El director general de Turismo, Antonio Carámbula, informó que aproximadamente 300.000 cruceristas pisaron suelo uruguayo durante la temporada 2009-2010, lo que implica 50.000 más que en la anterior, y que habrían gastado más debido a los beneficios tributarios instrumentados.

En la temporada 2008-2009 esos visitantes dejaron en el país unos 15.000.000 de dólares, a los que deben sumarse otros 20.000.000 por costos de suministro a los barcos, donde se incluyen alimentos, bebidas y servicios. En promedio, los visitantes gastaron unos 60 dólares per cápita, lo que “no dista mucho del gasto de los turistas comunes, que es de 86 dólares”, precisó Carámbula. Pero, seguramente, esos datos de consumo se hayan incrementado en la actual temporada, en parte por el efecto del tax free, régimen que permite la devolución del Impuesto al Valor Agregado a los turistas extranjeros que visitaron Uruguay.

Por su parte, el asesor del ministerio Benjamín Liberoff detalló que aún falta la llegada de seis cruceros para dar por finalizada la temporada, que culminará con unas 185 naves, aunque para conocer el dato definitivo habrá que saber cuántas no pudieron atracar a causa del mal tiempo. Los cruceros se distribuyeron en porcentajes similares entre las terminales de Montevideo y Punta del Este.

En cuanto a la próxima temporada, se refirió a la reciente participación oficial en la Feria Seatrade de Miami, una de las más grandes en materia de cruceros, ocasión en la que observó el interés de las compañías del rubro en establecer escalas en Uruguay, previéndose, por lo tanto, “el arribo de un número similar” al de esta temporada.

Liberoff añadió que en la temporada 2011-2012 se incrementaría la llegada de cruceros, por la mejora en infraestructura del puerto de Montevideo (básicamente la finalización de los trabajos en el Muelle C) y porque “compañías que disminuyen sus recorridos este año los aumentarán el próximo”.

Espacios reducidos

Más allá del gasto realizado por cada turista y cada embarcación, también se contabilizan los pagos de las tasas portuarias que los cruceros hacen al puerto. Para Montevideo, las tarifas incluyen el pago de un dólar por pasajero; por cada tonelada de registro bruto del navío, 0,12 dólares; y por concepto de muellaje, el pago es de entre 0,30 y 0,40 dólares (según el muelle asignado) por cada metro del buque y por cada hora de permanencia en la terminal.

El presidente de la ANP explicó a la diaria que esas tasas se destinan “a diferentes inversiones en el puerto y a reparaciones necesarias en la infraestructura portuaria para hacer frente a la demanda”. Silbermann entiende que la tarifa de muellaje es “baja” y, por ello, “se estudia un ajuste” al alza que también afectará a otros sectores de actividad. Asimismo, valoró que la construcción de la segunda terminal de contenedores, cuya licitación quedó desierta el miércoles, permitiría “liberar espacio en la parte pública” del puerto, agregándose capacidad de recepción de este tipo de embarcaciones.