Mientras voy al estadio o me rebusco para sacar una de esas caras entradas o tanteo cual es el nivel de flexibilidad laboral para cambiar un par de horas, irme más temprano o lo que pinte; mientras pienso quién va del pueblo, a qué hora hay ómnibus, si hay asado en lo del gordo o si vamos con Teté y después vamos al cine, hay algo que me avanza en la cucuzay que no sé que es.

Mientras compro las cosas para las pizzas, mientras imagino un buen amargo, mientras pienso en los niños. "Los pibes ven que gana un equipo y se hacen hinchas de ese equipo, son así, casquivanos", hace decir Fontanarrosa a uno de los personajes de 19 de diciembre de 1971 -que van a llegar al estadio exultantes a ver una goleada, nietos y bisnietos de los Juan Ricardo Faccio del mundo que los considerarán "bolivianitos", me arrimo a la idea de lo que me está taladrando el bocho. Pienso y pienso de dónde sale esa sensación de seguridad, de confianza, de responsabilidad felizmente asumida, que parece otorgar esta etapa de nuestras selecciones nacionales de fútbol.

Seguro no es igual, ni es por los dos últimos comienzos de clasificatorias mundialistas para Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, que en el mismo Centenario se terminó goleando a Bolivia por 5 a 0, con J R Carrasco primero y con el mismo Tabárez después.

Hay algo más allá de las prestaciones que presenta como antecedente este grupo, de las participaciones en competencias de gran porte, de los títulos o buenísimos posicionamientos conseguidos. Y eso que no es precisamente una condición irreal de invencibilidad, es el trabajo pensado, secuenciado y respetado que fue formando, desarrollando y galvanizando a un gran grupo que fue desarrollando procesos de largo aliento y utilizando las estrategias posibles para potenciar aptitudes individuales y la fuerza del colectivo en la búsqueda de lo mejor.

Hoy a las 17.00 nuestra selección, la campeona de América, la cuarta en el Mundial de Sudáfrica 2010, la cuarta en el mundo según el ranking de la FIFA, saldrá al campo del Centenario a empezar la competición preliminar para Brasil 2014 con la firme expectativa de terminar entre los cuatro primeros de los nueve participantes de la Conmebol -Brasil no participa dado que está clasificado de oficio como organizador- para poder llegar a la fase final del mundial brasileño. El rival es Bolivia, y es el primer partido de los 16 que se jugarán a lo largo de tres años calendario en régimen de ida y vuelta. Los cuatro primeros clasifican directamente, mientras que el quinto -posición que ha ocupado Uruguay en las tres últimas clasificatorias, deberá definir el cupo mundialista con el quinto de las eliminatorias asiáticas.

La mesura y respeto con que ha tratado de encarar el encuentro la gente de Tabárez no anula la alta autoestima del equipo, que se traslada al ámbito público de los seguidores y virtuales jugadores y entrenadores celestes.

No hay aun una definición absoluta o pública de cuál será la oncena del equipo uruguayo para hoy pero, de acuerdo a los últimos datos de ayer, jugaría con Fernando Muslera en el arco; una defensa con tres hombres, Diego Lugano, Diego Godín y Martín Cáceres; cuatro futbolistas en el medio, Maximiliano Pereira, Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos y Álvaro Pereira; y tres delanteros, Luis Suárez, Diego Forlán y Edinson Cavani.

Gustavo Quinteros, el técnico nacido en Argentina, pero que desarrolló la mayor parte de su carrera como jugador -zaguero del The Strongest y mundialista con los del altiplano en Estados Unidos en 1994- y entrenador en Bolivia, buscará igualar su mejor partido de los últimos tiempos plenos de malos resultados, cuando empató con Argentina en la inauguración de la última Copa América.

Tal es así que alineará a la misma oncena que jugó aquel partido, salvo que no participará el volante del Bolívar paceño Jhasmani Campos, quien será remplazado por su compañero de equipo Ruddy Cardozo. Los once que saldrán a la cancha serán el experimentado arquero Carlos Arias; en el fondo estarán Lorgio Álvarez, Ronald Raldes, Ronald Rivero y Luis Gutiérrez; delante de ellos jugarán dos volantes de marca, Jaime Robles y Walter Flores; otros tres volantes, Joselito Vaca, el brasileño-boliviano Edivaldo Rojas y Ruddy Cardozo; y el único hombre de punta será el cruceño-brasileño Marcelo Martins Moreno, que actualmente está en el Shakhar Donestk de Ucrania.

Detalles:

Estadio Centenario. 17.00.

Jueces: Víctor Hugo Carrillo. Líneas: Luis Ávila y César Escano (terna de Perú). Cuarto árbitro: Henry Gambetta (Perú).

URUGUAY: Fernando Muslera; Martín Cáceres, Diego Lugano y Diego Godín; Maximiliano Pereira, Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos y Álvaro Pereira; Luis Suárez, Diego Forlán y Edinson Cavani. DT: Óscar Tabárez.

BOLIVIA: Carlos Arias; Lorgio Álvarez, Ronald García, Ronald Raldes y Luis Gutiérrez; Walter Flores, Jaime Robles, Edivaldo Rojas, Joselito Vaca y Rudy Cardozo; y Marcelo Martins. DT: Gustavo Quinteros. Entradas: taludes, 150 pesos; tribunas Ámsterdam y Colombes; 400 pesos, tribuna Olímpica sin numerar, 650 pesos; tribuna Olímpica numerada, 900 pesos; tribuna y platea América, 1.300 pesos.