A las 22.40, la sub 20 uruguaya jugará su segundo partido correspondiente al grupo A del Campeonato Sudamericano de la categoría. Los dirigidos por Juan Verzeri enfrentarán a Venezuela, que debutará en la jornada. Al cierre de esta edición, ni uruguayos ni venezolanos habían divulgado las formaciones con las que se presentarán en el Estadio de la Universidad Nacional San Agustín, que también albergará el partido de primera hora entre Perú y Argentina.
Ayer, Uruguay practicó a puertas cerradas en el Estadio Municipal de Sachaca, el distrito arequipeño alejado del centro de la ciudad en el que los celestes trabajan diariamente. El movimiento seguramente haya sido clave para la conformación del equipo que jugará esta noche, ya que Verzeri no avanzó en el asunto durante el entrenamiento abierto a la prensa que organizó el lunes en medio de una distensión rara para los usos de viejas selecciones celestes. Tarde en el martes uruguayo, el DT tenía previsto recibir al periodismo. Me encantaría poder contarle la formación titular, pero mientras escribía esta nota el encuentro con el ingeniero de sistemas era un acontecimiento futuro de consecuencias imprevisibles. Es lo que tiene la combinación de la diferencia de huso horario con las limitaciones de la prensa.
Uruguay no tiene jugadores sentidos ni suspendidos, por lo que Verzeri podrá echar mano a cualquiera de los 20 convocados para el certamen. El martes fue rico en especulaciones relativas a la formación, pero pobre en datos nacidos en la interna de la selección, como para avanzar hacia una probable oncena. En el juego ante Argentina, Uruguay acumuló cuatro tarjetas amarillas: el lateral derecho Nicolás Rodríguez, el volante de marca Guzmán Pereira, el media punta Adrián Luna y el delantero Federico Rodríguez. Todos pueden jugar, pero están a una nueva amarilla de quedar suspendidos.
Si no mediara la derrota del debut, no sería descabellado pensar en variantes tendientes a cuidar a alguno de ellos. Sin embargo, la caída achica el margen de maniobra antes de un partido que se presume duro. Ve(nezue)la en este entierro
No menos de un par de ideas rondan la cabeza de los uruguayos a horas del partido: que el “entierro” de la derrota ante los argentinos se vuelve imprescindible y que Venezuela será un rival exigente. Los equipos se conocen, porque en agosto igualaron a uno en un amistoso disputado en Montevideo. Los uruguayos hablan especialmente de la velocidad del ataque ajeno, pero también mencionan la lentitud de una defensa compuesta por jugadores altos.
Venezuela se empeña en ejercitar la memoria para seguir creciendo. Su anterior versión sub 20 consiguió una histórica clasificación al último Mundial. Marcos Mathías, el actual entrenador, asistió al DT César Farías durante aquel proceso. No hubo interrupciones entre dicho ciclo y el actual, que tiene una raíz que supera el año de trabajo. Además, la Federación Venezolana de Fútbol se propone ampliar la base de selección de futbolistas con disposiciones que imponen la inclusión de jugadores juveniles en los planteles superiores de los equipos que participan en las competencias locales.
Ayer de mañana, la vinotinto trabajó con una extrema reserva en el estadio Miguel Grau del municipio arequipeño de Paucarpata. No hubo pistas de un equipo que no contará con bajas, ya que el volante ofensivo Josef Martínez y el delantero Juan García ya superaron una molestia en un brazo y otra en la pierna izquierda, respectivamente.