El miércoles quedaron inauguradas las cuatro primeras viviendas de madera construidas en La Pedrera, Rivera, en forma interinstitucional; con aporte del Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), el Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP ex UTU), la Intendencia de Rivera, el Centro de Capacitación y Producción (Cecap) de la zona, y docentes y estudiantes de la escuela de Arte y Oficios Emoicq de Canadá, que transmitieron conocimiento y capacitaron mano de obra nacional.

Ayer, en Montevideo, se hizo el anuncio de las casas fabricadas para el realojo de familias que vivían en zonas inundables, y explicaron cuáles serán los pasos a seguir. En total, construirán 45 viviendas en distintos barrios de Rivera; prevén que el trabajo de obra finalice en marzo del año que viene. En promedio cada casa se fabrica en 6 semanas, lo que genera soluciones en plazos más cortos que en la albañilería tradicional y menores costos. Laura Moya, coordinadora del Proyecto por el MVOTMA, explicó que el valor de la vivienda es 20% inferior. Aclaró que no tiene gran diferencia con las convencionales porque se utilizan materiales de calidad, con una preparación previa adecuada para resistir el paso del tiempo. La principal ventaja está en la mano de obra: "Una vivienda lleva 2,6 jornales por metro cuadrado de mano de obra, cuando una vivienda construida con un sistema tradicional lleva entre 8 y 12 jornales". Asimismo valoró la posibilidad de que los futuros propietarios y obreros, no especializados pero con una previa capacitación, puedan trabajar en el ensamblado. También se refirió a los tiempos de ejecución, destacando que son muchas las familias que están en situación de vulnerabilidad y que existe un déficit de viviendas.

Más allá de los beneficios que tiene la madera para construir, no es considerada como una herramienta sustitutiva de otras técnicas tradicionales o alternativas, sino que se apuesta a incorporarla como un sistema más a tener en cuenta.

De la experiencia

Además del trabajo interinstitucional, desde el inicio hicieron énfasis en la posibilidad de que estudiantes de las escuelas técnicas aplicaran la teoría en la práctica. Wilson Netto, director del CETP, opinó en conversación con la diaria que “lo más importante fue llegar a la elaboración del prototipo” que estuvo a cargo de alumnos y profesores de Carpintería de UTU. “Implicó desarrollar algo, porque ésta no es la copia de un kit que viene de otro lugar, sino que es el desarrollo del prototipo, y hubo que darle un formato que tuviera la capacidad de ser fácilmente armable por cualquier persona que no está en la temática”, agregó. Actualmente, estudiantes de Rivera y Tacuarembó de UTU y de los Cecap participan en la instancia de obra y de instrucción de vecinos y obreros de la zona. Netto enfatizó que la función de la UTU debe ser aportar conocimiento y trabajo a la sociedad; “cuando la técnica está volcada a resolver problemas, transformar o transferir conocimiento de un sector a otro, y con eso, mejorar la calidad y así dar respuestas a la sociedad, vamos por el buen camino”.