Es por lo menos raro, y es muy posible que el criterio equivocado sea el nuestro. Sucede que en este ámbito semicerrado -en el que diariamente, y en el medio de la competencia deportiva más importante del mundo entero, interactuamos periodistas y deportistas- se dan circunstancias especiales, que bien aprovechadas pueden dejar conceptos enriquecidos, desarrollos teóricos, disparadores de nuevos posicionamientos técnicos. Óscar Washington Tabárez atiende a la prensa todos los días, y con un tipo tan firme como estudioso en el desarrollo de las respuestas y en la defensa de sus convicciones e intereses uno se imagina que esa interacción en medio de la competencia debería dejar resultados tales como los que se capitalizan tras un congreso técnico de lo que fuera.
Lamentablemente no es así, porque el criterio de la demanda versa sobre cuál será el equipo, quiénes serán los 11, por qué no dice cómo va a marcar, o cuál es la razón por la que tal o cual jugador no aparece en la posición que al periodista le parece. Entonces todo ese potencial de cosa buena que puede tener ese encuentro diario se transforma en un falso tira y afloje -es falso porque la potestad de la respuesta siempre la tiene el entrenador, quien no tiene ninguna obligación especial de contestar o aclarar algo que no quiera o no le parezca necesario- y muchos de los periodistas terminan frustrados por lo que consideran algo así como falta de consideración o cosa por el estilo. La demanda, la batalla es por conseguir los 11 que juegan, y todo lo demás, lo de riqueza conceptual queda de lado, sin oportunidad de ser desarrollado.
Sale con fritas
Ayer, tras el entrenamiento a puertas cerradas, Tabárez fue quien inició la dinámica de respuestas en la conferencia de prensa y lo hizo con una aclaración, respondiendo a una situación que tal vez haya trascendido en algún medio o que simplemente se manejó en alguna radio-pasillo.
“A todos siempre hemos dado el mismo trato sin privilegios ni discriminaciones de ningún tipo. Cuando hemos demorado o reservado la información lo hemos hecho para todos, señaló Tabárez. Los que quieran hacer aparentar que tienen una llegada especial al cuerpo técnico, y los que especulan con que esa supuesta realidad exista están muy equivocados y están diciendo cosas inciertas”, insistió el entrenador de la celeste. “Nosotros desde antes de venir a Sudáfrica nos manejamos exclusivamente con las conferencias de prensa, no le dimos una entrevista a absolutamente nadie y por lo tanto la puntualización va por ese lado. Las filtraciones de información que pueda haber y las fuentes que invocan algunos de ustedes no son del ámbito de responsabilidad del cuerpo técnico, sobre todo para la integración del equipo sólo es oficial cuando yo la doy”, dijo Tabárez, y ahí se mandó con la oncena, recitada sólo con apellidos, pero con la cadencia de líneas que denotan la estrategia para jugar contra los sudafricanos.
Entonces delante de Fernando Muslera estarán Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Diego Godín y Jorge Fucile, en el medio Egidio Arévalo Ríos, Diego Pérez y Álvaro Palito Pereira, y de ahí para adelante dio a Luis Suárez, Édinson Cavani y Diego Forlán, aunque es posible interpretar que uno de ellos, tal vez Forlán, aparezca como cuarto volante.
Con barrera
El entrenamiento de ayer a puertas cerradas se aprovechó para ensayar algunas jugadas de pelota quieta y afirmar los esquemas tácticos con la formación que se utilizará mañana.
Los celestes parten hoy rumbo a Pretoria para hacer el reconocimiento del campo en el estadio Loftus Versfeld y esperar el juego que será mañana a las 15.30 de Uruguay.
Tabárez contará con todos los futbolistas a excepción de Nico Lodeiro, quien deberá cumplir una fecha de suspensión y quedará habilitado para enfrentar a México el próximo martes.