Antecedentes del evento

En mayo de 2005 se creó la Comisión Asesora en Educación y Arte, en el ámbito del Ministerio de Educación y Cultura, que funciona de manera honoraria con la participación de individualidades y representantes de instituciones y organizaciones públicas y privadas. Su principal objetivo es asesorar al ministerio en la elaboración de políticas públicas vinculadas al arte y la educación, promoviendo y coordinando propuestas referidas al área, resignificando su importancia en la formación integral del ser humano. En 2005 y 2006 se realizaron los Foros de Educación y Arte. En el evento realizado el fin de semana se trabajó en forma de foro, aportando ideas y sugerencias dentro de la temática. Una de las cuestiones que plantearon los docentes fue reivindicar el lugar del profesor de arte, con todos los derechos, por ejemplo, al igual que el profesor de educación física.

En las jornadas de sábado y domingo presentaron y mostraron parte de su actividad integrantes de trece experiencias de distintos puntos del país (ver recuadro), que fueron elegidas por un comité de selección integrado por representantes del Ministerio de Educación y Cultural (MEC), la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la Universidad de la República (Udelar) e instituciones de educación privada habilitadas, de un total de 45 inscriptas.

Al cierre del evento el jurado seleccionó el movimiento cultural Jazz a la Calle, de la ciudad de Mercedes, para que represente a Uruguay en el Primer Encuentro Iberoamericano de Educación Artística, Cultura y Ciudadanía a celebrarse en Ciudad de México del 6 al 8 de octubre de este año. Además, entregó menciones especiales a las iniciativas Araity, ApropiART y El Molinete.

Formación y ética

El movimiento Jazz a la Calle surgió en 2006, con el objetivo de generar público para una música un poco más elaborada, desde lo que visualizaron como “un problema serio” en Uruguay porque “la masa crítica que tiene no puede soportar a los músicos que estudian y que terminan yéndose del país”, sostuvo Horacio Acosta, integrante del movimiento. Además, dadas las carencias de lugares de formación en música popular propusieron hacer una escuela, promoviendo una formación integral del niño como futuro músico, ciudadano y consumidor de música. “El niño se transforma con la formación, y las familias también. En Mercedes la gente se ha transformado a través de este movimiento”. La escuela se propone “dar a los estudiantes herramientas universalizadas para hacer música. Por eso hemos elegido el jazz”, agregó.

Al referirse a la formación de los estudiantes, el entrevistado afirmó: “Nosotros seguimos creyendo que la música es una ciencia. Esto ya lo aseguró Pitágoras hace casi tres mil años. Estamos totalmente convencidos de que si les damos a los estudiantes una formación universalizada, con herramientas eficaces, esto les permitirá abordar cualquier situación artístico-laboral”, afirmó Acosta. “Creemos que en Uruguay la música popular ha carecido de academia. Se ha priorizado el cancionero y las letras; en segundo término, la base rítmica, pero no el resto. [...] En Argentina, por ejemplo, están [Astor] Piazzolla, [Aníbal] Troilo… En Brasil, Antonio Carlos Jobim. Los músicos populares son referentes naturales de toda sociedad. Si descuidamos esos referentes, estamos descuidando el futuro de toda la sociedad”.

En cuanto a la metodología utilizada, Acosta destacó que está basada en el jazz, como herramienta, no como condicionamiento estilístico. “Estados Unidos hace tiempo que perdió la paternidad del jazz, que, en este momento, es el lenguaje universal de la música. Nosotros apostamos a que un músico tenga la suficiente espontaneidad como para tocar leyendo una partitura o a través de la improvisación”.

Por su parte, Giselle Graside, integrante del movimiento y coordinadora del centro MEC de Mercedes, destacó que a la Escuela de Música concurren niños desde los siete años. En el primer año se enseña multiinstrumental y a partir de segundo deben elegir dos instrumentos; lectoescritura es obligatoria. Ingresan unos 20 niños por año.

Consultada sobre el financiamiento de la institución, Graside explicó que para los alumnos la formación es totalmente gratuita. La escuela se mantiene con aportes del gobierno nacional, a través del Fondo Nacional de Música (Fonam), por ejemplo, y del gobierno departamental. También recibe aportes de privados. Destacó que hay mucho trabajo voluntario de los participantes del movimiento y que también recibe apoyo de los músicos. “A los docentes de la escuela se les paga pasaje, alojamiento y comida, además de un viático, por decir algo”.

Al cierre de la presentación, una banda integrada por seis músicos de entre 11 y 14 años interpretó un tema compuesto y arreglado por ellos y “Les feuilles mortes”, de Jacques Prévert y Joseph Kosma.

Trece experiencias

Se presentaron de acuerdo a categorías: Categoría Actividades musicales / Educación no formal • Movimiento Cultural Jazz a la Calle, área Escuela de Música. Localidad: Mercedes (Soriano). Categoría Artes escénicas: teatro y danza / Educación formal • Todos somos artistas (Departamento de Educación del Teatro Solís). Localidad: Montevideo. • Taller de Expresión Teatral TOC Teatro (UTU de Malvín Norte). Localidad: Montevideo. • Aulas del tiempo. Legados para construir prospectivas (Liceo Daniel Armand Ugón). Localidad: Colonia Valdense (Colonia). Categoría Actividades plásticas / Educación formal • Nuestro barrio, mi casa y yo. Localidad: Montevideo. • Reciclando a través del diseño. Localidad: Trinidad (Flores). • ApropiART. Localidad: Artigas. Categoría Otras actividades: cine, video, radio / Educación formal • Construyendo en colectivo polos de desarrollo para una educación artística de calidad. Localidad: Maldonado. • Aplicación de la Pedagogía de la Expresión en el Centro de Educación Infantil Araity. Localidad: Montevideo. Categoría Otras actividades: cine, video, radio / Educación no formal • Espacio artístico El Molinete. Localidad: Montevideo. • Escuela de cine Dodecá. Localidad: Montevideo. • ¡Somos arte y parte! (hogar Margarita Uriarte y Herrera, convenio con INAU). Localidad: Montevideo. • Buscapié: un proyecto de sensibilización artística para adolescentes. Localidad: Montevideo.

Barrial-comunitario

El espacio artístico El Molinete, iniciativa que obtuvo una mención durante el encuentro realizado, se ubica en el barrio Villa del Cerro, con centro -hasta ahora- en el teatro Florencio Sánchez. “La propuesta surge de la idea de dar continuidad a los distintos talleres que había en el Florencio y lograr un proyecto más amplio de una escuela de arte”, explicó Primavera Peraza, una de sus docentes. En el espacio hay títeres, danza contemporánea, espacio sonoro y expresión teatral, contó Gabriela Rodríguez, quien está a cargo del área sonora.

“El proyecto está planteado a cinco años. El primer objetivo es conseguir un local y vimos que el viejo liceo 11 está abandonado. Es un lugar muy significativo para la zona porque era un hotel que fue comprado por la gente del barrio para convertirlo en un liceo, porque les llevaba mucho tiempo llegar a estudiar porque tenían que trasladarse, entonces lo compraron y luego pasó al Codicen. Ahora el Codicen nos lo cedió y lo presentamos al Presupuesto Participativo para reciclarlo”, afirmó Peraza. El proyecto está parcialmente financiado por el teatro Florencio Sánchez y directamente por la IM, pero hay mucho trabajo gratuito y comunitario.

Ante la pregunta sobre los aspectos curriculares de la escuela, Peraza afirmó: “Es una construcción que se basa en lo que vaya surgiendo del barrio. Más allá de una currícula que se pueda armar, depende de recursos económicos y de una construcción que se pueda hacer con la comunidad. Hasta ahora se ha trabajado en la integración de los talleres con productos en común; por ejemplo, cuando se trabaja en danza, la música la pone el espacio sonoro, en vivo”, explicó Rodríguez. Peraza, por su parte, destacó que el proyecto tiene distintas áreas: integración social, formación curricular y otra más amplia, de sensibilización.

“Hay una línea de trabajo muy importante con el barrio. Todos los años se hace una jornada, el Día del Molinete, que es en primavera, por octubre o noviembre. El primer molinete, en 2008, lo financió UNICEF”, contó Rodríguez.

Peraza explicó que se trata de una jornada de juegos en la calle: “Se corta la calle Grecia. La primera vez cortamos ocho cuadras y participaron unos 1.800 gurises, con unos cien voluntarios. El año pasado fueron más…”.