Con 88 años, murió el sábado, a causa de una falla cardíaca, el alemán Paul Schäfer, fundador y líder, en Chile, de la Colonia Dignidad. Murió en el hospital de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, donde se encontraba desde 2005, condenado a 34 años de prisión por tráfico de armas, asociación ilícita, abuso sexual, violación de niños y delitos contra los derechos humanos.
La salud de Schäfer empeoraba desde diciembre, informó el médico Ángel Inca Tapia al diario chileno La Tercera. El cuerpo fue retirado del hospital por su hija adoptiva, Rebeca Schäfer, y los habitantes actuales de la Colonia Dignidad -en su mayoría descendientes de alemanes- rechazaron la posibilidad de que fuera sepultado en el cementerio del lugar, algo que él había pedido en vida. Luego de varias conversaciones, entre las cuales se mencionó la posibilidad de enviar su cuerpo a Alemania, fue enterrado ayer en un cementerio privado de la capital.
Con 14 años Schäfer se unió a las juventudes nazis, que según él eran “iguales que los militares”. Después de que su padre y sus dos hermanos murieran en la guerra se dedicó a estudiar enfermería y se unió al ejército alemán en calidad de “enfermero”, alcanzando el grado de suboficial, informó el diario chileno La Nación.
Finalizada la guerra, creó un Hogar Evangélico para niños, pero fue acusado de abusos sexuales y violación a menores, por lo que huyó de Alemania hacia Chile, donde llegó en 1961 como voluntario para auxiliar a las víctimas del terremoto de Valdivia. Meses después el gobierno lo autorizó a fundar, junto con un grupo de ciudadanos alemanes, la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad, que se convirtió en un “Estado dentro del Estado”, como lo definió más tarde el ex presidente Patricio Aylwin (1990-1994).
La Colonia Dignidad, donde vivían unas 300 personas, era un enclave hermético rodeado de alambradas y guardias armados, que disponía de escuela, hospital, cementerio y aeródromo propios. Algunos colonos que lograron huir de allí revelaban el misterioso estilo de vida que llevaban, que incluía un régimen de semiesclavitud impuesto por el líder.
Durante la dictadura chilena (1973-1990) la policía secreta de Augusto Pinochet utilizó la Colonia como campo de concentración y tortura, y cuando retornó la democracia, el gobierno de Aylwin investigó el lugar. Schäfer volvió a ser imputado por abusos sexuales contra 26 niños, pero se esfumó para las autoridades en 1997, informó la agencia de noticias EFE. Las investigaciones posteriores reflejaron que sus contactos influyentes lo escondieron en Chile y que luego huyó a Argentina, donde lo encontró un grupo de periodistas del chileno Canal 13. Allí fue detenido y expulsado a Chile por el gobierno argentino.
En ese período se sumaron acusaciones en su contra de víctimas que recién cuando estuvo detenido se animaron a hablar; se le acusó de homicidio y de torturas, y se encontró un gran arsenal oculto en la Colonia. El lugar es llamado hoy Villa Baviera y su portavoz, Martin Matthusen, afirmó que el lugar es “absolutamente distinto y no tiene nada que ver con el sistema jerárquico y autoritario” de Schäfer.