Como la salida de aquellos ómnibus marcada para las 23.59, para que nadie le erre al bizcochazo, los fundadores de Nacional de Nueva Helvecia decidieron que su fundación oficial, la del papeleo, fuera en el último día del año de 1910. Esos soñadores que buscaban la gloria del deporte no sabían que con aquel acto estarían dando lugar a que menos de 100 años después aquel club que hasta 1912 se llamó Nacional Helvético Football Club lograra el máximo título al que puede aspirar un club de OFI, ser el mejor del interior.
Es que si no le hubieran dado partida de nacimiento aquel último día del año, no hubiera podido ser invitado como club centenario y entonces no hubiera jugado la séptima edición de la Copa Nacional de Clubes, de la cual se consagró como el mejor el pasado sábado en Minas al vencer en el alargue en la tercera final a Melo Wanderers por 1 a 0.
El club de Nueva Helvecia se convirtió en la primera institución coloniense en consagrarse como la mejor del interior después de innumerables intentos en las últimas cinco décadas. Los tricolores para alzar la orejona ante miles de sus vecinos que los acompañaron a Minas a buscar la gloria debieron jugar 15 partidos (cuatro en la serie, dos en segunda fase, dos en octavos, dos en cuartos, dos en semifinales y tres en finales) y debieron dejar atrás a los maragatos Universal y San Lorenzo, a Peñarol de Tarariras por penales, a Juventud de Colonia, a Río Negro de San José también por penales, a San Eugenio de Artigas, también con Gonzalo Ruiz atajando los penales, y a Melo Wanderers, al que sólo pudieron doblegar en la tercera finalísima.