Buenos Aires volvió a la normalidad ayer, luego de meses de campaña electoral y de los festejos del domingo, que terminaron con la presidenta reelecta, Cristina Fernández, hablando ante un mar de gente en la Plaza de Mayo.

Paisaje de diciembre

A partir del 10 de diciembre, con la renovación parcial del Congreso que se votó el domingo, el gobernante Frente para la Victoria contará con 131 bancas en la cámara de Diputados, aliados incluidos. El peronismo opositor contará con 33; el FAP, con 22; la Unión Cívica Radical (UCR) con 41; Propuesta Republicana, con 11; la Coalición Cívica (CC), con siete (quizá ocho); Proyecto Sur, con tres, y otros grupos, con las 9 restantes. El oficialismo tendrá 32 bancas en el Senado, más seis de sus aliados. La UCR quedará con 15; el peronismo opositor, con nueve; la CC, con una y el FAP, con dos. Otros grupos mantienen las cuatro que restan.

Para el oficialismo, que continuará en el gobierno cuando asuman las nuevas autoridades, el 10 de diciembre, la perspectiva es alentadora. La mandataria y su compañero de fórmula, el actual ministro de Economía, Amado Boudou, arrasaron en la votación presidencial y obtuvieron el 53,96% de los votos, según los datos oficiales publicados ayer, cuando se había escrutado el 98,25% de las mesas.

El oficialismo recuperó la mayoría en ambas cámaras del Congreso, y su fórmula fue la más votada en todas las provincias excepto en la de San Luis. Allí le ganó un histórico dirigente provincial que compitió por la Casa Rosada, el peronista opositor Alberto Rodríguez Saá. Como curiosidad electoral, el diario La Nación señaló ayer que otro justicialista, el ex presidente Eduardo Duhalde, fue el candidato más votado entre los argentinos en la Antártida, donde cosechó 68 votos, seguido de Rodríguez Saá, con 39.

San Luis fue también una excepción en las elecciones de gobernador, que este año celebraron todas las provincias, excepto Corrientes y Santiago del Estero. El kirchnerismo y sus aliados ganaron en 19 de las 21 gobernaciones que se renovaron. Sólo perdieron en San Luis, donde ganó el justicialismo opositor, y en Santa Fe, donde ganó el Frente Progresista Cívico y Social, una alianza local liderada por un candidato del Partido Socialista, Antonio Bonfatti, el candidato del actual gobernador Hermes Binner. El otro triunfo opositor de este año fue el de Mauricio Macri, de Propuesta Republicana, que fue reelecto como jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Difícil oposición

En las elecciones del domingo, también el santafecino Binner obtuvo su protagonismo al competir por la Casa Rosada y quedar segundo en votos, como candidato del Frente Amplio Progresista. La fórmula que integraron el gobernador socialista y la periodista y escritora del Frente Cívico Norma Morandini creció desde las primarias de agosto, en las que obtuvo el 10,18% de apoyo, y el cuarto lugar, y se convirtió el domingo en la segunda fuerza política, con el 16,87% de los votos, según los resultados conocidos ayer.

Además del Partido Socialista y del Frente Cívico, integran esa alianza Generación para un Encuentro Nacional (GEN), de Margarita Stolbitzer, pero también otras fuerzas que se autodefinen como progresistas: Libres del Sur, Partido Nuevo de Córdoba, Solidaridad e Igualdad, Buenos Aires para Todos y Unidad Popular.

Si bien ganó el domingo el codiciado lugar de primera fuerza opositora, las cosas no van a ser fáciles para el FAP, pronosticó la politóloga argentina María Laura Tagina. El 10 de diciembre Binner va a dejar de ser gobernador, cuando asuma Bonfatti, y tampoco será diputado. Por lo tanto, no va a tener “espacio institucional en el que apoyarse”, consideró.

Los socialistas son conscientes de que tienen una tarea difícil. El diario La Nación aseguraba ayer que daban por descontado que Binner será candidato a diputado nacional en las próximas elecciones legislativas, previstas para 2013. El objetivo será intentar repetir en el ámbito nacional el camino recorrido en Santa Fe. En 2005, Binner ganó una banca de diputado y dos años después desbancó al peronismo del gobierno de la provincia.

Consultado al respecto, el socialista Ricardo Cuccovillo, electo el domingo diputado por el FAP, dijo a la diaria que hablar de 2013 en Argentina “es hacer futurismo” y que, de momento, es positivo para su coalición que Binner deje de ser gobernador porque va a estar “disponible” y podrá poner su “capacidad” al servicio de “consolidar y armar” la alianza, que, se sabe, esperan ampliar.

Por su parte, la politóloga Tagina dudó de que la alianza del FAP pueda durar. “El personalismo es muy fuerte en la política argentina. Las coaliciones electorales no se traducen en bloques que funcionen de manera conjunta y disciplinada”, dijo.

Un claro ejemplo es la Unión para el Desarrollo Social, la alianza del candidato que llegó tercero (con 11,15% de los votos), Ricardo Alfonsín, de la Unión Cívica Radical, con el empresario Francisco de Narváez, que competía por la gobernación de Buenos Aires. El acuerdo no resistió la derrota de las primarias, y por eso la campaña de cara a las elecciones del domingo se hizo por separado, a pesar de que seguían compartiendo lista porque los plazos legales no permitían dar marcha atrás en ese aspecto. Eso no impidió que De Narváez apoyara públicamente la candidatura a la presidencia del peronista opositor Alberto Rodríguez Saa, quien obtuvo 7,98% de los votos y quedó en cuarto puesto.

En cambio, Cuccovillo destacó la experiencia del frente electoral de Santa Fe, que funciona desde hace años y que es “la fuerza que motoriza” el FAP.

La politóloga Tagina manejó además la posibilidad de que Fernández ofrezca a Binner un lugar en su gabinete para neutralizar su crecimiento como opositor. Pero estimó que será “difícil que acepte” porque entonces el socialista “dejaría de ser quién aglutine a la oposición”. En opinión de Cuccovillo, esa posibilidad es inexistente.

Respecto a lo que pasará en el Congreso, Tagina destacó que el Partido Socialista suele acompañar ciertas iniciativas oficialistas, pero que, por otro lado, el GEN, que también integra el FAP, no lo hace casi nunca.

Cuccovillo negó que la actitud del GEN fuera de oposición total ante el oficialismo y reiteró lo que había adelantado Binner en los medios locales más temprano: la del FAP será una oposición “responsable”, que sabrá acompañar al gobierno cuando crea que es justo hacerlo. El diputado aseguró: “Vamos hacia un Parlamento que va a ser racional desde el punto de vista del interés del país”.