El ex primer ministro británico Tony Blair está más que satisfecho con el éxito que tiene en el Reino Unido su libro de memorias, A Journey (Un viaje), y aseguró que no necesita firmar ejemplares para atraer al público. Así lo aseguró al anunciar su decisión de suspender sus visitas a librerías para evitar “molestias” a sus lectores y a la Policía por las protestas que se organizan en su contra.

“Decidí no continuar con la firma [de libros] y no quiero que el público se vea sometido a las molestias del lío inevitable causado por los manifestantes”, dijo Blair en un comunicado. “Sé que la Policía Metropolitana hubiese hecho, como siempre, un trabajo espléndido en manejar cualquier interrupción, pero no quiero imponer una tensión adicional a los recursos policiales simplemente por una firma de libros”, consideró.

El sábado, cuando Blair firmó autógrafos en una librería de Dublín, lo esperaron manifestantes contrarios a la invasión a Irak -que aparece reivindicada en su libro-, y le tiraron huevos y zapatos, mientras lo acusaban de tener las manos ensangrentadas y lo llamaban criminal de guerra, informaron las agencias de noticias Reuters y EFE. Los manifestantes se enfrentaron con la Policía, y la protesta terminó sin que los proyectiles dieran en el blanco y con tres personas detenidas.

Pero esa protesta y otras que se preparaban en su contra llevaron a Blair a cancelar la firma de ejemplares de A Journey en la cadena de librerías Waterstone’s, la mayor del Reino Unido. Un portavoz de esa librería dijo a EFE que allí las memorias de Blair superaron en ventas a la autobiografía del futbolista David Beckham y comparó su éxito con el de Harry Potter.

Blair tenía previsto firmar ejemplares de su libro en la sucursal de Waterstone en Piccadilly, en el centro de Londres, y activistas antibélicos habían convocado a una manifestación para recibir al ex líder laborista, cuya popularidad fue seriamente afectada por convertirse en socio de George W Bush en la invasión a Irak.

En su libro, además de defender esa decisión, Blair expuso su pésima opinión acerca de su sucesor en el gobierno británico, Gordon Brown, de su mismo partido, el Laborista, quien además fue ministro de Economía en su gobierno. Lo calificó como alguien “exasperante” y con “inteligencia emocional cero”.

La Policía británica tenía previsto un operativo de seguridad para proteger a Blair en su visita a la libería Waterston, que incluía revisar bolsos a todo el que quisiera acercarse. “Realmente lo lamento por aquellos que -pese a ser la mayoría- habrían venido a que les firmara el libro en persona. Espero que entiendan”, lamentó el ex gobernante al anunciar la cancelación.

Los críticos de Blair lanzaron en Facebook una campaña para que la gente tome en las librerías ejemplares de A Journey y los coloque en los estantes destinados a libros de “crímenes”.