Primero lo más fácil, la explicación de qué está en juego y cómo se define. Si Peñarol gana por cualquier marcador o empata, esta tarde será, luego de siete años de abstinencia, campeón uruguayo. Si en cambio el que se impone hoy es Nacional, se abren dos caminos. Si es por sólo un gol de diferencia, habrá alargue y eventualmente penales. En caso de que la victoria tricolor sea por más de un gol de diferencia, revalidará el título que ganó la pasada temporada.

Hasta ahí la cosa es clara, aunque más complejo de explicar es por qué el partido más importante del año se jugará a las 16.00 de un día laborable. Las razones que confluyeron para que se dé esta situación son varias, aunque la más notoria es la violencia, que desde hace un buen tiempo marca la tónica exterior de los enfrentamientos entre los rivales tradicionales de nuestro fútbol. La incompetencia policial para resolver los enfrentamientos puntuales -como el que se produjo el pasado miércoles en la tribuna Olímpica- sumada a la propia exigencia del Ministerio del Interior para que el encuentro se juegue en horario diurno, terminó torciendo indefectiblente la intención de los clubes de celebrar el encuentro en la noche, tal como había sido fijado en primera instancia.

En la cancha

Los dos rivales clásicos han trabajado con cautela en la previa al decisivo choque de hoy y de ninguno de los dos lados se anuncian oncenas confirmadas. Igualmente la situación parece más clara en Nacional, donde se presume que comenzarán jugando los mismos que lo hicieron en los dos clásicos anteriores, más aun teniendo en cuenta que Maximiliano Calzada y Matías Cabrera -dos potenciales titulares, fundamentalmente el primero- están suspendidos por haber sido expulsados el sábado. Estas dos ausencias abrirán espacio para que en el banco de suplentes tengan un lugar Gianni Guigou y el delantero Sebastián Balsas.

En la vereda de enfrente la cosa varía, porque en el choque anterior vio la roja, además del Pollo Ruben Olivera, Jonathan Urretaviscaya, titular indiscutido en el esquema del técnico Diego Aguirre. Ante esta notoria ausencia se abren algunas posibilidades de sustitución. La más lineal y clara sería el ingreso del sanducero Silvio Bosco Frontán -jugador con algunas características similares a las de Urreta- pero otra opción atendible sería que Sergio Orteman pasara a ocupar el lugar de Urretaviscaya y en la zona de marca del mediocampo ingresara el Pato Marcelo Sosa, para formar el doble cinco junto con Arévalo Ríos. Claro está que hay otras posibilidades, pero las más probables son las dos explicadas anteriormente. Lo que el criterio de Aguirre haya encontrado como la solución más apta para resolver este problema lo sabremos esta tarde, cuando ya el cielo del Centenario esté surcado por cánticos, papelitos, pirotecnia prohibida y un helicóptero.

En las tribunas

Con las localidades para la tribuna Amsterdam agotadas, hoy continuará la venta de entradas para las restantes localidades del Centenario. El remanente de Colombes ($ 200 y $ 120 para los socios) se vende exclusivamente en los locales de la reb Abitab hasta las primeras horas de la tarde y las localidades para la Olímpica ($ 300 y $ 210) y la tribuna y platea América ($ 400 y $ 280) se pueden obtener en las boleterías del Estadio Centenario y en las del Parque Central. Recordamos que en la Olímpica volverá a colocarse el vallado que separará a las dos parcialidades, en tanto que desde el gremio de los trabajadores del transporte se aseguró que el servicio de ómnibus será normal.

Detalles

Estadio Centenario Hora de comienzo: 16.00. Árbitros: Darío Ubríaco, Miguel Nievas y Carlos Changala.

Probables alineaciones

Peñarol: Sebastián Sosa; Matías Aguirregaray, Alejandro González, Guillermo Rodríguez y Darío Rodríguez; Egidio Arévalo Ríos, Sergio Orteman, Silvio Bosco Frontán o Marcelo Sosa y Gastón Ramírez; Antonio Pacheco y Alejandro Martinuccio.

Nacional: Rodrigo Muñoz; Álvaro González, Alejandro Lembo, Sebastián Coates y Christian Núñez; Óscar Javier Morales, Raúl Ferro, Gustavo Varela y Ángel Morales; Santiago García y Mario Regueiro.