Hoy, ahora, en este momento no hay posibilidad real de aquilatar la importancia del partido de esta tarde-noche ante Chile. Lo que sí se sabe es que es un juego tan importante como todos los que afronten los equipos que están en carrera hacia la fase final del Mundial Brasil 2014. Tan importante como todos los que se jueguen de local, tan importante... como todos.
Sin embargo, hay detalles que enriquecen la expectativa por este partido que se juega hoy en el estadio Centenario desde las 20.00: el muy buen momento por el que pasa el equipo que representa a los mejores futbolistas de nuestro país, seguramente casi el mejor que varias generaciones de uruguayos podremos disfrutar; la comunión de nosotros, los que nos asociamos emocionalmente con las evoluciones futbolísticas de los de camiseta celeste; y también, por qué no, el valor del antagonista, la selección chilena, que mucho más allá de sus conventillos, propios de los programas de chismes de la tarde, es un equipo de porte y de buen fútbol.
La selección de Tabárez, juegue quien juegue, aunque básicamente se repite el bloque mayoritario del equipo, ofrece esa confiada sensación de garantía de llegar a los mejores niveles de competencia, de esfuerzo, de orden, pero ahora, además, a un lustro del inicio de los trabajos, se muestra modestamente poderosa. Como nunca en la corta historia de las clasificatorias jugadas en régimen de todos contra todos, llega al tercer partido en el liderazgo absoluto.
Nunca los hubo, pero ahora la mayoría de nosotros tiene plena conciencia de que ya no hay "chilenitos" como rivales. Chile es un equipo sólido, de muy buen fútbol, potenciado por la administración Bielsa y sostenido, a pesar de las variantes, por Borghi.
Nuestra selección tuvo ayer su último entrenamiento -a puertas cerradas- y, como se sabía, Tabárez no confirmó de manera pública la oncena. La determinación profesional es absolutamente lógica y comprensible: por saciar la curiosidad de unos cuantos miles o dar insumos a la necesidad de algunos medios, no es prudente adelantar detalles -jugadores y estrategia- que podrían tener como efecto que el rival esté preparado para neutralizar al equipo.
Detalles
Estadio Centenario. Hora 20.00
Árbitros: Héctor Baldassi, Gustavo Esquivel, Diego Bonfá. Cuarto árbitro: Néstor Pitana (Argentina). Probables alineaciones:
Uruguay: Fernando Muslera; Martín Cáceres, Diego Lugano, Diego Godín, Álvaro Pereira; Álvaro González, Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos; Gastón Ramírez o Sebastián Abreu, Luis Suárez, Edinson Cavani.
Chile: Claudio Bravo; Marcos González, Waldo Ponce y Pablo Contreras; Mauricio Isla, Gary Medel y Marcelo Díaz; Matías Fernández; Alexis Sánchez, Humberto Suazo y Eduardo Vargas.
Se sabe desde hace un mes que no juegan Diego Forlán ni Maxi Pereira. Al lateral y volante por la derecha lo sustituirá pasando a Martín Cáceres a ese lateral de la cancha y bajando a Palito Pereira a la izquierda. El tema es cuál será la opción que tomará (tomó) el técnico para sustituir al rubio delantero del Internazionale. Parece que incluirá a Gastón Ramírez por la izquierda en un 4-4-2. Pero tal vez sea con Abreu de 9, en una figura de 4-3-3.
En un rato lo sabremos. Lo que ahora sabemos es que es un partido interesantísimo que invita a involucrarse con él en el estadio, en la tele, en la radio, en la compu o donde sea.
Sprint final
Hay ligeras variantes para hacerse de los boletos que permitan ingresar hoy al estadio Centenario. Es que en el monumento histórico al fútbol las entradas se venden hasta las 13.00 y, a partir de ese momento, pasan a comercializarse en las cuatro o cinco ventanillas que tiene la boletería del Velódromo Municipal sobre la avenida Ramón Benzano, a 500 metros de la intersección de las tribunas América y Colombes. También se pueden adquirir en la red Abitab mientras sus agencias estén abiertas.
Los precios son los mismos que se cobraron para el partido ante Bolivia , es decir, taludes Ámsterdam y Colombes, que son la opción más accesible están a un costo de 150 pesos. Las tribunas cabeceras, Ámsterdam y Colombes duelen 400 pesos, mientras que la Olímpica sin numerar (el segundo y el tercer anillo) cuesta 650 pesos, mientras que la numerada sale 900 pesitos. La América, tanto tribuna como platea, salen 1300 pesos. Sólo los menores de 5 años inclusive entran gratis pero no pueden ocupar asiento en las numeradas.
Hasta ayer se habían vendido aproximadamente 30.000 entradas, 1.000 de ellas a los chilenos que irán a la América contra la Colombes.
La puertas del estadio se abrirán a las 17.00, tres horas antes del pitazo inicial; no habrá preliminar, pero seguramente el Pato Celeste, alejado momentáneamente de la Torre Ejecutiva dará unas vueltas por ahí , alguna lonja sonará y por la pantalla gigante es posible que se emita el trailer de la película de los Ross, 3 millones.
En el Velódromo las entradas que queden se podrán vender hasta el inicio del segundo tiempo, o sea, hasta las 21.00.