“Todos los poblados costeros turísticos de Rocha tienen una población de pocos cientos de habitantes que, durante la temporada de verano, se multiplica en forma impresionante, pasa de menos de mil habitantes estables a alrededor de 20.000 visitantes diarios. Esto, cruzado con la falta de infraestructura urbanística, saneamiento, caminería, pluviales y recolección de residuos genera grandes problemas. Son una fuerte presión sobre el ambiente, el recurso turístico y la salud de la población local y turística”, explicó a la diaria Inti Carro, técnico del Centro de Tecnologías Apropiadas (Ceuta) y especialista en temas costeros.
Para Carro, la falta de saneamiento y las fuertes lluvias sobre el territorio, sumadas a la presión que ejerce sobre la costa la cantidad de turistas que la visitan en tan poco tiempo hacen que la playa se deteriore. “Punta del Diablo se está quedando sin playa, prácticamente no hay arena seca porque queda encharcada. Este balneario es un morro de piedra y las aguas de los pozos negros y de las pluviales escurren entre las casas y entre la gente; todo va hacia la playa y genera una situación de mayor humedad en la arena, que empeora cuando llueve. Además cuando vienen temporales fuertes el mar avanza sobre el territorio y golpea la caminería y las viviendas que están sobre la costa. Este diagnóstico se aplica a todos los balnearios costeros de Rocha”, dijo.
Conociéndote
La ONG Todos por Punta del Diablo, el Centro Cultural Mandinga y el Ceuta realizaron el viernes y sábado pasado unas jornadas sobre “Vulnerabilidad socioambiental en Punta del Diablo y alternativas de Saneamiento Ecológico” con el fin de difundir la experiencia del proyecto de saneamiento ambiental del lugar, además de generar el diálogo entre todos los actores relacionados para buscar soluciones al respecto. Participaron vecinos, organizaciones, representantes de la comuna rochense y del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, entre otros. “El objetivo fue sensibilizar sobre este tema que hasta el momento no tiene una salida visible”, explicó Rodríguez.
Uno de los temporales que hubo en febrero deterioró y arrasó con parte de la rambla frente a la playa de los Pescadores. “En este momento eso quedó en una situación de vulnerabilidad, lo que significa que el proceso de deterioro se puede agravar y será más difícil de controlar. Hay zonas de La Paloma y de Cabo Polonio que están en iguales condiciones. El ecosistema está desequilibrado y con las tempestades del mar pueden estar en peligro las viviendas”, señaló.
Barranco abajo
En los últimos años la construcción de viviendas para el desarrollo inmobiliario creció fuertemente en Punta del Diablo, lo que hace más crítica la falta de infraestructura y saneamiento.
Consultado al respecto, José Luis Olivera, coordinador de la unidad de gestión costera del departamento de Ordenamiento Territorial de la Intendencia Municipal de Rocha (IMR), dijo a este medio que “a partir de 2007 se removieron alrededor de 35 viviendas que se encontraban en zona fiscal ocupando espacios públicos y obstruyendo la playa de los Pescadores. Se recuperó la primera línea de la playa y el balneario tuvo un ‘boom’. En ese entonces también se creó una ordenanza de ordenamiento territorial con determinadas exigencias en cuanto al uso de la tierra y la forma que deben tener las construcciones”.
Según explicó, el mayor incremento de viviendas sobre la costa de este lugar fue a finales de los años 70 y principios de los 80, algo que no fue controlado en su debido momento. “Cuando empezamos a operar con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente se recuperó el valor y las certezas de un área que era tierra de nadie. A partir de entonces tuvo un despegue sumamente importante, fue el sitio donde más aumentaron los permisos de construcción. Antes, el balneario estaba congelado, sólo se hacían construcciones irregulares, pero se consolidó el desarrollo dentro de la formalidad”, explicó.
De todas maneras las construcciones irregulares se siguen edificando. En 2009 se demolieron varias viviendas nuevas. “Esta guerra es desigual, están buscando espacios y ausencia del Estado para poder seguir construyendo”, señaló Olivera.
A su entender, Punta del Diablo ha sido “la vedette” en la última temporada en cuanto al número de visitantes, lo que trae aparejado nuevas demandas de infraestructura. “Se ha incrementado la iluminación de calles, se ha realizado una serie de tareas que han incrementado el valor de la zona. Ahora la intendencia tiene otra demanda en cuanto al escurrimiento de pluviales, calles y saneamiento”, dijo.
Con respecto a esto último explicó que no hay ningún balneario costero de Rocha que cuente con red de saneamiento. “Es individual por parcela. En los nuevos permisos exigimos un sistema anaeróbico de tratamiento de aguas, que se depuran en cajas impermeables de hormigón cuya disposición final se hace en depósitos permeables”.
Lo cierto es que, tal como explicó Carro, la mayoría de las cámaras sépticas tienen filtraciones y desbordan en verano cuando la población se incrementa. Durante la temporada cualquiera podía notar en el centro del lugar, incluso cerca de los restoranes, el agua saliendo de las tapas de los pozos negros, una imagen que se repetía constantemente.
Educar con el ejemplo
Para Carro lo ideal sería que tanto a nivel individual como colectivo haya sistemas de saneamiento alternativo, como humedales construidos y un manejo de las aguas de lluvias en las propias viviendas, que puedan ser captadas para reutilizarlas y disminuir lo que luego llega a la playa y destruye el sistema costero.
“Es una acción de mediano plazo pero la más directa. Si se puede ir más adelante y la intendencia puede resolver un mejor saneamiento y manejo de pluviales sería ideal. Eso es algo que demanda una preparación orgánica de la comuna que todavía no existe, por eso estamos divulgando el tema y mostrando que existen alternativas que pueden ser integradas a las soluciones”, dijo.
Como forma de atender esta problemática y para demostrar que pueden aplicarse estas alternativas, recientemente la organización no gubernamental Todos por Punta del Diablo, fundada en 2003 por vecinos del lugar con el objetivo de mejorar la calidad de vida en el balneario, emprendió un proyecto de saneamiento alternativo en la escuela 96 del balneario, donde conviven 120 personas entre maestros y alumnos. La iniciativa, que costó 5.000 dólares y fue financiada por la fundación Green Global, contó con el apoyo técnico del Ceuta. El sistema consiste en el tratamiento de las aguas residuales a través de humedales construidos con plantas absorbentes como la totora, que funciona como depurador. Elizabeth Rodríguez, integrante de la ONG, contó a la diaria que se eligió la escuela del lugar para desarrollar la experiencia en forma didáctica. Además fue registrada en un video que puede encontrarse en YouTube bajo el nombre Saneamiento Ecológico en Punta del Diablo (partes 1 y 2). “El sistema alternativo es casi una realidad, y será un antecedente que servirá de modelo para poner las barbas en remojo y buscar soluciones a este tema. Pensamos que para el mes que viene el humedal estará funcionando a pleno”, afirmó.
Según el integrante del Ceuta, la idea del proyecto es sentar un precedente y hacer un diagnóstico con la comunidad, para realizar en el futuro un trabajo de fondo para atacar estos problemas. “Hay un desafío a nivel local, parte de lo que se tiene que hacer es regularizar rápidamente y tener claro que si se sigue construyendo en cualquier lado, el recurso playa desaparece, la situación es compleja. Todos viven del turismo en el balneario, pero lo están exprimiendo hasta un punto de colapso. La situación es que hay que actuar ya en todos lados, cuanto antes se atienda el problema, más sencillo y más rápido de solucionar será. La gente tiene que acordarse de que la playa existe durante todo el año, por eso es importante que se recupere en invierno lo que se destruye en verano”, opinó.
Paraíso del diablo
“Rocha se está poniendo de moda y necesita una salida al problema del saneamiento. El lugar en el verano no soporta la capacidad de carga. Hay alrededor de 20 mil personas por día. En un pueblo donde no llegan a vivir mil personas y recibe 20 mil más en temporada, es una irresponsabilidad por parte de los organismos estatales no resolver eso. No queremos más diagnósticos, hay que empezar a hacer cosas puntuales, hay elementos de sobra para hacer algo. Hay organizaciones que estamos dispuestas a salir a buscar los apoyos. Cuando hablamos de un turismo sostenible estamos hablando de eso. Hoy esto es un paraíso que puede terminar siendo cualquier cosa. Una vez que termina el verano queda todo muy destrozado. El turismo deja dinero, no tanto como muchos suponen, pero los estragos son grandes, hay falta de higiene y contaminación, tenemos que pensar qué turista queremos traer y a partir de eso ver qué se puede hacer”, dijo Rodríguez.
Por su parte, el director de Turismo de la IMR, Pedro Quartino, dijo a la diaria que el crecimiento turístico del balneario “es algo que hay que estudiar, es un tema serio. Tenemos que hablar de un turismo sustentable, la intendencia hace muchos años hizo un plan de excelencia, cuando Punta del Diablo era otra cosa. Ahora hay que atender el asunto desde otra dimensión, está creciendo más de lo que la infraestructura permite. Es un tema delicado porque hay muchas opiniones al respecto que serán difíciles de conciliar”.
Según Quartino, no hay ningún plan específico para atender este crecimiento turístico, algo que en su opinión deberá ser planteado en la próxima administración. “Depende de la inversión pública y de lo que opinen los locales. No sólo la intendencia es parte de esto, tienen que estar involucrados otros organismos”, opinó. En la misma línea, Olivera dijo que Punta del Diablo será “una prioridad para el próximo período”. “Eso es prácticamente un desafío que tenemos y antes de renunciar (para la reelección) el intendente Artigas Barrios nos había solicitado que le diéramos prioridad a este tema si vuelve a estar en la próxima administración. Estamos interesados en los aportes que está realizando la comunidad, nos interesan esos proyectos. El deber es tratar de que el mayor tiempo posible la gente pueda seguir disfrutando de las playas de Rocha”, concluyó.