Eduardo Sadous, el ex embajador de Argentina en Venezuela, declaró ayer ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de su país, a puertas cerradas, durante cuatro horas. La oposición lo había convocado por sus denuncias acerca de que funcionarios argentinos cobraron coimas a empresarios que querían negociar con Venezuela. El diplomático había dicho ante la Justicia que existía una “diplomacia paralela” entre Buenos Aires y Caracas. Ayer, en el Congreso, ratificó sus dichos.

El diario argentino Clarín indicó que Sadous dispuso de un coche para acceder al Congreso “sin acceso al periodismo”. Pero antes de subir al auto, el ex embajador en Venezuela anunció a la prensa: “Voy a relatar lo que me tocó vivir. Voy a relatar lo que le dije a la Justicia. Yo mantengo mi opinión”. Además indicó que no había sentido presiones del gobierno y que él había hablado con el nuevo canciller, Héctor Timerman, quien le había dado “libertad de acción”. Los reparos de Timerman ante la posibilidad de que Sadous no mantuviera en reserva datos confidenciales como le impone su cargo, según declaró el canciller, habían sido interpretados por la oposición como un intento de intimidar al ex diplomático.

Luego de dos horas de reunión, cerca del mediodía, la diputada peronista disidente Graciela Camaño salió de la sala y habló con la prensa. Declaró que Sadous fue “sólido, verosímil y creíble”, para mantener, ella también, la reserva a la que se comprometen los diputados al sesionar en el régimen aplicado ayer.

La agencia estatal de noticias Télam señaló que el presidente de la comisión, Alfredo Atanasof, calificó la reunión como “muy importante porque el Parlamento pudo tomar conocimiento de cómo se han llevado las relaciones comerciales entre Argentina y Venezuela”. El diputado abrió la puerta a una eventual investigación parlamentaria al agregar: “Entendimos, muchos de los miembros de la comisión, la necesidad de profundizar este tema. Buscaremos un mecanismo para tener más aportes que podrán surgir de funcionarios, ex funcionarios o empresarios”. La necesidad de una comisión que investigue estas denuncias había sido planteada antes del encuentro por la diputada de la Coalición Cívica Patricia Bullrich, en diálogo con el diario Página 12. Otro diputado del mismo partido, Adrián Pérez, declaró ayer que “el ministro de Planificación, Julio De Vido, es el próximo que deberá declarar en el Congreso por los negocios con Venezuela, porque es un funcionario clave para entender cómo se llevó adelante esa relación bilateral, cuya parte más sustantiva, la de los negocios, no pasaba por Cancillería”.

Sadous había denunciado el mes pasado que empresarios argentinos le habían dicho que debían pagar coimas de entre 15% y 20% para negociar con Venezuela y el caso es investigado por el juez Julián Ercolini.