Que los trabajadores del hogar Los Cedros hayan ganado el juicio que los reconoce como parte del grupo 20 del Consejo de Salario, en vez del 16, la Diósecis de Florida lo considera "muy contradictorio". El Padre René da Silva, explicó a la diaria que "el presupuesto está pensando -por parte del INAU- para que los hogares sean del grupo 16", lo que implica el pago de salarios inferiores. "Sin embargo, cuando van a juicio los reconocen como integrantes del grupo 20; son esas cosas que uno no entiende [...] pensábamos que los jueces iban a responder por el grupo 16", reflexionó. Asimismo, cuestionó la decisión del pasaje de categoría porque "no todos los trabajadores están capacitados para integrar el grupo, si uno mira los currículum ve que hay muchas carencias".

A partir del veredicto judicial, manifestó que se sienten "totalmente desprotegidos" por el Estado, al tiempo que recordó que la Iglesia se hizo cargo del hogar en 2002 cuando estaba por cerrar. La pérdida del juicio le costará una suma millonaria (ver nota central) en concepto de pagos retroactivos, a lo que hay que sumarle una cifra similar de los despidos que se producirán por el cierre del centro. En relación a la inversión del dinero que paga mensualmente el INAU, sostuvo que el hogar tiene otros gastos importantes más allá de los salarios de los trabajadores pues se gasta mucho en medicación para los chiquilines, tratamientos psiquiátricos, traslados a Montevideo para idas al médico, entre otras cosas.

Da Silva confirmó que el pago del dinero se efectuará pero eso conlleva un "inevitable" cierre del centro, y que los más perjudicados sean "los más vulnerables, los niños". Actualmente, un equipo técnico del centro está estudiando cuál será el destino de éstos: "Estamos intentado que sea lo menos traumático posible". Aclaró que algunos volverán a sus hogares pero "siempre y cuando las familias los puedan sostener", en otros casos se analiza la adopción o el traslado a centros de otras localidades.

Consultado sobre la posibilidad de seguir trabajando para que no cierre el hogar, dijo que hay empresarios y vecinos de la zona preocupados por encontrar una solución, pero de llegarse a un acuerdo es seguro que la Iglesia no participará.

Dos criterios, un Estado

Jorge Ferrando, director del INAU, sostuvo en conversación con este medio que “existe discordancia” entre el Ministerio de Trabajo y el instituto “por lo que algunos hogares están en el grupo 16 y otros en el 20. Nosotros entendemos que deberían estar todos dentro del 16 porque son propuestas socioeducativas; pero los grupos salariales no los establece el INAU”. Según dijo, el tema viene siendo debatido con las autoridades ministeriales pues urge llegar a un acuerdo porque no hay motivos para que los trabajadores de algunos hogares cobren más que otros. Reconoció que es “contradictorio” que se integren grupos distintos “según el momento en que hallan negociado o el fallo que se le haya dado”.

El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, detalló que la Comisión de Clasificación que funciona en el marco del Consejo de Salario se encarga de dirimir las situaciones que presentan complejidad. Es una instancia tripartita, por lo que están representados los trabajadores, empleadores y el Estado.

Ferrando recordó que son muchas las organizaciones que administran los recursos que brinda el Estado por medio del INAU, y que ante un juicio la responsabilidad es de la personería jurídica pero, en caso de ser necesario, el instituto sale como garantía solidaria. En esta oportunidad, el director no señaló si asumirán parte de la deuda, lo que sí adelantó es que es “altamente probable que el hogar no cierre”, ya sea porque se haga un nuevo acuerdo con otra organización o porque los trabajadores se organicen en una cooperativa, se buscará llegar a un acuerdo.