto apostó con dos buenas cartas, Molina y Álvez, en tanto todavía no puede disponer del muy buen delantero Alejandro Mello. Diego Aguirre le dio una chance más a Diego Alonso, quien sumó presencia en ataque -no más que eso- junto a Martinuccio, pero quienes más insinuaban eran Urretaviscaya, que había estado apagado en la primera etapa, y Gastón Ramírez.
Después de que Silvera decidiera que dos jugadas con falta dentro del área de Peñarol no eran penales (?) el partido lo definió uno que todavía no llegó a los 20 años, pero toma decisiones mayores. Gastón Ramírez encaró por izquierda -bien como puntero-, se les fue a dos defensas cerrenses que fueron a cerrarle el paso y metiendo fuerza, habilidad y decisión pasó una pelota de gol que, además, dejaba tres puntos y estímulo para salir del pozo haciendo que festejara Martinuccio -con el Pato Sosa en el banco- y toda la tribuna peñarolense.
Fue un lindo gol para definir un partido que no fue de los mejores, pero le marca el camino a un club que viene muy golpeado y asoma la cabeza, mientras Cerro no se puede sentir menos, pero debe llenar la plana que dice: “debemos aprovechar las situaciones favorables que nosotros mismos creamos”. Un poco larga, pero capaz que repitiéndola varias veces en esta semana les ayuda a salir adelante en el Clausura y en la Copa que llegará rápido.